Venezolanos y venezolanas.
Hoy cuando cumplo 08 meses de haber llegado a estas tierras de libertad y democracia como consecuencia de la aberrante persecución política que en mi contra adelanta el régimen de Hugo Chávez, he decidido dirigirme al país para reafirmar mi compromiso de lucha en aras de recuperar el cauce democrático de Venezuela, independizar los secuestrados Poderes Públicos e instituciones del Estado, como también sentar las bases para el reencuentro de todos los venezolanos sin ningún tipo de discriminación.
Los venezolanos hemos transitado durante los últimos diez años por un nada grato camino impregnado de consecuente conflictividad política, abusos de poder, violaciones a la Constitución Nacional, persecuciones y de manifiesta incapacidad gubernamental en la generación de políticas públicas que satisfagan las expectativas del pueblo venezolanos en la resolución de sus más apremiantes problemas, lo cual en ocasiones nos ha llevado a pensar que todo está acabado y nada mas queda por hacer.
Ante el desespero que pueda estar abordando nuestras almas y corazones debemos cargarnos de optimismo y en el 2010 alzar vuelo con nuestras ideas de sueños libertarios que siempre nos han caracterizado como pueblo y entender que ahora más que nunca estamos obligados a construir desde sus cimientos la Patria grande que soñó nuestro Libertador Simón Bolívar, apartando y dejando en el pasado los falsos legados que pretenden dividir a los venezolanos en buenos y malos, amigos y enemigos, revolucionarios o apátridas, para comenzar a actuar como un solo pueblo dispuesto a enfrentar los grandes desafíos futuros que finalmente presenten claras oportunidades de progreso para todos por igual.
El 2010 se avizora como un año de profundos cambios y oportunidades que con firmeza, decisión, humildad y unidad debemos enfrentar por el bienestar de Venezuela y su futuro. Nos tocará a los venezolanos decidir entre avanzar o permitir que secuestren los sueños grandes de nuestros hijos, levantar la mirada al cielo o bajar la cabeza sabiéndonos culpable del destierro de la libertad, abrazarnos todos como hermanos o en solitario ver como se desvanece la posibilidad de edificar un país del primer mundo como merecemos. Hoy, con el dolor que genera en mí la Patria ausente estoy muy convencido que Venezuela y los venezolanos asumirán el reto.
Los demócratas sin excepción alguna debemos apostar a la unidad de cara a los venideros comicios del próximo 26 de septiembre, no hacerlo definitivamente sería una clara demostración de inmadurez que solo aportaría ventaja a un proyecto hegemónico y totalitario que desde ya se sabe derrotado por la fuerza de los votos de un pueblo que reclama paz y entendimiento para sacar el país hacia delante.
Hago un llamado a cerrar filas en defensa de la descentralización, en defensa de Gobernadores y Alcaldes legítimamente electos por el pueblo y a quienes permanentemente pretenden desconocer como autoridad. Es hora de hacer causa común, sin egoísmos o rivalidades, en defensa de Pablo Pérez en el Zulia, Cesar Pérez Vivas en el Táchira, Morel Rodríguez en Nueva Esparta, Henrique Salas Feo en Carabobo, Henrique Capriles en Miranda y Antonio Ledezma en el Distrito Metropolitano de Caracas. Pero también defender la descentralización como conquista popular en las regiones donde los mandatarios sean afectos al proceso revolucionario.
El momento es oportuno para pedirle a los venezolanos no olvidemos la lucha en defensa de la libertad de expresión. Que no olvidemos la causa de RCTV, recordemos que el próximo 27 de mayo se cumplen 03 años de su ilegal primer cierre. Que CNB y otras 30 emisoras de radio fueron sacadas del aire, que persiste la aberrante persecución en contra de Globovision y su tren Directivo, que constantemente se amenaza a la prensa libre e independiente del país. Es hora de revelarnos democráticamente en contra de las mordazas que pretenden imponernos.
Hoy interpreto los sueños de mis hermanos Manuel Rosales, Nixon Moreno, Carlos Ortega, Eduardo Lapi, Ramón Martínez, Didalco Bolívar, Popo Barraez, Carlos Barboza, quienes al igual que yo en Perú, y muchos otros desterrados más en apartadas regiones en el mundo, soñamos con la libertad de todos los presos políticos y cese este doloroso destierro al cual hemos sido sometidos.
Culmino en primer lugar pidiendo perdón por mis errores, pido perdón a todos aquellos que hayan podido sentirse afectados por algún acto que haya yo adelantado y sin mala intención los haya perjudicado o hecho sentir mal. En segundo lugar reiterando la falta que me hace mi familia, mi mama, Martha, mis hijas Osmary, María, Georgina y Oscar. Mis hermanos, Ita, mis amigos,mi amado Petare donde crecí, Helen Fernandez y Richard Blanco con quien he compartido tantos anhelos libertarios, Mitzy y por supuesto a quien diariamente con su solidaridad y enseñanzas renueva en mi las esperanzas de regresar pronto a mi país, por supuesto me refiero a mi hermano Antonio Ledezma.
Dios bendiga a Venezuela!!
Oscar Pérez
Asilado Político en Perú