En esta foto de archivo el cardenal Jorge Urosa Savino y Hugo Chavez.
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La batalla de Chávez contra el Cardenal
The Associated Press
CARACAS -- El presidente Hugo Chávez dijo el jueves que el cardenal Jorge Urosa Savino tendría que demostrar ante un tribunal sus afirmaciones de que Venezuela transita hacia una "dictadura marxista-comunista" y que se viola la Constitución en el país.
Durante una ceremonia de
ascenso de oficiales militares, el gobernante indicó que el prelado
"está irrespetando al pueblo y al Estado todo y a la patria toda", y en
consecuencia debería explicar el sustento de sus acusaciones ante la
Asamblea Nacional y el resto de los poderes de la nación.
"Ese
cardenal que me acusa de estar violando la Constitución tendría que
demostrarlo ante un Tribunal", dijo Chávez en un discurso televisado.
"El cardenal me está acusando a mí que soy presidente de que estoy
violando la Constitución, de que estamos haciendo leyes
inconstitucionales, señora presidenta (del Legislativo), tendría que
explicarle a la Asamblea Nacional en qué se fundamenta", insistió.
Los
comentarios del mandatario representan el capítulo más reciente de la
batalla verbal que ha mantenido esta semana con los jerarcas de la
Iglesia católica venezolana.
El martes, el secretario de la
Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Jesús González, objetó
los insultos que profirió Chávez un día antes contra Urosa Savino
durante un acto en el Congreso, y dijo que esos "ataques" expresan que
"cuando se abusa del poder como en el acto solemne que hubo ayer...
todos debemos estar atentos ante las pretensiones hegemónicas del
presidente".
Chávez llamó el lunes "troglodita" e "indigno" al
cardenal por declarar a un diario local que Venezuela marcha rumbo a una
"dictadura" de estilo "marxista-comunista".
La CEV cuestionó los
comentarios que realizó Chávez sobre el proceso de selección de Urosa
Savino como cardenal en el 2006, y la propuesta que realizó el
mandatario para que sea elegido otro obispo a ese cargo.
"Es
negativo pues (que) se pueda pensar que un Estado vaya a tener
injerencia en asuntos internos de la Iglesia", dijo González, quien
insistió que la elección de los cardenales y obispos es sólo competencia
del sumo pontífice.
En un comunicado divulgado el miércoles,
Urosa expresó que el mandatario "no tiene licencia para insultar,
difamar ni injuriar a ningún venezolano". Negó que sus opiniones
respondan a coriente política alguna y que estaba "obedeciendo sólo a la
voz de mi conciencia como venezolano y como arzobispo de Caracas".
Chávez
-que repetidamente dice que su proyecto político busca transformar a
Venezuela en un estado socialista- afirmó que "en lugar de reflexionar y
ponderar los argumentos expuestos, y rectificar su línea de conducta,
(Urosa Savino) se limita a descalificar y ofender".
Desde que
asumió su cargo en 1999, Chávez ha mantenido tirantes relaciones con las
autoridades locales de la Iglesia, a las que ha acusado de darle la
espalda a los pobres y ponerse del lado de la "oligarquía", a la que
considera empeñada en derrocarlo.
La Conferencia Episcopal
venezolana ha emitido en los últimos años duros mensajes contra el
mandatario, al que le ha exigido el respeto a los valores democráticos,
el combate a la corrupción y la liberación de algunos opositores que son
considerados "presos políticos".