Vinicio Guerrero Méndez
Y esta es la confianza que
tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El
nos oye. Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hemos hecho. (1
Juan 5:14-15)
Esta oración es mi
favorita, cada mañana cuando me dispongo hablar con Dios, mi Señor la recito e
inmediatamente como algo mágico siento en mi pecho una fuerza muy especial para
pedir con convicción y la certeza que mis peticiones serán oídas. Me ha llevado
tiempo en algunas de ellas recibirlas pero mi fe y mi constancia me han
fortalecido para verlas realizadas basándome siempre en la espera. Casi todo se
me ha ido cumpliendo y lo que falta estoy seguro se materializara este mismo
año, por supuesto por voluntad de Dios y mi profunda fe en la justicia divina.
Los números son el
medio para comprender la ciencia de la materia. Lo que pretendo explicar es que
después de las elecciones próximas los números deben coincidir o ser
proporcional al estado físico del individuo por ejemplo si el 27 de septiembre
se da ganador por mayoría a la asamblea al equipo X es obvio que será mucho
mayor la cantidad de personas que deberán estar en la calle festejando el
ganador. Esto me indicara que efectivamente los números coincidieron con el
festejo pero no que cinco o seis pelagatos (perdón, personas) en un camión estén
celebrando y lo demás sea un silencio sepulcral es signo de muchas dudas entre
las partes claras y las oscuras y no es que lo este cantando es que es
razonable la comparación ya que las reglas matemáticas fueron creadas para coincidir.
Oigo por allí a
candidatos vociferando que arrasaran en las elecciones aún sin tomar en cuenta la pésima gestión que han
realizado es signo inequívoco de que aún creen que pueden seguir
engañándonos.
Deseo recordarles que
ahora tenemos más pobres pero afortunadamente son mayoría los que tienen parabólica y sistema satelital. Abrieron
los ojos.
Ya no es posible
seguir soportando una justicia ciega y arrodillada. No es posible que haya que
morirse para que los organismos del estado puedan proteger a las victimas solo
cuando son arrojados como basura en una morgue. Es increíble ya no hay seguridad
para los vivos sino para los muertos en mi otrora bello y progresista país,
pareciera que mi Libertador haya dicho estas palabras para la historia: “Yo la
hice libre hazla tu prospera” pero
entendieron: “Yo la hice libre ahora puedes destruirla ó … regalarla”
Afectuosamente,
Imperfecto.
VINICIO GUERRERO
MENDEZ
Vinguerrero@hotmail.com