POLÍTICA
DESOBEDIENCIA 5
Por Nelson Maica C
Ahora otra
opinión respetable: “La desobediencia civil en la democracia constitucional”. Autor: Beatriz Magaloni
“Hugo Adam Bedau propone una definición
"estricta" de desobediencia civil que ha sido ampliamente aceptada.
Dicho autor, intentando clarificar lo que la desobediencia civil es realmente,
con independencia de su justificación ética o política, sostiene que:
“Alguien comete un acto de desobediencia civil, si y sólo
si, sus actos son ilegales, públicos, no violentos, conscientes, realizados con
la intención de frustrar leyes -al menos una-, programas o decisiones de
gobiernos”.
Esta
definición ha sido seguida por un gran número de autores. Así, el filósofo
moral estadounidense John Rawls en su obra Teoría de la justicia
sostiene siguiendo a Bedau, que la desobediencia civil es:
…”un acto público, no violento, consciente y político,
contrario a la ley, cometido con el propósito de ocasionar un cambio en la ley
o en los programas de gobierno. Actuando de este modo apelamos al sentido de
justicia de la mayoría de la comunidad, y declaramos que, según nuestra
opinión, los principios de la cooperación social entre personas libres e
iguales, no están siendo respetados”…
Así, para
Rawls, la desobediencia civil busca inducir a un cambio en normas jurídicas o
políticas gubernamentales que se consideran ilegítimas a la luz de los
principios que rigen la vida social, es decir, ésta pretende identificarse con
los fundamentos constitucionales del Estado democrático: asimismo, dicho cambio
se logra porque a través de la protesta se apela al sentido de justicia de
la mayoría, esto es, a ciertos valores que son comúnmente compartidos por
los ciudadanos.
Este autor
acepta, como la mayoría de los autores de la así llamada tendencia liberal, la
desobediencia civil directa e indirecta.
La primera
(directa) consiste en la violación de una norma jurídica que en sí misma es
considerada injusta; la segunda (indirecta), desobedecer leyes en sí mismas
válidas, como por ejemplo las de tránsito, con el fin de protestar y plantear
el propio caso cuando no hay medio de violar los programas de gobierno
objetados directamente.
Según este
autor, la desobediencia civil es el eje central para la adecuada
comprensión de los fundamentos morales de la democracia porque implica la
cuestión de la naturaleza y límite de la regla de las mayorías con base en la
cual se adoptan decisiones públicas obligatorias en un sistema democrático.
También
Jürgen Habermas acepta la misma línea de definición de desobediencia civil. Él,
al referirse a la desobediencia civil, cita la definición de John Rawls y al
respecto comenta:
“Son irrebatibles las determinaciones fundamentales que
se derivan del objetivo de la apelación a la capacidad de raciocinio y sentido
de justicia de una mayoría de ciudadanos. La desobediencia civil es una
protesta moralmente fundamentada
en cuyo origen no tienen por qué encontrarse tan sólo convicciones sobre
creencias privadas o intereses propios; se trata de un acto público que, por regla general, es
enunciado de antemano y cuya ejecución
es conocida y calculada por la policía; incluye propósito de violación de normas jurídicas concretas, sin poner
en cuestión la obediencia frente al ordenamiento, jurídico en su conjunto;
requiere la disposición de admitir las
consecuencias que acarrea la violación de la norma jurídica; la
violación de la norma, que es la manifestación de la desobediencia civil tiene
exclusivamente un carácter simbólico: aquí es donde reside el límite de los
medios no violentos de protesta”.
Habermas
considera que la desobediencia civil, por sus características esenciales, se
desenvuelve dentro del marco constitucional del Estado democrático, en la
medida en que busca configurar de una manera no convencional la voluntad
política colectiva, para lo cual los desobedientes deben fundamentar su
posición en argumentos que puedan ser objeto de un consenso y no en
convicciones privadas del mundo, a pesar de que ambos aspectos pueden
coincidir.
Entonces,
la desobediencia civil busca identificarse precisamente con los principios
políticos comúnmente compartidos que sirven de fundamento a los Estados
democráticos.
Habermas
muestra que esta forma de conducta cívica, a diferencia de otros actos
políticamente motivados, no busca la ruptura o reorganización del orden
constitucional; los actos de desobediencia civil utilizan la violación de las
leyes, en forma simbólica y calculada, para comprometer la conciencia moral de
toda la comunidad, forzándola a revisar una cuestión a la luz de sus
fundamentos de legitimidad.
Por ello,
según este autor, la desobediencia civil desempeña un importante papel innovador y correctivo en un sistema democrático y la respuesta que
el Gobierno le dé y su capacidad de incorporarla al proceso institucional
constituye la prueba de fuego de la madurez democrática que ha
alcanzado.
“Es una violación de las leyes de un sistema determinado,
deliberada, pública y en forma articulada, que busca cambiar las leyes o
políticas del régimen, no dañina a la integridad de la persona, que respeta los
derechos de otros y que se lleva a cabo dentro de la jurisdicción del Estado
para expandir y aplicar la ética democrática”.
Así, Power
entiende por desobediencia civil un método especial de oposición, que por sus
características esenciales, es decir, al ser un acto público, no violento y que
busca un cambio político, debe ser situado dentro de los regímenes
democráticos.
Más aún,
la desobediencia civil, al llevarse a cabo dentro de la jurisdicción del Estado,
lo que se manifiesta, en última instancia, por el sometimiento voluntario a las
consecuencias legales del acto de desobediencia, para Power desempeña el papel
de realizar los más altos valores de la democracia.
De esta forma, muestra que la desobediencia civil, en la
medida en que se coloca dentro de la jurisdicción del Estado para producir un
cambio en una ley o política, no busca derrocar al gobierno o transformar la
estructura social básica.
Asimismo,
el que la desobediencia civil deba cometerse en público y satisfacer la
obligación de la no violencia, en efecto, la sitúa dentro de los valores
políticos fundamentales de la democracia: al cometerse en público, se busca
incitar una discusión crítica de aspectos vitales para la existencia de la
comunidad, y al ser no violenta, manifiesta que…"las personas desobedientes respetan los derechos humanos como
valores morales y el cambio pacífico como esencial al proceso democrático"…
Datos para recordar:
01. En el Segundo
Congreso del Partido en Bruselas en 1903, Georgi Valentínovich Plekhanov,
1857-1918, apoyó la sugerencia de Yuli Martov, Julius Martov o L Martov, cuyo
nombre verdadero era Yuli Osipovich Zederbaum, 1873-1923, líder de los
mencheviques, para camuflar la introducción del
socialismo con la democracia. Lenín exigía la introducción de una
dictadura socialista dura. En Suecia, los francmasones habían usado las ideas
de Martov con éxito para construir la "Casa del pueblo" socialista e
introducir el impuesto de esclavitud.
En este
congreso, Martov sugirió que el Partido debía subordinarse a los judíos – ‘el
pueblo elegido’-. En contraste, Lenín, quería que los judíos fueran
subordinados al Partido.
Una mayoría
apoyó la sugerencia de Lenín y éstos pasaron a llamarse por consiguiente
"los bolcheviques" (la mayoría). La minoría (los Menshevikes) apoyó
la sugerencia de Martov y actuaron de la manera clásica de los social
demócratas de aquel tiempo, usando demagogia y destreza, el Partido fue
dividido. Las verdaderas razones han sido hasta ahora dejadas de lado de la
historia oficial del Partido.
León Trotsky
estaba en aquel entonces entre los Menshevikes. Él consideraba a Lenín como un
déspota y un terrorista (Louis Fischer, "La Vida de Lenín", Londres,
1970, pág. 68). “Iskra” quedó bajo la influencia de los Menshevikes. Lenín que
detestaba las disputas, dejó la redacción y comenzó su propia revista,
"Vperyod". Un famoso magnate y capitalista textil de Moscú, Savva
Morozov, financió esto. (Louis Fischer, "La Vida de Lenín", Londres,
1970, pág. 68.) Los hermanos de Morozov habían dado al escritor proletario
Maxim Gorky una casa de dos pisos y proveyeron a los bolcheviques con grandes
cantidades de dinero.
02. Lenín intentó desarrollar su propio
"ismo", su doctrina. El Leninismo se volvió un freno tan terrible y eficaz
en todas las áreas del desarrollo social, que el uso de tal ideología debe considerarse
como un crimen contra la humanidad.
Rusia está intentando ahora
salvarse a través del proceso de desmantelar el Leninismo. Ésta es la única
forma, ya que Vladimir Ulyanov, conocido bajo el seudónimo de Lenín, fue la
raíz de todos los males del Comunismo en Rusia.
Su verdadera naturaleza sólo
se ha revelado recientemente. Existen dudas si algún otro líder ha mentido
en tal asombrosa magnitud sobre sí mismo y sobre todo lo demás.
Una increíble cantidad de
mitos han sido creados sobre él para esconder su malvada naturaleza y sus actos
destructivos.
Él introdujo la “logocracia”
(el poder a través del uso de mentiras descaradas) que se transformó en un arma
política.
El Camarada Ulyanov (Lenin) sabía
que la mentira podía cambiar en verdad, si tan sólo era hecha creíble y
atractiva y luego repetida muchas veces.
Entendió que las personas
nuevamente se harían fuertes e independientes si son mantenidas bien informadas
sobre el estado de los asuntos públicos, decidirían por su propia cuenta y existencia
y trabajarían con y por cosas sensatas. ("Trabajos/Works", Vol. 26,
pág. 228.) Por esta razón introdujo una severa censura y cuentas a medias,
medias verdades, que eran el arma más eficaz contra un desarrollo sensato,
contra la libertad.
¿Encuentra usted algún
parecido a la realidad actual en el país que no existe? ¿Todavía esta por
conocer algún mentiroso, funcionario y cínico?
03. Constitución Nacional, Art.
350: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por
la independencia, la paz y la libertad, desconocerá
cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías
democráticos o menoscabe los derechos humanos”. ¿Esta de adorno este articulo en la
Constitución 99? ¿Para que nos sirve a los ciudadanos, al pueblo? ¿Cuándo y
como podemos invocarlo? ¿Cuándo podemos hacer uso de el? ¿En que momento? ¿En
cual circunstancia? ¿Cuáles son los efectos al ponerlo en práctica?
04. De algún texto, que por descuido no
apunte autoria, tome estas notas 4, 5, 6: “El servil: vive gracias al gobierno y
a las leyes y decretos impuestos y siempre anda en busca compulsivamente de una
posición servil”
05.
“La
educación autoritaria produce el esclavo: uno manda, otro obedece”
06.
“El
impulso a la sumisión, al servilismo y la agresividad tienen sus raíces en el
miedo. Casi siempre se manifiesta cuando se esta frente a un peligro, la
mayoría busca una autoridad y/o un líder para someterse a ellos, en esos
momentos nadie piensa en ninguna revolución”. ¡Ojo!
07.
¿Será
que aquí estamos editando una nueva versión de cuanto ocurrió en algunos
momentos en Italia, Siracusa, con Dionisio El Viejo, por el 405-367 ac, etc.?
¿El comportamiento de los uniformados es parecido y valga la distancia y demás?
Interesante recordarlo por los antecedentes y de cuando datan.
“La
violencia es el miedo a los ideales de los demás”
Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y
pensador indio.
Caracas,
Venezuela, 07/07/2010.
IMAGEN: INÉS DE CUEVAS