«El silencio se extendió largos segundos. Y Canache entendió en un instante, que el partido había agotado su doctrina y hasta medio cumplido sus arcanas promesas.
Entonces dijo:
—Señores. Yo propongo que disolvamos esta vaina.
Y hasta ahí llegó la historia de Acción Democrática.»
El País según Cabrujas. Monte Ávila. 1.992. Pág. 43-49
Leo y releo la polémica del señor secretario general del partido del pueblo, el diputado al Parlamento Latinoamericano Henry Ramos Allup con el señor Pedro Carmona Estanga, presidente por horas del país en aquellos días después del 11 de abril de 2.002 y me es inevitable irme al excelente articulo de José Ignacio Cabrujas titulado El Encofrado (El país según Cabrujas, Caracas: Monte Ávila, 1992, p. 43-49.); para los internautas que no disponen del libro el articulo lo pueden ubicar en la web en el siguiente enlace (http://www.analitica.com/bitblio/cabrujas/encofrado.asp) y gozarán una bola.
Siento en la refriega del diputado una fuerza inútil y desperdiciada cuando el objetivo es Chávez. El momento en que la tarea debe orientarse hacia Chávez y las líneas políticas y estratégicas deben apuntar completas hacia Chávez, cualquier vigor político en otra dirección es estéril. Cuando los esfuerzos se orientan para confrontar hacia venezolanos que tienen los mismos objetivos, similares misiones e identidad de funciones, realmente quienes le hacemos el caldo gordo a Hugo, somos nosotros mismos.
La tarea fuera distinta si Carmona u otro sector político del país estuvieran haciéndole el caldo gordo a Chávez porque allí si es válida la energía. Pero no es así.
Me llaman poderosamente la atención de la carta del 15 de marzo del corriente con que concluye la escaramuza, algunos párrafos en particular, que permiten remitirme a la sabrosa crónica de Cabrujas. En primer lugar “AD no respaldó salidas inconstitucionales entonces ni ahora” esto lo señala el diputado para referirse a los hechos del 11 de abril de 2.002 y lo abunda más aún cuando en unas declaraciones 12 días antes expresó que estaba en “proceso un golpe de sectores plutocráticos y militares gorilas”. Este es el punto donde uno no sabe a qué atenerse políticamente en esta coyuntura en torno a la definición de los aliados y los adversarios para enfrentar ese gran peligro a la nación que representa Hugo Chávez.
Ni el diputado Ramos ni su partido, forzaron antes de los eventos del 11 de abril de 2.002, algún tipo de iniciativa para impedir la llegada al poder de Pedro Carmona Estanga y los otros dos miembros del triunvirato de la Junta Cívico Militar, prevista para reemplazar el régimen de Hugo Chávez y constituirse como gobierno de transición. Eso lo conocía completo el Diputado Ramos.
Eso de por si pone al diputado Ramos como un gran mentiroso frente al país. Para remachar esta expresión, después del 11 de abril de 2.002, su partido defendió en la Asamblea Nacional la tesis del vacío de poder. Para confirmar esto, solo hay que irse al Informe levantado por la Comisión designada dentro del Parlamento para investigar los hechos, presidida por un miembro de… Acción Democrática.
El diputado Ramos debería abundar más en detalles de lo que representa para él, en su condición de Secretario General de Acción Democrática “un golpe de sectores plutocráticos y militares gorilas”. Es bueno establecer las diferencias entre la maldad de un golpe de esta naturaleza para solucionar un problema político del país (11 de abril de 2.002) y la bondad de otro alentado por sectores pobres y populares con militares revolucionarios (18 de octubre de 1.945 y 4 de febrero de 1.992). Volvemos a caer en los predios de que hay golpes buenos y golpes malos, dictadores buenos y dictadores malos. Y ese es el discurso de Hugo Chávez.
Cuando el señor Secretario General del partido del pueblo reseña que sus declaraciones por criticar la carmonada no favorecen al gobierno, eso está afectado de un profundo relativismo. Lo más importante en este momento es el llamado que se hace a todas las fuerzas del país, a la unidad. Este concepto que esta nucleado en torno a la definición de un ente que esta magistralmente dirigido desde la gran batalla del 26 de septiembre de 2010, por ese factor unitario que lo es Ramón Guillermo Aveledo está haciendo una gran carrera a contravía de los esfuerzos no tan ingenuos del diputado Ramos; la Mesa Unitaria Democrática (MUD).
Si el diseño político es para unir a todos los venezolanos contra el régimen de Chávez, todos significa todos sin algún tipo de exclusión; los adecos, los copeyanos, los masistas, los causaerristas, los justicieros, los rosalistas, los mayameros, los peruanos, los exiliados, los presos políticos, los ticos, los pepetistas, los demócratas, los golpistas, los magnicidas, los estudiantes, los militares institucionales, los gorilas y los revolucionarios, los vecinos, los productores, las amas de casa; en general a todos los venezolanos que se sienten identificados con solucionar el problema del presente político, pero que son una gran mayoría en eso de no regresar al pasado.
Entonces la primera pregunta que surge es la siguiente ¿Contribuye a la unidad del país contra Chávez, esta polémica avivada artificialmente por el diputado Ramos?
Cuando el honorable diputado Henry Ramos Allup se desmarca de los golpistas ¿De quién lo hace? ¿De nuestros golpistas? ¿De sus golpistas? ¿O de los golpistas que están en el gobierno?
Yo recuerdo los días previos a las elecciones para la Asamblea Nacional del 4 de diciembre de 2.005 el discurso encendido del señor Secretario General llamando a todos los venezolanos a la abstención ¿Fue un error? ¡Es posible! El tiempo se encargó de colocar la jugada de aquel entonces como un gran yerro, pero el compañero Ramos sabe hacia lo interno que no lo fue en el diseño planificacional.
Me arrecha sobremanera de esta peleíta que cazó Ramos con Carmona, la alusión que hace de la aparición del “señor Carmona Estanga por televisión en Fuerte Tiuna formando gobierno con un puñado de militares sin tropa”. Aquí si es verdad que termino de cagarla políticamente de manera completa el honorable diputado y le hace el juego a lo que sistemáticamente ha venido induciendo el régimen hacia lo interno de los cuarteles, para desprestigiar eso que se llama la institucionalidad y a la cual frecuentemente se apela desde la oposición para obligar a la Fuerza Armada Nacional, al cumplimiento del artículo 328 de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
Con la purga que inició desde el mismo momento de su llegada al poder, el Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías, puso la mira en desplazar de los cargos de comando de tropa a quienes no respaldaran abiertamente la revolución. Los militares demócratas, los uniformados con criterio constitucional, los oficiales ganados para la democracia, la paz, la libertad, la independencia, la soberanía, la constitución, los derechos humanos y la unidad de la familia, la sociedad y la nación fueron desplazados y en su lugar fueron colocados siguises al servicio de la dictadura y la autocracia.
Aquellos oficiales que fueron desplazados y que hoy están exiliados en Colombia, Perú, Estados Unidos, Costa Rica, España, México y otros lugares del mundo o que vegetan injustamente en las cárceles del régimen arrinconados por la justicia roja rojita; o que simplemente fueron segregados para que pasen a una situación de indigencia en la que se encuentran la gran mayoría de los 45.000 profesionales militares en la no tan honrosa situación de retiro, son a los que usted se refiere, señor secretario general del partido del pueblo, como militares gorilas o simplemente militares sin tropas, con un parecido en la expresión a Hugo Chávez, que ya no sé dónde está el enemigo.
¿Quién le está haciendo el caldo gordo a quién? Creo que está reeditando completo el año 2.005 cuando cometió un gran error político - en esta oportunidad se equivocó de pe a pa - y le sigue tirando carne de la gorda a la sopa revolucionaria. En materia de caldo gordo, esa si fue una gran fabada asturiana que le sirvió cómodamente la mano del ejecutivo del partido del pueblo, al gobierno. A veces el salivazo que tiramos hacia los vientos, nos tapa un ojo o ambos.
La historia menuda habla del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt replicándole a alguien que le censuraba por el apoyo que el gobierno de Estados Unidos le daba al dictador nicaragüense Anastasio Somoza y lo calificaba como un “hijo de puta”. Roosevelt en esa ocasión le señaló “Si… Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. En términos de la unidad actual, de las alianzas políticas, de identificación de los objetivos comunes y de los caminos políticos de la coyuntura usted, señor secretario general, no está claro.
La gran mayoría del país que transita el duro camino de la construcción del futuro y la recuperación de la democracia; para justificar en este momento, los compañeros de viaje disímiles políticos y opuestos en los arquetipos doctrinarios y conceptuales en la ruta de la unidad, siempre se solazan en la expresión dura del presidente Roosevelt. La unidad hay que construirla, así sea con un gancho de ropa en la nariz. La coyuntura lo exige. Mis compañeros de viaje político pueden ser unos hijos de puta, pero son mis compañeros de viaje.
Si lo voy a remitir a alguna lectura, la que mejor lo ilustrará es el informe presentado por la Asamblea Nacional en la comisión que presidió su propio compañero de partido el diputado Edgar Zambrano y la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 14 de agosto de 2.002, dictada en Sala Plena con 11 votos a favor y 9 en contra, en la ponencia elaborada por el ex Primer Vicepresidente del máximo tribunal, Franklin Arrieche.
En política, señor secretario general, las alianzas y las solidaridades se mantienen; y la unidad se sostiene en torno a grandes temas y adversarios. Y eso lo digo en el entendido que usted considera a Hugo Chávez como su adversario político.
Porque de otra manera está poniendo a los compañeritos a hacerle el caldo
gordo a Hugo.
Ojo, no estoy defendiendo a Carmona. Las emociones y los bríos de los venezolanos que salieron a marchar el 11 de abril de 2.002 y lograron sacar a Chávez por breve tiempo del poder han ido engranando pieza a pieza el rompecabezas de las responsabilidades de cada quien.
Hasta el día 12 a las 6 de la mañana formé parte de ese grueso contingente que encaramó su esperanza en un grupo de civiles y militares que izaron la bandera de la reivindicación de la democracia. A partir de allí es otra historia que escribieron también civiles y militares. El tiempo se encargará de colocar en su verdadera ubicación, la verdad de lo que ocurrió el 11 de abril de 2.002 así como lo hizo con el 18 de octubre de 1.945 en el golpe de estado contra el Presidente Medina Angarita.
Mientras escribo esta crónica de descargo, sobre todo por la parte que me atañe, oigo a lo lejos en la casa de Acción Democrática de la Calle Las Flores en Zaraza los compases susurrados de …”Adelante a luchar milicianos, a la voz de la revolución…” y me acuerdo de Cabrujas y su encofrado.
Coronel (EJ) Antonio Guevara Fenández
FUENTE: Rindiendo Cuentas.