PORTACHUELO. Por: René Núñez
Examen a la revolución en el 2012
El país está a la deriva. No se
aprecia conducción clara y sincera desde las instituciones públicas y del
gobierno revolucionario.
La misión de un Estado decente y
moderno es la de lograr bienestar y seguridad social a todos los ciudadanos por
igual. Con la visión permanente de colocar a su pueblo entre los mejores del
mundo con calidad de vida integral, respetando los derechos humanos, los
derechos democráticos, y garantizando el sistema de libertades.
Las sociedades que lo han
entendido, tienen muy claro la importancia de la equidad y de la participación
ciudadana en el proceso de desarrollo. Un compromiso abierto y libre para que
cada ciudadano tenga oportunidad de crear y realizarse en los distintos campos
de la vida con apoyo del Estado en la búsqueda de la prosperidad y seguridad
social integral. La libertad del individuo de diseñar, planificar y conquistar
su propio futuro. El Estado se obliga por su parte, a crear las oportunidades
garantizando el acceso equitativo protegido por las instituciones. En resumen,
las dos responsabilidades más importantes de un Estado progresista son crear
capacidades y crear oportunidades. Lo demás se lo dejan a la imaginación
creadora de los ciudadanos.
Son los ciudadanos los grandes
emprendedores del progreso y del desarrollo de una nación, sujetos, obviamente,
a las normas y a las reglas claras establecidas cuya administración son
reservadas al Estado.
Si el Estado se administra con
criterios diferentes, muy difícilmente podrá alcanzar la suma de felicidad
social que por lo general los gobiernos suelen prometer cuando llegan al poder.
La secuela es la exclusión social a todo nivel, por ende, la miseria y la
pobreza se incrementan. Los gobiernos resultan maulas. Ineficientes. Corruptos.
Improductivos. Populosos. Excluyentes no sólo en el trato de la
igualdad ante la ley sino también en el acceso a los servicios públicos y a la
protección social. El rezago social es mayor cuando los gobiernos intentan
repetir modelos fracasados caracterizados por la influencia de un poderoso
Estado central y un pobre pueblo débil excluido y convertido en un mantenido
estatal sin derechos a elegir sus gustos, sus preferencias, sus necesidades, su
futuro.
El próximo año, con ocasión de
las elecciones presidenciales, los venezolanos nos toca aplicar al gobierno de
turno el único Examen Periódico Nacional válido y decisivo que disponemos,
cuyos resultados determinarán la conveniencia de ratificar el status quo
político-económico y social que tenemos desde hace 13 años o cambiarlo por una
opción mejor y segura. Esto nos obliga desde ya prepararnos con seriedad y
responsabilidad ciudadana para resolver dicha prueba. Paseándonos por el deber
ser de las instituciones públicas, el deber ser del gobierno, el deber ser de
los ciudadanos, a los fines de cotejar y distinguir si el país, la sociedad, el
Estado que hoy tenemos satisfacen nuestras necesidades de progreso y
desarrollo. Apegándonos estrictamente a los resultados pero también al hilo
constitucional en el cumplimiento de las normas y a los 5 principios
fundamentales de la democracia: igualdad, libertad, pluralidad, solidaridad y
participación.
A título de ejercicio y de caras al 7 de octubre del 2012, estas son, entres otras, las preguntas a
responder: ¿Cuáles son los resultados logrados hasta ahora por el gobierno
central en materias tan sensibles como la de derechos humanos, derechos
democráticos, derechos sindicales, salud pública, educación, empleos,
productividad, seguridad social, seguridad natural y jurídica? ¿Con la
centralización de las funciones del Estado en Miraflores, el gobierno ha sido
más eficiente y transparente, ha creado más capacidades y más oportunidades?
¿El gobierno ha garantizado la participación ciudadana en las tomas de
decisiones públicas en igualdad de condiciones? ¿El gobierno promueve los
valores de la: unidad, solidaridad, tolerancia, pluralismo, libertad? ¿Hay plena
libertad de expresión y de medios? ¿Ha reducido el gobierno los índices de
inflación, ha mejorado el poder adquisitivo? ¿Ha respetado el gobierno la
autonomía e independencia de los poderes públicos? ¿Ha reducido el gobierno los
índices de inseguridad individual y colectiva? ¿Si el presupuesto de la nación
en los dos últimos años tuvo como base 40 $ por barril de petróleo, y los
excedentes petroleros superaron en un 100% esta estimación, adónde fueron a
parar esos ingresos, pues según los gobernadores no han recibido lo que les
corresponde por ley? ¿Cumplió el gobierno con la política de construcción de
viviendas dignas y seguras? ¿Mantiene el gobierno informado a los ciudadanos de
las ayudas, los acuerdos, los convenios suscritos en el extranjero? ¿Ha respetado
el gobierno los dictámenes internacionales en materia de derechos humanos? ¿Ha
mejorado el gobierno la infraestructura vial y civil de todo el país? ¿Ha
mejorado el gobierno el sistema de transporte nacional? ¿Por qué el gobierno
expropia empresas privadas exitosas, en su mayoría de capital nacional? ¿Ha
explicado el gobierno por qué la compra excesiva de armas a Rusia? ¿Ha
explicado el gobierno por qué de la solidaridad y la complacencia con gobiernos
autocráticos, violadores de derechos humanos, como los de Libia (Gadafi) Siria,
Bielorrusia, Sudán, Cuba? ¿Por qué el gobierno no ha invertido en las empresas
de Guayana? ¿Por qué no se pone al día con los pasivos laborales? ¿Por qué
somos considerados hoy en día puente del narcotráfico internacional? ¿Por qué
no se investiga los actos de corrupción de Mercal, de Pudreval, de Pdvsa, el
caso Makled, quiebra de bancos estatales, mafias del aluminio y de la cabilla?
Internacionalista.
renenunezr@hotmail.com
FUENTE: Correo del Caroní