Por Carlos E Méndez
Mayo 26, 2012
¡Vaya cinismo el de Mariela Rodríguez, la hija del heredero Raúl y sobrina del monarca caribeño Fidel Castro! Esta sexóloga cubana asistió a un congreso sobre los derechos gay y transgénero en los E.U., en donde insultó a quienes se opusieron a su insultante visita.
¡Vaya caradurismo el de esta mujer! Por qué ésta golondrina no aboga por los derechos políticos en la isla, en donde doce millones de cubanos llevan la misma edad que tiene ella, 50 años, sin poder expresarse libre y públicamente? Una opinión contraria a la de los miembros de la familia Rodríguez, le puede ganar a cualquier cubano un pasaje gratis sin escala para alguna de las cárceles de la dinastía Castro Ruz. Está clarísimo que esta Yegua de Troya, no fue a los E.U. a defender derecho alguno, sino a representar al régimen oprobioso de los reyezuelos caribeños.
Este engendro de su padre y del régimen militarista de la isla, solo conoce la libertad que ella y su familia disfrutan a sus anchas en Cuba, pero sobre miles de fusilados y encarcelados y millones de exiliados. ¡Qué desparpajo! Esta alienígena se equivoco de planeta, porque, para hablar de derechos en un país desarrollado y a una sociedad libre, no es suficiente con poseer conocimientos académicos sobre el tema, sino que hace falta tener autoridad moral y social de la cual ella y toda su familia carecen por completo. La constitución de la isla es letra muerta y está por debajo de la revolución, cuyos máximos exponentes son su tío Fito y su padre Raúl, quienes a discreción son los que, según su interpretación e intereses políticos, dictan juicios y condenas en la isla.
Esta ovejita Dolly de lo que tuvo que haber hablado en ese Congreso, no era de homofobia, sino de la fobia que ella y su familia sufren contra el resto de los mortales. Pero sobretodo, debió haber hablado de su herencia genética, ya que no solo es una descarada con letras mayúsculas, sino que además es una déspota a la enésima potencia. Tuvo el caradurismo de insultar en un país libre, a los exiliados cubanos que se opusieron a su visita en los E.U., y los tildó de delincuentes y mafiosos. Esta “liberada” procedente de la prisión del caribe, dejó ver el mismo talante y desprecio que sus ancestros inmediatos sienten por el resto del mundo libre. ¡Vaya generación de relevo con la que cuentan los pobres cubanos del siglo XXI! ¡Vaya pa’ la Auyama!
Carlos E Méndez
~ El miedo tocó a la puerta; la fe abrió y no encontró a nadie ~
~ El miedo tocó a la puerta; la fe abrió y no encontró a nadie ~