PORTACHUELO. Por: René Núñez
Seguridad, materia de Estado, gobierno y ciudadanía
Definir el tema no ha sido fácil nunca. La realidad es que cuando una sociedad vive bajo tensiones y conflictos permanentes, como la nuestra, genera conductas violentas por diferentes causas, destacándose dos, la generada por crisis económica-social y, la otra, por pérdida de valores. Ambas se complementan, trayendo como consecuencias: desempleo, exclusión, pobreza, alcoholismo, drogadicción, corrupción, conllevando a una pérdida de confianza e identidad de los ciudadanos con sus dirigentes e instituciones. Dichas conductas violentas se dan por la ruptura entre los ciudadanos y las normas de convivencia social pacífica, impuestas y aceptadas por la mayoría de la población.
A luz de la historia, las sociedades han venido tomando conciencia de ella y de la necesidad de un orden capaz de garantizar a sus integrantes la condición de ser humano donde prive la armonía, la paz, la seguridad, la libertad en su creatividad espiritual o material para su felicidad. En otras palabras, respeto a los derechos a la vida, a la integridad, a la libertad, a la propiedad de bienes. El Estado es el responsable de establecer ese orden, no solo de represión de los delitos sino de su prevención y control. Su misión fundamental, entonces, es la de brindar protección a sus nacionales frente a toda amenaza a la seguridad y la de sus bienes. Garantizando tranquilidad individual y colectiva sin distingo de ninguna naturaleza. Para ello, el gobierno de turno se obliga a diseñar y ejecutar políticas públicas en lo económico, lo social, lo deportivo, lo cultural preventivas y punitivas para facilitar el desarrollo de vida social sin temores ni peligros. Ahora bien, estas políticas han de elaborarse con participación de la ciudadanía para que el respeto de los derechos y cumplimiento de las obligaciones sean compromisos mutuos a favor de orden, tranquilidad y paz social. Esto solo la democracia puede garantizarlo.
Traigo a colación esta reflexión, para explicar el porqué Venezuela tiene hoy en día los índices de inseguridad más altos no solo de la región sino del mundo. El gobierno de turno en 14 años de mandato casi triplicó la violencia (de 18 a 48%) en el país. 18 mil muertos por año. No obstante; el gobierno tiene el descaro de ignorar estas cifras y afirmar que la inseguridad es un problema de percepción y sensación mediática de la oposición.
¿Cuales son las causales de ese disparo “violento” de la violencia criolla?
1. Los poderes públicos perdieron autonomía e independencia. Al frente de ellos se colocaron personas afectas y comprometidas con el proyecto ideológico del Jefe de Estado. El estado de derecho dejó de operar con equidad, objetividad y transparencia. La impunidad es la norma (de 100 delitos cometidos, sólo 8 son procesados).
2. El discurso y las acciones políticas del gobierno (Poder Ejecutivo) presentan un contenido de resentimientos, odios, antivalores, divisiones y exclusiones.
3. A pesar de haber recibido un billón de dólares por renta petrolera, este gobierno no redujo, por el contrario, agravó problemas sociales tan sensibles como: empleos vivienda, salud, educación, alimentación, etc. Menos los de la corrupción y el narcotráfico.
4. Violaciones reiteradas a las normas constitucionales, derechos humanos, derechos laborales, derechos democráticos, y desacato a dictámenes internacionales sobre Venezuela en estas materias.
5. Las cárceles, centros de reclusiones de delincuentes son multiplicadores de la violencia, al no cumplir roles y condiciones humanas, jurídicas y educativas constitucionales para garantizar a los penados su reinserción a la sociedad después de pagar sus condenas.
6. Gran parte del personal policial no está capacitado para cumplir con sus funciones; hay insuficiencia para satisfacer demanda por número de habitantes por territorio; además adolecen de sueldos y beneficios socioeconómicos justos.
(*) Internacionalista
@renenunezr
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FUENTE: Correo del Caroní