Por: René Núñez. PORTACHUELO.
Cambio de régimen y
cultura tercermundista
cultura tercermundista
Soy un convencido de la necesidad de establecer un nuevo orden
político, económico y social después de la victoria de Henrique Capriles
el 7-0, basado en la armonización y la articulación de la democracia
política y la participación ciudadana que establezca las condiciones
necesarias para facilitar el desarrollo integral del país, a través de
la descentralización político-administrativa del Estado, fortalecimiento
de las instituciones democráticas: autónomas e independientes y, las
organizaciones sociales
El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos.
Se suele asociar el desarrollo al crecimiento económico, al del PIB, un
indicador cuantitativo que nada dice sobre el crecimiento cualitativo
de los ciudadanos. En el mundo del desarrollo de hoy se habla de calidad
de vida, determinada a partir de la satisfacción de las necesidades
humanas básicas como las de: educación, salud y empleos decentes.
El reto como sociedad más allá de la propuesta de un plan de desarrollo, se extiende hacia la capacidad de convencimiento
y de estímulo para movilizar ciudadanos, dirigentes, empresarios,
estudiantes, universidades, ONG, gobiernos, legisladores, entre otros, a
ponerse de acuerdo en un pacto social que facilite sus proyectos sin
exclusión, con respeto, disciplina, sacrificios y sobre todo mucho
trabajo.
Capriles nos abre esa oportunidad para ampliar nuestras capacidades y oportunidades de manera más democrática y participativa,
donde cada persona sea dueña de su futuro y el de su familia. Derrotar
la pobreza mental y material será una de sus prioridades como gobierno.
Un fenómeno heterogéneo y multidimensional, pues engloba carencias
justamente por falta de acceso a capacidades y oportunidades sociales,
económicas, culturales y políticas.
No nos cansamos de decirlo, el desarrollo no es un modelo único.
Es inédito de cada región que lo asuma y lo emprenda; porque cada una
de ellas tiene sus propias ventajas y desventajas comparativas,
debilidades y fortalezas estructurales, deficiencias y problemas típicos
históricos, religiosos y culturales. De lo que si hay consenso es que
el desarrollo humano está cargado de retos ineludibles e impostergables;
como el que se nos presenta en esta ocasión histórica a los
venezolanos; cuyo proceso sigue siendo incipiente y obstruido por sus
propios actores políticos, económicos y sociales quienes por su lado
vienen intentándolo e interpretándolo a su manera y conveniencia, sin
ceder espacios y posibilidades para el encuentro de la diversidad de
factores y protagonistas de la sociedad. Agravándose la situación en
estos 14 últimos años cuando lo ideológico ha desvirtuado,
desnaturalizado, desunido, dividido, resquebrajado el orden, la
disciplina, la autoridad, y lo más grave ha trastocado a conciencia
valores y principios democráticos y humanos que se han convertido en
enemigos del progreso y el desarrollo humano.
En su recorrido por todos los municipios del país, Capriles se ha estado comprometiendo con este proceso de cambio; ahora se requiere -a partir del 11 de enero de 2013 como Presidente-
que lo hagan los ciudadanos, los dirigentes, los legisladores y los
concejales para de inmediato iniciar una cruzada de reconciliación y
conciencia de desarrollo a todo nivel, buscando el beneficio colectivo
por encima de las posiciones individualistas y partidistas. Él tiene una
cualidad como gerente público que lo distingue de los presidentes que
hasta ahora hemos tenido: no cree ni practica el mesianismo; por el
contrario, un hombre de trabajo de equipo, convencido de la ética, la
gerencia y la voluntad de logro.
@renenunezr
Pueden oírme en Diplomacia de Micrófono, de 7:00 a 8:00 am, con Abdo Tello Benítez, en Skandalo por 90.3 FM, en Ciudad Bolívar y, en Puerto Ordaz, por 106.9 FM
FUENTE: Correo del Caroní