Octubre 16, 2012
Veinte años después
Por Carlos E Méndez
Después de 20 años de dictadura continua no quedará
memoria de la democracia en las mentes de los jóvenes hasta los 30 años
de edad. Toda una generación. Los demócratas seremos una raza en
extinción o unos extraterrestres con toda la mierda que se le ha echado a
la IV-R. Habrá suficiente campo abonado para mas dictaduras de derecha o
de izquierda. Es con el tiempo con lo que las dictaduras de todos los
colores trabajan, mientras los demócratas seguimos esperando el tiempo
de Dios y desperdiciando las oportunidades. La tuvimos el 4 de febrero
del 92, el 11 de abril del 2002, y, este 7-0.
Por fortuna tampoco habrá memoria de los últimos 20
años de la 4ta república, que fue tanto o menos corrupta que la 5ta,
pero igualmente una democracia chucuta. Después del chavismo, en
Venezuela quedarán las puertas abiertas para las nuevas corrientes de
pensamiento o ideologías políticas, que podrán llamarse Radonskysmo,
Pablo Perismo o María Corinismo. Ese será el tiempo de Dios que tanto
anhelan las generaciones del medio, la de estos ilustres personajes que
se han fajado cuerpo a cuerpo y tolete a tolete, con el salto atrás
encarnado en la persona del resucitado de Sabaneta.
A la muerte (1935) del caudillo General Juan Vicente
Gómez, quien gobernó 27 años continuos, se vislumbró una lucecita de
democracia en Venezuela, que en breve se extinguió ante la presencia
(1945) del golpista Coronel Marcos Pérez Jiménez. A la caída de este
dictador (1958), es cuando se instaura de nuevo la democracia que
sucumbe 40 años después con la llegada al poder del otro militar
golpista que nos desgobierna. Aunque fue electo democráticamente, le dio
una patada a la constitución y se confeccionó otra a su medida. No
satisfecho con esto, la viola cada vez que le parece. De manera tal que
en Venezuela tenemos una dictadura legitimada por un CNE y avalada por
una AN genuflexa. Nada distinta, excepto por lo destructiva, a las que
hemos tenido en otras épocas. Y, esto tan solo para referirme al siglo
XX y lo que va del XXI.
El peligro está en que el pueblo se acostumbre a ser
gobernado por dictadores o reyezuelos y no siga el camino de la
democracia, sino que se busque otro caudillo que lo sustituya y los
saque del atolladero en el que sin duda los dejará ésta robo y ésta
ilusión. Entonces si podremos exclamar que el tiempo de Dios se ha
acercado, porque vendrán a nuestras mentes las sabias palabras del rey
Salomón cuando dijo: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Lo que ayer
era, hoy es, y mañana será“. Es decir, en lenguaje prosaico, que la
misma historia se repite.
Carlos E Méndez
- El miedo tocó a la puerta; la fe abrió y no encontró a nadie -