VALORES DEMOCRATICOS
Por: Cesar Guillen
Citterio
Movimiento Laborista
EL
FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA
La democracia
no es complacencia, dadiva, ni anarquía, a veces tiene problemas, por tratar
siempre de complacer a todos. La sabiduría es conocer lo que se debe hacer y la
virtud es llevarlo a cabo. En la democracia el saber y la razón hablan, en la
autocracia ideológica la ignorancia y la tiranía gritan.
En los
regímenes de pensamiento único, el miedo y la traición asumen dos sentimientos
miserables, la ira desenfrenada y la oscura negociación. En la democracia el
concepto de la libertad es esencialmente disciplina y responsabilidad y esta no
es posible más que en aquellos países en que el derecho y el rigor de las leyes
predominan sobre las pasiones delirantes. Pero solo son dignas de ella,
aquellos pueblos que saben conquistarla cada día.
Ella es siempre peligrosa pero es así misma nuestra más
segura garantía, esta es la razón del porque el hombre libre no teme ir hasta
el final de su pensamiento. Distinguir entre
revueltas o revoluciones, ver en sucesos vulgares o superficiales la huella de
una crisis histórica. Exige un genio raro. La mayoría de los seres humanos y la
casi totalidad de los políticos, confunde revuelta con revolución.
En la democracia
la educación es libre y sin condiciones, porque es mediante este proceso humano
que el hombre alcanza la libertad. Es decir se hace HOMBRE. De allí que el
hombre fanático y sin carácter crea en las promesas y las dadivas, mientras que
los hombres libres en las causas y en el efecto.
Hoy por hoy, la democracia es el único régimen decente; el mercado, el
único árbitro de la riqueza y la propiedad privada la garantía del hombre de
trabajo. Atropellar la democracia, ignorar el mercado o desconocer la propiedad
son actitudes reincidentes del pasado y por la cual la humanidad ya ha pagado un alto precio.
En la
democracia Las grandes mentes siempre tienen propósitos, en las dictaduras
ideologizadas algunos solo alcanzan a tener deseos. Solo el hombre de
pensamiento es verdaderamente libre.
Las semillas
del comunismo afloran cuando en la democracia se pierde la esperanza de
conseguir una vida mejor. Es por ello que deben mantenerse con racionalidad, valor y constancia, esas esperanzas.
No se debe ceder a la tentación de
ofrecer nuevas formas de populismo sean socialistas o no, con la esperanza de
conquistar al pueblo. Hablar claro, ofrecer trabajo y orden es la consigna…. ¡Ése es el reto y no otro!
IMAGEN SUPERIOR: Cortesìa de VISION SUSTENTABLE