¡Hasta cuándo!
¡Transición YA!
En la abstención de las recientes elecciones municipales, va implícito un mensaje contundente. Me pregunto si ese mensaje habrá sido recibido por aquellos que tienen la responsabilidad de velar por el orden constitucional.
El pueblo se expresó con su silencio. Esa elevadísima abstención fue un triunfo de la verdad contra la mentira. Respeto a quienes votaron apegados a un romanticismo democrático, vaya para ellos mi saludo. Pero era necesario que se produjeran estos resultados para iniciar la reconstrucción del país.
Ya pasó la farsa de las municipales, como también ocurrió con las regionales. Ninguna sorpresa, la abstención creció porque la gente entendió que en dictadura no hay elecciones sino negociaciones. Stalin lo explicó claramente: “no importa quiénes votan ni por quiénes lo hagan, lo que en realidad le interesa es quién es el encargado de contar los votos”
Los ciudadanos venezolanos se cansaron de acudir a circos, a shows, a farsas electorales. Lo ocurrido ayer es demostración palmaria que la gente no cree en el régimen pero tampoco cree en quienes han pretendido dirigir a la oposición.
Ahora que esos capitostes de los partidos políticos que se han prestado para las negociaciones en República Dominicana no nos vengan con cuentos baratos; que no se les ocurre decir que hubo poca participación porque ellos no llamaron a votar, cuando todos sabemos que cada partido político con representación en el “diálogo”negoció el apoyó de sus candidatos.
Aquí no habrá excusa que valga, el régimen desde ayer -ya de manera formal- tiene todos los espacios de poder, con la excepción de pequeños e insignificantes rincones. No podrá echarle la culpa de la basura ni tampoco del mal estado de las calles a los “golpistas” alcaldes opositores. ES el PSUV el único que exhibirá sus fichas en la conducción de los municipios.
Pacto 2018.-
El compromiso ciudadano nos impone la organización para elaborar la hoja de ruta que debemos seguir para salir de este atolladero (ya está bastante adelantada). No es un lugar común esta frase. Desde hace algunos meses un equipo multidisciplinario se ha venido reuniendo para darle forma al “Pacto del 2018”. Economistas, ingenieros, abogados, médicos, educadores y profesionales de las distintas carreras, al igual que técnicos y ciudadanos con diversos oficios, han diseñado las medidas de reconducción del país para ser implementadas por lo que se ha denominado el “Gobierno de transición”.
Se ha comenzado a recorrer el país para darlo a conocer. Venezuela sí tiene salvación, pero con el concurso de los mejores ciudadanos.
Basta de indiferencia.
No podemos dejar que nuestro país siga muriendo en manos de esa gente desalmada que comete sus desafueros en nombre del Socialismo del Siglo XXI. Tampoco permitamos que los que le hacen la cama a los tiranos que se mimetizan con la oposición sigan jugando con las esperanzas de un pueblo desesperado.
Hoy más que nunca es imperioso tender puentes para la conformación de ese “gobierno de transición”. Trabajar sin excluir a nadie, lo que verdaderamente importa es la firme determinación de rescatar el país.
Cuando digo sin exclusión, es que tanto civiles como militares serán necesarios, también nacionales y extranjeros, estos, no solamente son necesarios sino indispensables. Con el entendido que habrá que abordar el tema de la crisis humanitaria y la gravísima situación económica. Los organismos internacionales tendrán que servir de garantes de ese gobierno de transición.
A los militares hay que decirles, que no habrá cacería de brujas, que esas medidas de reconducción nacional también tendrá un capítulo dedicado a ellos. Un militar que siga militando y defendiendo el Socialismo del Siglo XXI debe intuir que está cavando su propia fosa. Solo basta leer la historia para entender que este tipo de régimen termina acabando con cualquier vestigio de institución profesional.
Sigue la mala costumbre.-
Hay una mala costumbre que no debemos seguir permitiendo. En efecto, por lo general, alcaldes o gobernadores cuando las cosas salen mal en los territorios donde ellos gobiernan, pretenden excusarse en funcionarios cuyos nombramientos dependen de la administración nacional.
Este tema en Carabobo se ha convertido en una constante cada vez que se va la luz o falla el servicio del agua. Ante cualquier contingencia con esos servicios, inmediatamente sale el gobernador a responsabilizar al jefe de CORPOELEC o al de HIDROCENTRO, como que si ambos no pertenecieran a la misma escudería destructora liderada por Nicolás Maduro.
Dicho esto y estando claros de que todo el gobierno está en manos de funcionarios que obedecen las directrices del Socialismo del Siglo XXI, pues entonces, ahora, lo que nos queda es organizarnos para construir esa oposición seria y decente que será la que se encargará de sacar a esta tiranía de Miraflores. Ya basta de engaños, ya basta de negociaciones para llenarle las alforjas a algunos disfraces opositores. Ya no habrá más elecciones para negociar inhabilitaciones, salidas o entradas a la cárcel. ¡Llegó la hora del Compromiso Ciudadano!
Pablo Aure