RECORDANDO ALTAMIRA XLIX
EXHORTACIÒN NACIONAL
17 mayo 2018
Con frecuencia indico a mis alumnos que, quien no sabe porqué flota nunca entenderá porqué se hundió. Igualmente hemos oído decir que, cuando se ignora la historia estamos condenados a repetir los errores y sufrir las consecuencias.
Desde niño aprendí a cultivar, en mi corazón, un sentimiento de sumo respeto por los símbolos patrios. Luego, como adolescente y joven venezolano ese sentimiento se consolidó también en mi mente y se fortaleció día a día, en las innumerables oportunidades en las que les rendí honores.
Hoy; cuando todos los análisis internos, regionales y globales, han sido hechos, cuando todo está claro, cuando todo se sabe, cuando se sabe quién es quién y se sabe todo lo que se ha de hacer para recuperar la república, pero también pareciera que todo se ha dicho, que todo se ha agotado y sentimos que flaquean las fuerzas y no hemos logrado el triunfo aún; es cuando les exhorto a aferrarnos al Himno Nacional (único símbolo patrio que no ha sido mancillado por la canalla revolución) con la esperanza de lograr el efecto que debe producir en corazones y mentes, al rememorar sus versos como arenga viva y llena de fuerza, razón y fe que nos induzca a actuar por su histórico legado, que no es otro que la lucha por la libertad del pueblo venezolano antes, ahora y siempre. Ya basta de recitarlo como una canción sin vida ni sentido. Muchos pueblos han logrado su emancipación bajo el influjo de sus canciones de lucha como faros para indicar e iluminar el difícil y oscuro camino hacia la victoria. Este es el nuestro;
“Gloria al bravo pueblo que el yugo sufre, desde hace 20 años de lucha y sacrificio extremo. Constitución y ley respetando con virtud y honor, con dignidad y perseverancia.
¡Abajo la tiranía! Gritemos todos, el pueblo en sus casas y en sus mazmorras, indignado, burlado, abandonado y ofendido, libertad exige, pero no deja de sentir el pavor ante la posibilidad de que la vil tiranía, con su malvado egoísmo, otra vez pretenda ganar y continuar con la falsedad, miseria, destrucción, insalubridad, hambruna y muerte.
¡Gritemos y actuemos con brío, muera y fuera la opresión!, compatriotas fieles la fuerza es la unión, y desde el Empíreo el gran Dios en su Divina Providencia renovará el sublime aliento que siempre nos infundió.
Unidos con lazos que, ante tal sufrimiento e injusticia, el cielo formó. Hoy, la América toda, la Europa y el Mundo libre, existen en nación con nosotros y por nuestra causa, han sentenciado el desconocimiento al despotismo, que pretende alzar su voz en su incontinente tiranía y, ante tal ignominia, nos recuerda e invita a todos a seguir el ejemplo que otrora Caracas dio, cuando se sublevó ante el Imperio opresor y lo desconoció y lo venció y lo desterró, hasta que en 1998 caímos en manos del nuevo opresor”.
Es posible que algunos, ante la presente exhortación, piensen que es un rutinario y cursi saludo a la bandera, que son lindas y rimbombantes palabras y nada más, por decir lo menos. Me atrevo a afirmar que por esa actitud no hubo reacción alguna cuando la canalla nos impuso su bandera y su escudo, es por ello que análogamente, somos indiferentes o tibios en la exigencia del estricto cumplimiento de la Constitución, las leyes y somos débiles ante el cumplimiento del deber cívico, ético y moral. Pienso que esa es la razón por la cual “nos estamos hundiendo” sin quererlo aceptar algunos y entender otros.
Por ello exhorto a aferrarnos al Himno Nacional, en él está registrado, sin manipulaciones, el testimonio de aquellos compatriotas que liberaron a Venezuela del yugo español, él es el único e insustituible legado a seguir. Legado de nuestros ancestros, nuestro y de nuestras futuras generaciones, ante cualquier tiranía opresora. Por lo demás, de no lograr el mandato de abolir la tiranía, o en todo caso, mientras esto no ocurra, mal podremos sentir algún orgullo cuando oigamos o pronunciemos los versos del gloria al bravo pueblo.
Deplorable es que ante tan trascendente y vital contingencia nacional, no contemos con las FAN; las cuales ya subyacentes bajo las traidoras fanb, asumen el legado de la ignominia tiránica y no muestran intención ni capacidad para dar la respuesta exigida por el pueblo, al grito de libertad, aun cuando saben, como ya he expresado, que el pueblo alberga la esperanza de que sus FAN actúen, porque conoce el costo que le endosa, tal inacción a su lucha. El pueblo hoy tiene muy claro que el legado le ratifica el derecho inalienable que le asiste para, ante el tirano opresor, transitar el duro camino del desconocimiento, la desobediencia, el desacato, la confrontación, la lucha y el triunfo y sabe que, sin el apoyo de sus FAN, será más duro. Por tanto, una vez lanzado el yugo, trasladará dicho costo a la inútil institución que no sirvió a los fines de la patria y para los cuales está destinada, por ende, deberá pagar. Así como pagará toda institución o persona que traicionó, corrompió, violó DDHH, se vinculó a grupos narco traficantes o terroristas o cometió delitos lesivos al patrimonio nacional y a la integridad del pueblo.
Reitero, sólo asumiendo la carga, la responsabilidad y las consecuencias, de defender el compromiso nacional y actuando sin reserva contra el tirano opresor, lograremos la recuperación de la Patria, ya que sólo así estaremos ante la certeza de lograr las condiciones y la fuerza para poder hacer respetar y cumplir con autoridad y justicia, la constitución, las leyes e instituciones, que todos aspiramos para la Nueva Venezuela.
Podemos tener listo el proceso de reinstitucionalización del país, tener listo el proceso de transición al detalle, pero mientras no muera la opresión y recuperemos la república simplemente no tenemos nada.
Daniel Comisso Urdaneta
CA (A.R.V.)
3.793.306