Anécdota 7. Del Cnel. (Av.): José del Pilar
Reyes Prado, referida a hechos acontecidos, durante su estada de prestación de
servicio, como Piloto Aviador Militar, en el Escuadrón de Transporte No. 1 (Escuadrón
T-1), equipado con aviones: C-47). Esta unidad de transporte, era muy
solicitada por los aviadores, quienes prestaban servicio, en unidades no de
vuelo o asignados a otras entidades, donde no se ejercía tal función. Se
refiere este acontecimiento: donde me toco, ser el copiloto de un piloto mucho más
antiguo que yo, tanto en tiempo de servicio, como en experiencia como Capitán
de Nave, del Escuadrón T-1, pero recientemente incorporado de nuevo a la
Unidad. La misión, se refería a un vuelo casual de Proporciona miento de apoyo
de transporte, a la Guardia Nacional en Santa Elena de Uairén, la Gran Sabana,
que para la época, carecía de ayudas de navegación, pues no había Radio Faro,
ni emisoras de Radio de onda corta o de cualquiera otra emisión radio eléctrica
que contribuyera como punto guía en la navegación aérea, solo se contaba con la
estación de radio comunicación, entre estaciones de control aéreo, para el tráfico
de las diferentes aeronaves que circulaban las respectivas aerovías. Aparte de
la misión de apoyo, ya mencionada, se había dispuesto, agregar a ese vuelo a
Oficiales, con relativamente, poco
tiempo en la unidad (Escuadrón T-1), que no conocían esas rutas. Como mi
persona, había, hecho esas diferentes y variadas rutas, desde varios sitios a
Santa Elena de Uairén, se me asignó ese vuelo, como conocedor de cualquiera de
las rutas de aproximación a ese remoto Aeródromo, o pista de aterrizaje.
Existen en nuestro País, lugares y áreas, donde se encuentran algunas
localidades, las cuales son difíciles de encontrar o penetrar en ciertas y
determinadas épocas del año y horas del día. Entre ellas se pueden mencionar:
Aeropuerto de Mérida, en horas de la mañana, siempre está cubierto de nubes
hasta las diez o diez y media en días normales, cuando hay mal tiempo es
impenetrable. Otro Aeropuerto difícil de penetrar en horas de la mañana es
Barquisimeto, normalmente se medio despeja después de las nueve y media de la
mañana aproximadamente. De los Aeródromos, o sea sitios de aterrizaje, sin
facilidades y difíciles de encontrar; era Santa Elena de Uairén, hasta que
construyeron La Pista de La Divina Pastora, en la meseta. En este caso, volábamos
de Tumeremos a Santa Elena, los tripulantes y dos observadores de vuelo o de
ruta, a saber: Piloto: Capitán: José Serrano López, (ya fallecido), tenía
bastante tiempo fuera de la unidad y había estado volando como instructor en la
Escuela de Aviación, Copiloto el que suscribe, con experiencia fresca en todo
el País y en especial en la zona de Oriente, además con curso de búsqueda y
salvamento, recién hecho, egresado del Curso Táctico No. 5. Y el Jefe de Máquina.
Los observadores, eran: los subtenientes: Hugo Garaban Ordaz y Juan López
Cordero. Debe, aclararse que la Gran Sabana, meteorológicamente hablando, es en
general una Área, que exige de los pilotos, mucho conocimiento del terreno y
además de un seguimiento del vuelo de gran acuciosidad tanto en los alrededores
de la aeronave, sin descuidar las lecturas de los instrumentos; porque a veces el vuelo es una alternancia de vuelo
instrumental, con vuelo visual, en la que se debe conservar la altura
prudentemente necesaria para un vuelo seguro y sin sobresaltos de sorpresas por
la orografía envuelta en la ruta.
Sucede, que el día de la misión, despegamos desde el Aeródromo de Tumeremos a eso de las 08:00, más o menos,
con la intención de llegar a Santa Elena de Uairén alrededor de las 09:00, la
ruta estaba seminublada y volábamos
visual a unos 4500 pies, chequeando todas las referencias, por mi conocidas, el
Capitán Serrano López, piloteaba el avión y yo llevaba la navegación,
indicándole a los observadores, las referencias más llamativas de la ruta,
Norte Sur, sobre la Meseta de La Gran Sabana, con el tiempo cronometrado,
esperaba ver, unas salientes de buzamiento de terreno en las cercanías del
Aeródromo de Santa Elena, pero no las vi. Santa Elena, había recibido nuestro
plan de vuelo, al salir de Tumeremos y entonces llame a Santa Elena, ya que el
sitio que buscaba no se podía divisar por lo nublado del terreno y le comunique
al Piloto, que estábamos pasado del destino, contesto Santa Elena y haciendo
uso de la poca potencia de la estación de radio, tanto para escuchar los
aviones como para trasmitirles, pedí al operador de la Radio de Santa Elena que
saliera al exterior de su local y me dijera, después si había oído el ruido de
nuestro avión, con la plena seguridad, de que para el lugar no había mas
trafico que el nuestro y que el ruido, producido por el Avión C-47, para un
conocedor, es inconfundible, de inmediato me llamo y me dijo, lo escuche, pero
se está alejando, hacia el Sur, increíble la precisión, al asegurar la
dirección del sonido, le di las gracias
y le comunique al Capitán Serrano López, que estábamos pasados e íbamos a
llevar a cabo una búsqueda por cuadrado creciente, de inmediato le dije: vire a
los 90° y mantenga el rumbo por un minuto, yo le aviso. Así se hizo, casi al
finalizar el minuto exacto le dije vire a cero grados, Norte franco, Así se
hizo y volemos dos minutos, casi a los 115 segundos le dije: vire a los 270° y Así
se llevó a cabo, mientras tanto yo buscaba insistentemente las referencias del
lugar y llamaba de vez en cuando a la estación, la cual daba su intentensidad
de sonido del ruido del Avión. Cuando alcanzábamos, el minuto y 15 segundos, le
dije: ya lo encontramos, vamos a sacar el tren. El Capitán me pregunto: ¿Dónde,
yo no veo nada?. Le repetí, estoy sacando el tren de aterrizaje, ponga las
condiciones para aterrizar y me dijo: procede y me dices, cuando entrar en
pierna final, le respondí, siga en pierna base, ya lo va a ver y en efecto a
los 20 segundos le indique: es allá. ¿lo ve?, y me respondió, ya lo vi, viro a
los 90° y agrego: dame: ¼ de flap y redujo motores para 100 mph y continuo el descenso,
solicito full flap, casi sin brisa, en
aproximación final y aterrizamos, la Aeronave felizmente. Estuvimos desde las
09:10 aproximadamente hasta las 10:15, esperando el Jeep de la Guardia
Nacional. Inventando, juegos, de niños para mitigar la espera. Lo que sigue fue
el regreso y el cumplimiento de la misión, sin más novedad. Hago este recuento,
para dar una idea de cómo se navegaba en esos lugares en Venezuela, donde no
había ayudas radioeléctricas y donde la meteorología, de la FAV, todavía no
contaba con estaciones equipadas, para los pronósticos de ruta, sin embargo,
mantenía un Meteorólogo, con todo y familia en Santa Elena de Uairén, que para
esta fecha de la anécdota, no se llegaba por vehículos a motor, porque la
carretera la estaba construyendo el Ejercito con los batallones de Ingeniería.
Gracias a Dios, situación hoy superada. Lo cual hacia más
valiosa la instrucción practica de conocimientos de búsqueda y salvamento
impartida a algunos pilotos, en los cuales me contaba. Debo agregar, que la
presencia de los Observadores y la del Piloto, ayudaron a palear el momento crítico
de la búsqueda del Sitio y también la espera, en el Aeródromo, todos narrando
cuentos de todos colores y muy risibles.
Situación emanada de la improntitud del apoyo de transporte del
Aeródromo al Pueblo, que quedaba como a dos y medio kilómetro a pie y a pleno
sol, cerca del Ecuador. Al llegar el vehículo, se nos aclaró, que el mismo
estaba de regreso de Boa Vista. Haciendo mercado, para el personal. Se nos prestó
el apoyo de transporte y la guardia al Avión y fuimos a merendar al Pueblo.
Luego, cumplido el propósito del viaje al lugar, regresamos con el consabido: Misión
Cumplida. La presencia de ese Jeep de la Guardia Nacional, amerita otra
anécdota; pero de algún oficial de esa estimada Fuerza de Cooperación.
Contando, como llego allá y por donde.-
Anexo: Anécdota 7