Eddie A. Ramírez S. Jun 30, 2020 | Actualizado hace 6 horas
Esta semana se cumplen 18 años de la creación de dos organizaciones inéditas en el acontecer venezolano. El 3 de julio de 2002 empleados de una empresa del Estado tomaron la iniciativa de registrar la Asociación Civil Gente del Petróleo y el sindicato Unapetrol. ¿Qué motivó a los empleados petroleros a tomar esta iniciativa?
Cabe recordar que los empleados petroleros nunca habían participado en protestas y mucho menos en paros o huelgas. Solo se habían producido conflictos de los trabajadores de la nómina diaria con las transnacionales y con Pdvsa para exigir aumentos de salarios, mejores beneficios sociales y reclamar violaciones al contrato colectivo.
El único antecedente fue en 1975, en vísperas de la estatización cuando, por iniciativa del gran luchador Gustavo Coronel, un grupo de empleados creó Agropet, para hacer ver al gobierno nacional la necesidad de respetar la estabilidad laboral. Y que la nueva empresa, Pdvsa, se manejara como un negocio.
El presidente Chávez requería tomar por asalto a Pdvsa para ponerla al servicio de su proyecto político. Los petroleros nos opusimos desde febrero del 2002 a su politización.
Cuando nos reunimos con la sociedad civil algunos nos dijeron que nos apoyaban solo porque visualizaban la posibilidad de salir de Chávez. Evidentemente existía un cortocircuito entre muchos ciudadanos y la industria petrolera y sus trabajadores.
La gente del petróleo pisa tierra
De allí surgió la idea de crear la asociación para lograr una mejor relación, promesa que hizo Juan Fernández el 12 de abril 2002 en la plaza de la Meritocracia. Los petroleros entendimos la necesidad de que el resto de los venezolanos conociera las complejidades de nuestra principal industria. También que supieran que su personal, aunque bien remunerado y con excelentes beneficios sociales, no devengaba más del 75 percentil de los sueldos de las mejores empresas venezolanas y con un plan de jubilación no indexado.
De nuestro lado, debíamos corregir la prepotencia de algunos, así como la concepción un tanto generalizada de que nuestro deber era solo operar eficientemente para suministrar al fisco los recursos para el desarrollo del país. Desde luego que esta era la principal obligación, pero sin duda descuidamos nuestra relación con el entorno.
Veintidós empleados constituimos Gente del Petróleo. Al frente de la misma estuvo Juan Fernández hasta octubre del 2004. Lo sustituyó quien esto escribe hasta el 29 de mayo del 2014. Desde esa fecha, la coordinadora nacional es Beatriz García. Los primeros años fueron de muy elevado perfil en los medios, y Fernández fue integrante de la Coordinadora Democrática, cuando se pensaba que se podía repetir otro 11-12 de abril 2002.
Los años siguientes fueron de denuncias sobre los innumerables accidentes por malas operaciones, falta de inversión y de mantenimiento, solicitudes de investigación y denuncias ante la Fiscalía General y Defensoría del Pueblo, sobre estos hechos y sobre violaciones a la Constitución. También dimos apoyo a los partidos políticos en los procesos electorales. En los últimos años continuamos con estas denuncias y elaboramos un Plan Táctico de Emergencia como parte del Plan País, para garantizar la continuidad de las operaciones petroleras, de gas y petroquímicas al salir de la narcodictadura.
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Gente del Petróleo cuenta con un equipo coordinador integrado por delegados en 16 ciudades, ubicadas en diez estados y en la capital del país. Sus miembros son los trabajadores de todas las nóminas despedidos ilegalmente por razones políticas en 2002-2003.
Unapetrol, el sindicato
Unapetrol es un sindicato de empleados creado para defender los intereses de sus asociados y la meritocracia ante los atropellos de la dictadura de Chávez-Maduro. Está reconocido por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y por la Organización Internacional del Trabajo, pero arbitrariamente el régimen ha impedido su legalización en Venezuela. Lo preside Horacio Medina quien, junto con Antonio Méndez, lleva a cabo las actividades internacionales y nacionales. Unapetrol no ha realizado elecciones por estar afiliado a la CTV y no aceptar las condiciones impuestas por la dictadura.
Ocho miembros de estas organizaciones tuvieron que exiliarse, entre ellos Juan Fernández y Horacio Medina, por tener una arbitraria orden de captura. Mientras que 180 fueron sancionados con multas y reparos por supuestos daños durante el paro cívico de diciembre 2002.
Muchos compañeros emigraron al tener prohibición de trabajar en Venezuela, otros han fallecido, algunos por falta de atención médica adecuada. La mayoría sigue en el país trabajando en actividades no petroleras. Nos robaron las prestaciones y el Fondo de Ahorros, pero ninguno se ha vendido. Seguimos presentes y comprometidos para contribuir con el restablecimiento de la democracia, la formación ciudadana y el manejo eficiente de las empresas del Estado.
Nuestro agradecimiento a quienes nos han apoyado, especialmente a los valientes comunicadores sociales.
Como (había) en botica
* Falleció la doctora Clarisa Sanoja, un ejemplo de la valiente mujer venezolana luchadora contra las dictaduras. ¡Sufrió crueles torturas en tiempos del dictador Pérez Jiménez¡
* ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!