Un anciano que vivía en el    bosque diariamente tenía que trasladar la leña por un largo y difícil camino.    Este diario trabajo lo cansaba mucho. 
En una ocasión se sentía    demasiado cansado y dolorido. Su día de trabajo había sido muy fuerte,    cargaba sobre su espalda leña que acababa de cortar, llevaba mucho tiempo    caminando y aun el camino que le quedaba era largo, así que deseó que llegara    la Muerte. Al escuchar su llamado la muerte se presentó en el sitio donde    estaba el anciano, y mirándolo fijamente le preguntó que por qué la había    llamado. El pobre anciano, asustado, después de haber descansado algunos    minutos, con pena en el rostro le dijo:
– Quería preguntarle si usted    era tan amable de ayudarme a trasladar esta carga tan pesada. Era solo eso:
La muerte lo miró con picardía    y perdonó al anciano pues sus ganas de vivir eran tantas que habían logrado    hacer que él se olvidara del agotamiento y del dolor que sentía.
Enseñanza: Tenga paciencia    quien se crea infeliz; que aun en la situación más lamentable, lo más bonito    es tener vida.
LO SIENTO; POR  FAVOR, PERDÓNAME, TE AMO, GRACIAS
SOMOS AMADOS Y APRECIADOS MUCHÍSIMO Y PARA SIEMPRE
NO TENEMOS NADA QUE TEMER
NO HAY NADA QUE PODAMOS HACER MAL
YO SOY HIJO DE DIOS Y POR LO TANTO HEREDERO DE TODAS LAS RIQUEZAS DEL UNIVERSO
Arsenio González
El Negro e' Macha
Twitter: @aragonzal 
Cumaná, 05-07-2020





