La presente investigación, es el resultado de un equipo multidisciplinario, integrado por Fuerza Pública en el Exilio, bajo la dirección del Dr. William Jiménez Gaviria, los testigos, y elementos probatorios, solo estarán a disposición de Órganos de Inteligencia, Agencias de Investigación, y la Justicia Internacional, se resguardan las identidades y sus fuentes.
Unidad de Investigación. Sección Asuntos Encubiertos.
Capitulo 3
El SINDICATO:
Corporación de trabajadores organizados que prestaban sus servicios en las empresas básicas, que fundamentan sus bases, a raíz de la actividad que impulsó el dirigente sindical Andrés Velázquez, así mismo la idea de crear este tipo de organización, se expandió en el ámbito del desarrollo urbano, donde surgen los llamados sindicatos de la construcción, cuyas ambiciones de poder fueron más allá, además de las cuotas obligadas de contratar trabajadores, que le imponían a quienes emprendían un proyecto urbano, en el desarrollo de una obra, desplazo a quienes ejercían la actividad sindical en las referidas empresas Básicas, asumiendo el control de este protagonismo, es decir una expansión que fue más allá, el dominio igualmente de las minas y las extorsiones para el cobro de vacunas, en esta modalidad la actividad criminal que dirigen los delincuentes, asumen encubrirla bajo esta fachada, con la identificación de la figura de SINDICATO, siendo definitivamente acogida por todas estas bandas criminales, que operaban dentro de las empresas básicas, teniendo una influencia para el ingreso de obreros, los cuales tenían que cancelar una cuota, Incluso hubo personas que disponían de la venta de sus bienes, para cancelar a los miembros del sindicato y obtener la oportunidad de ser contratados, situación que fue recurrente en los años 90, y se extendió hasta el año 2010, un trabajador tenía incluso la oportunidad de adquirir un vehículo del año, lo cual despertó la atención de muchas personas, y la expectativa de conseguir un empleo, y ello conllevó a qué se crearan caudillos bajo el dominio de los denominados Consejos de Trabajadores, que tomaron fuerza con la creación de los Consejos Comunales, ya que estos ejercían el monopolio para los ingresos, aparece en escena la fallecida dirigente político Lina Ron, quien posterior crea las figuras de colectivos, bajo el lema "El Pueblo en Armas", con la apariencia de una supuesta lucha social, pero que en definitiva en el sur del Estado Bolivar, dejan de llamarse colectivo y terminan auto proclamándose con el nombre de SINDICATO, empieza ha establecerse cuadrantes en toda la región, internamente se generan disputas por tener el mando, que son las mismas que hoy prevalecen en estás bandas criminales, el Ex Ministro de Relaciones Interiores Tareck El Aissami, selecciona dentro de la policía estadal, a aquellos funcionarios que son corruptibles, para facilitar las actividades criminales, estos cambios se profundizan igualmente en el ámbito militar, se evalúan los nombramientos, para designar en puestos de comando a efectivos sin méritos, es decir se va creando el entramado para toda una empresa del crimen, además de la ambición y el poder de los grupos criminales, lo que conllevó a una escalada de conflictos entre sindicatos, pues se disputaban el control de las obras de construcción, era la época en que Puerto Ordaz, entre los años 2003 y 2009, experimento un crecimiento urbano, a raíz de las ganancias que obtenía el Cartel de los Soles, con el tráfico de las drogas, era necesario legitimar los capitales, es así como surgen inversiones, para lo cual se inicia una revolución de importantes obras, se edificaron centros comerciales, urbanizaciones, vías públicas, y las disputas por tener el control de una obra, llegó al extremo del uso de la violencia, que terminan en masacres sangrientas y ajustes de cuentas, estos combates dejaron muchas bajas, entre estás bandas, además estos grupos estaban bien equipados, disponían de fusiles y recursos logísticos, es así como el Gobernador Francisco Rangel Gómez, designa al Gral. Julio César Fuentes Manzulli, para que imponga dominio y asuma el liderazgo de los SINDICATOS, quien a su vez se desempeñaba como Comandante de la Policía Regional del Estado Bolívar, este oficial ordena y efectúa una reingeniería, y comienza una nueva era, cuya estructuración generó la expansión en varios sectores, tales como el transporte, en el comercio, en los mercados municipales, entre otros, al principio con la fachada de un sistema de seguridad, que terminan siendo unas bandas que se dedican a la extorsión, contra los empresarios y emprendedores en el ámbito económico, imponiendo una tasa de cobro fija semanal, y la ambición fue más allá, toman el imperio del tráfico, venta y distribución de drogas, en todo el Estado Bolivar, y quienes no integraban un SINDICATO, y no reportaban la venta de sus alijos, eran considerandos piratas y sentenciados a muerte, surgen alianzas y se suma a los SINDICATOS, bandas que operaban en el interior del País, aparece la llamada banda los Valencianos, quiénes tenían solicitudes y huían de la Justicia, fue así como son aceptados y enviados a cumplir misiones en las minas, para tener el control absoluto de todas las actividades en la explotación de los auríferos, establecen una data, así como la regulación de entrada y salida de personas, teniendo igualmente la potestad de la prostitución y el comercio de las drogas que consumen los mineros, se establece la demarcación de zonas mineras, quienes sin autorización ingresan a una mina, o se descubren en labores de doble agente, pagan con la muerte, con lo cual se hace costumbre presentar un registro audiovisual, con el objeto de enviar a sus rivales, un mensaje contundente de las consecuencias, de quiénes se atrevan a quebrantar las reglas de juego, fue así igualmente que aquellos delincuentes que tenían prontuario, solicitaban prestar servicio en la mina, para evadir las pesquisas, eran hábiles para forjar documentos, evitando así ser capturados, y muchos no portaban sus identidades, se sentían atraídos por poseer armas, y además del cobro mínimo por sus funciones como gariteros o vigías, no les preocupaba, pues en esta posición privilegiada obtienen ingresos extras, así mismo aquellos que no siendo delincuentes, se vieron atraídos por sus amigos que laboran en las minas, observando esas facilidades para adquirir bienes o poseer recursos para mejorar o acondicionar sus viviendas, toman la decisión de aventurarse en la selva, para obtener ingresos, que les permita llevar una vida fácil, sin mayores complicaciones.
Es importante destacar que no todo es Trabajo en la zona minera, allí también juegan un rol los vicios, el oficio más antiguo del mundo no se hace esperar, el SINDICATO con plena autoridad de la zona aurífera, establece las reglas de juego, la prostitución tiene su papel, para lo cual se arma la currotela, es decir un Bar improvisado, se presentan mujeres de todos los estados del País, quienes cobran como mínimo un gramo de oro, y aquellas que por su atractivo suelen cautivar a cualquiera de los líderes de estos SINDICATOS, gozan de cierto privilegios, obteniendo mayores ganancias, y si por alguna razón se descubre que alguna de estas chicas, ha pretendido ingresar a este lugar con la intención de efectuar labores de doble agente, para investigar la logística que envuelve a todo el personal, es decir precisar que armas poseen, quienes laboran allí y dónde resguardan el oro y sus caletas, de inmediato es ejecutada, el traslado de las mujeres está garantizado, con todas las medidas y controles de seguridad, además de una serie de alcabalas, cuyo personal dispone de equipos de comunicación de vanguardia, vehículo que ingresé a la zona debe tener la debida autorización, así mismo algunos de estos puntos de prevención están bajo la potestad de la Guardia Nacional y otros por el Ejercito Venezolano, cuyos componentes militares son susceptibles de corrupción, tomando en cuenta los intereses que se desprenden del tráfico y comercialización de drogas, hay que destacar además el ingreso de las sustancias ilícitas que están comprometidas, dado a que son requeridas por los mineros, quienes en su mayoría son los principales clientes, debido al arduo trabajo, que experimentan en el desempeño de todas las actividades, estos laborantes se refugian a través del consumo, debido a los efectos alucinógenos con lo cual pueden soportar las fuertes cargas de trabajo, que impone las sacrificadas jornadas diarias. En este mismo orden de ideas, se estima que hay un registro aproximado de 150 minas, pero este número no queda allí, pues las estimaciones oscilan entre 350 a 400 minas, que están controladas cada una de ellas por un SINDICATO, cuya organización puede estar integrada con un mínimo de 50 miembros.
Está primera entrega, del presente capitulo, es el inicio de una serie de elementos, como consecuencia de una investigación científico criminal, que se sumaran a otros trabajos, bajo la dirección del Movimiento Fuerza Pública en el Exilio.
⚜️ Abg. William Jiménez Gaviria.
⚜️ Especialista en Derecho Penal.
⚜️ Experto en Investigación Criminal y Forense.
⚜️ Experto en Derechos Humanos.
⚜️ Experto en Inteligencia Política.
*Sumo Sacerdote de la Iglesia de JESUCRISTO de los Santos de los Últimos días.
*Miembro de la Federación Interamericana de Abogados.
*Presidente del Comite Masonico Internacional de Derechos Humanos.
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Twitter: @F_P_en_Exilio.
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