Muera la inteligencia.
Enrique Meléndez
La intención de Freddy Bernal de achacarle a María Corina Machado las amenazas de muerte, que aparecieron escritas contra su persona en la sede del partido Vente Venezuela en un pueblo fronterizo del Táchira con las siglas del ELN, hacen pensar más bien, que detrás de la jugada podría estar él. Por su puesto, se trata de una forma de lavarse las manos el tercio; ya que por ahí busca librarse de cualquier responsabilidad, en lo que concierne a la seguridad de la señora Machado, en tanto que gobernador del estado, si es que vuelve a pisar la región; pero, además, para ocultar el hecho, de que su estado es el más penetrado por dicha guerrilla colombiana, y que él ni se molesta en combatirla. Que, por lo demás, estuvo llena de peripecias la reciente gira, que viene de realizar la señora Machado por algunos pueblitos tachirenses; que hasta entonces no habían sido visitado por los líderes políticos; filtrada por ella misma o por los habitantes de dichos lugares en los cordones policiales, que le coloca Diosdado Cabello por los caminos, que va recorriendo; lo que yo digo que su liderazgo tiene carácter de insurrección popular pacífica; aparte de que la gente, que la acompaña, reporta que en los lugares, por donde va pasando la población sale a las calles a saludarla; algunos se vienen en llanto; pues la tragedia, que vive el venezolano hoy en día, es muy cruda; empezando por la partida de siete millones de compatriotas del país; por lo que el núcleo familiar de nuestra sociedad quedó desarticulado. El miedo es libre: por lo que se ve, los esfínteres están muy flojos.
El hecho se demostró en esta reciente gira suya por Guárico; donde aún tuvo más carácter hazañoso su presencia allí; porque en la medida en el que el miedo avanza, en esa medida más despiadada se vuelve la parte amenazada; que en este caso sería Diosdado Cabello y compañía. Lo que no les da vergüenza, que sea una dama, quien los ha puesto así; que viene a aparecer en un escenario, donde lo que se respiraba era derrota, y aquí no hay sino que huir hacia el extranjero, y de allí el calificativo de dama de hierro. Que lo demostró desde un principio; cuando se lanzó al ruedo político, y por ese coraje con el que lo hizo, llevó hasta golpizas tanto verbales, como físicas. Lo que hace que la gente se amotine más a su favor; como acaba de ocurrir, por ejemplo, en Valle de la Pascua, en cuya entrada colocaron un cordón de hombres uniformados de negro y encapuchados; armados hasta los dientes, para impedirle el paso e, incluso, se sospecha que eran integrantes de la banda delincuencial del "Tren del Llano". El hecho es que la propia gente de Valle de la Pascua la trasladaron por caminos de recuas, que incluyó pases de río en un tractor, trechos a caballo, trechos en motos, y la tercia se les apareció en la tarima, que le tenían preparada estos llaneros. Luego le cayó la prensa encima: una docena de periodistas, a los que hubo que seleccionar; porque el tiempo se iba. Por lo demás, los que presenciaron su encuentro con estos colegas míos, hacen ver que si algo maneja bien la señora Machado es esa habilidad, que los griegos comenzaron a conocer como dialéctica en el tema de las preguntas y respuestas, y como lo ha demostrado en sus encuentros con alguno de mis colegas, que han tratado de apabullarla, y donde hace gala de una cierta ironía desarmadora; cuyos videos se han hecho virales en las redes sociales.
En Ortiz también la fueron a buscar unas muchachas en una moto; de acuerdo a las gráficas que comienzan a correr por las redes; donde también trataron de trancarle el paso, habiendo salido los habitantes del pueblo a su encuentro, para ellos mismos abrirle puerta franca, y, en ese sentido, se trae a colación aquellos episodios, que se vivían cuando Carlos Andrés Pérez estaba en campaña electoral en 1973, y con motivo de aquel eslogan, que le habían creado, de que "ese hombre sí camina", acostumbraba bajarse del automóvil, donde viajaba, en la entrada de los pueblos, y entonces caminaba por sus calles, acompañado por muchedumbres e, incluso, un amigo, que anduvo con el ex presidente Pérez en esas circunstancias, me dice que lo de la señora Machado es mucho más épico; no sólo por la cantidad de obstáculos, que le coloca el gobierno, así como las amenazas de muerte; sino, además, porque al parecer a esta altura su liderazgo, en la presente coyuntura, ha adquirido más dimensión; quizás, además, por su condición femenina con un carácter fiero, y encima esos obstáculos que le ponen, y donde se demuestra que la fuerza bruta no puede más que la inteligencia.
Eso de cerrarle el paso con 25 hombres armados, y que ella los haya burlado; llevando a cabo un trajín, que no es lo más indicado para una dama, y menos de su condición burguesa, para aparecer en una tribuna en Valle de la Pascua; convierte más esa hazaña en emoción, que el propio mitin en sí; en un medio aunque machista; como sería el llanero, donde prevalece en su inconsciente colectivo, para hablar en términos psicoanalíticos, el arquetipo de una dama de hierro, del estilo de Doña Bárbara; una mujer de poder. Por supuesto, sólo que una Doña Bárbara civilizada; con un discurso puesto en función de una razón edificante; que hasta la llegada de Hugo Chávez al poder, mal que bien, funcionaba en este país; es decir, el regreso a la racionalidad política; pues hay que admitir que este régimen chavomadurista tiene mucho de esquizofrénico, y no hay que olvidar que la llegada de Hugo Chávez al poder fue un acto de locura del pueblo venezolano; sobre todo, una clase media que se comió el cuento del discurso de la antipolítica, sin darse cuenta que votaba por un aventurero.
Enrique Meléndez
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