Otro guapetón más
Enrique Meléndez.
Nadie puede estar contento con el resultado de la entrevista entre Nicolás Maduro e Irfann Ali este 14 de diciembre; sobre todo, porque el susodicho nuestro salió con las tablas en la cabeza, y esto porque se metió en un tremedal, a propósito del resultado del referéndum consultivo del 3 de diciembre, que se lanzó como una nube negra, para tratar de empañar la onda expansiva del impacto de las primarias; es decir, nació como un despropósito, sin pensar este señor que iba a tener una repercusión mundial, que hasta llevó a tumbar caretas, sobre todo, las del Caricom; que para ganarse su voluntad política fue que Hugo Chávez siguió la línea, que le fijó Fidel Castro, de que le dejara el Esequibo a Guyana, y fue cuando autorizó al entonces presidente guyanés a que emprendiera las inversiones "sociales", que tenía proyectado llevar a cabo allí, siendo en este caso "lo social" el más universal de los conceptos; lo que da lugar a pensar que esto nació de una componenda entre Bharrat Jagdeo, presidente de Guyana, y Fidel Castro, al que, seguramente, no le costó mucho esfuerzo solicitarle, que le metiera la mano, en ese sentido, convenciendo a Chávez de que esa disputa territorial no era sino una nefasta guerra, heredada de potencias imperialistas; que fue lo que repitió Chávez delante de Jagdeo y de Castro un día infeliz de 2004; como se puede observar en un video, que rueda por las redes sociales; despachando Hugo Chávez más de un siglo de esfuerzos diplomáticos al mismísimo…, cuando por vía satelital se vino a descubrir que esa zona era rica en petróleo; de modo que contando, por una parte, con la idolatría que el difunto sentía por Castro; por otra parte, con su ignorancia o, mejor dicho, su falta de juicio, Jagdeo logró dicho objetivo a favor de su país, y entonces vinieron a aparecer en esas selvas los taladros petroleros, a la cabeza de la Exxon Mobil, seguida de empresas chinas y de otros países. Hugo Chávez le regaló petróleo a manos llenas a la gente del Caricom; además de dólares para financiar el populismo de sus respectivos gobiernos; a nombre de la solidaridad de los pueblos latinoamericanos; lo que entonces los economistas calificaban de "chequera petrolera" que, como la espada de Bolívar, recorría la América Latina y el Caribe. He allí lo que es tener a un aventurero de presidente. ¡Pobre pueblo! Digo que, de seguro, no le costó mucho esfuerzo convencer Jagdeo a Castro; pues no se olvide que éste siempre se ha cuadrado con Guyana en esta disputa nuestra por el Esequibo; como el guapetón de barrio, que defiende a su hermano menor, que también le da a la malandrería, dicho a lo criollo. Además, ganar la voluntad de la región del Caribe para financiar la expansión de un proyecto político fracasado, como sería el de Fidel Castro; cuyo gobierno llevó a la ruina a una isla, que se levantaba con el mismo progreso de los EEUU; gracias a la cercanía fronteriza; arrastrándonos también a nosotros a un abismo sin fondo, que es a donde parece conducirnos la tiranía de Maduro. Pues esta gente le dio la espalda en esta oportunidad y, por supuesto, Cuba.
En efecto, uno ve a estos chafarotes como el hermano, que se ha convertido en el guapetón del barrio, y se rodea de una banda de sicarios, dedicados al atraco, la extorsión y el chantaje; son los famosos pranes, dueños de zonas, y por las que desatan verdaderas disputas, que se resuelven a plomo limpio; territorio inhóspito para las patrullas policiales; porque la actitud de Irfaan Alí no dejó de ser también la de un malandro soberbio. Empezando, porque se llevó una pulsera, donde tenía estampado el mapa de Guyana, incluido allí los 196 mil kilómetros cuadrados de nuestro Esequibo, que nos fueron arrebatados por unos piratas del mar, que se fueron apoderando de islas, estrechos, bocas de ríos navegables, y que actuaban a nombre de la corona británica; como decía Antonio Guzmán Blanco, por el poder de la fuerza; lo que significa que a la hora de sincerarse de potencia a potencia, en los términos de la intención de los británicos de apoderarse de las bocas del Orinoco, que no los detenía nadie allí, y venían por éstas; uno intuye que EEUU, invocando la Doctrina Monroe (América para los americanos), medió, para que tal circunstancia no se produjera, a cambio de que Inglaterra se apoderara de nuestro Esequibo, sin pasar de ahí; cosa que le consta a Irfaan Alí, y por eso hablo de un guapetón de barrio en su caso también. El sabe que fue un arrebatón. Por supuesto, a uno asimismo le queda el resentimiento, de que han humillado a un hermano de uno; cuyos errores los termina pagando el pueblo venezolano, muerto de vergüenza.
Que, por cierto, es lo mismo que acaba de suceder en el caso de Lula, que fue el artífice, para que ambos presidentes se sentaran en la mesa; tomando en cuenta que su país tiene intereses en esa zona; empezando, porque Brasil construye una autopista allí, que va a permitirle a su producción económica tener salida al Caribe; además, por supuesto de un puerto, para buques de gran calado; preocupado, por lo demás, Lula porque el conflicto podría dar lugar a un enfrentamiento armado, y fue cuando dijo que en la América Latina no queremos guerras. Obsérvese, que el propio Irfaan Alí ha dicho que en esa reunión no se habló nada de problemas fronterizos, sino de que el señor Maduro cierre el pico, dicho en términos coloquiales; puesto que este referéndum, en el fondo, era una provocación; al tiempo que venía a constituir una bofetada a la CIJ, y a la que debe ir el próximo mes de abril. Aparte de que Maduro asistía a ese evento con plomo en el ala; pues, por una parte, estaba lo de Chávez y su disparatado desprendimiento; por la otra, la derrota de este referéndum.
REMISIÓN:
De: Enrique Melendez O. <melendezo.enrique@yahoo.com>
Date: dom., 24 de diciembre de 2023 7:27 a. m.
Subject: Artículo / Otro guapetón más
De: Enrique Melendez O. <melendezo.enrique@yahoo.com>
Date: dom., 24 de diciembre de 2023 7:27 a. m.
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