De: Enrique Melendez O. melendezo.enrique@yahoo.com
Date: dom, 10 dic 2023 a la(s) 6:21 a.m.
Subject: artículo.
Lamentos
de cornudos
Enrique
Meléndez
La sentencia del TSJ, mediante la cual
se desconocen los efectos de los resultados de la elección primaria, no deja de
tener una cierta ironía; de hecho, produjo humor en las primeras de cambio;
pues nadie se explica que se anule un resultado, que ha sido consumado por una
voluntad general, con gente en la calle, acudiendo a la convocatoria de dicho
proceso; que es lo que ha llevado a muchos a decir que “con el ojo afuera, ya
no vale Santa Lucía”; hablo de ironía, es decir, no deja de ser una burla a la
ciudadanía; porque, en el fondo, esconde un despropósito, y es ratificar la
inhabilitación de María Corina Machado; como segundo punto de la sentencia. Es
decir, se trata de un cascarón, que envuelve dicho despropósito; pues haber
ratificado aquella medida de conculcación de un derecho político a la señora
Machado sin un “picante bolivariano”, se veía demasiado descarado el asunto;
aun cuando, corrió por las redes sociales un comentario, relativo a un impasse
que se produjo entre los magistrados y el régimen; pues, al parecer, entre los
magistrados se maneja la tesis, de que se trata de una medida muy truculenta;
pues la prórroga de esa inhabilitación, que sería la esencia en este caso, ha
debido producirse a finales de 2015, habiéndosele sido impuesta en 2014; que
ella asumió. El motivo de esta pena, de acuerdo a la versión que yo manejo,
responde al hecho, de que la señora Machado no acusó recibo entre sus ingresos
de unos cestaticket, que recibió siendo diputada, a la hora de la declaración
de su patrimonio; cosa que no es tan grave, como para venir con una prórroga de
15 años; lo que supone, como decía, una conculcación de los derechos políticos
de una persona, sólo por el hecho, de que de la noche a la mañana se transformó
en una real amenaza electoral.
Incluso, uno todavía a comienzos de
año veía el proyecto político de la señora Machado como muy peregrino en medio
de un totalitarismo, que actúa en forma implacable, conforme lo vemos en esta
oportunidad con la sentencia de marras. Por supuesto, Diosdado Cabello, tan
basto como su mazo, fue su mejor jefe de campaña; porque se encargó de hacer de
ella un mito; un mito femenino, que a muchos nos llevó a pensar en una Doña
Bárbara pasada para el lado de la civilización o, más fino aún, una Dama de
Hierro a lo Margaret Tatcher; porque, en el fondo, el proyecto político de la
señora Machado no tiene nada que ver con ese bolivarianismo chato y delirante, con el que llegó Hugo Chávez a la palestra
pública; puesto que la que la mueve es la idea del progreso; retomar la senda
del desarrollo económico y social que el país traía desde la puesta en práctica
de la tesis del Pacto de Puntofijo; del cual se cumplen 65 años en estos días;
que supone, al mismo tiempo, un asalto a la racionalidad política; perdida
desde que ese señor hizo dicha aparición, oloroso a pólvora y con el uniforme
de teniente coronel ensangrentado, y expresó en su discurso de rendición, a
propósito de su frustrado golpe de Estado, un famoso “por ahora”; que un pueblo
poco malicioso se lo consintió. A medida que Cabello pretendía chalequearle la
campaña electoral a la señora Machado, colocándole obstáculos en las rutas, por
donde transitaba, y ella los burlaba, en esa medida iba fraguando ese mito;
unido al profundo descontento de un pueblo, azotado por el hambre y la miseria;
de modo que su presencia en las tarimas, una vez que vencía todos los
obstáculos, incentivaba más la emoción en la gente.
Porque cercenarle los derechos
políticos a una ciudadana, es también cercenarle el derecho al pueblo a elegir
el candidato de su preferencia; de allí que el medio social venezolano le diera
carácter de insurrección popular a su peregrinar, al estilo de Gandhi, al
sortear caminos, para colocarla en esas tarimas; tanto más que por esa vía lo
que se persigue es una salida maquiavélica; como es la de que la oposición
abandere a un candidato de la preferencia de Nicolás Maduro, y que es lo
primero que rechaza la señora Machado. Ahora, lo más insólito de esta situación
no es tanto lo extemporánea que resulta la sentencia, sino que pretende
convertir un evento de carácter privado de la sociedad civil; cuando digo
civil, me refiero a lo orgánico de esa sociedad, al país político, como sería
la elección del candidato presidencial de la unidad, que daría lugar esa organicidad,
en un crimen político; se declare a Jesús María Casal enemigo número uno de
Venezuela; se le cite a la Fiscalía; se le interrogue durante cuatro horas, y
se le censure ante la opinión pública; así como a los demás integrantes de la
Comisión Nacional de Primarias.
He allí el reflejo del sentimiento de
abandono, que sintió la gente que nos gobierna; tan pronto se anunciaron los
resultados, y lo peor es que los centros de votación más concurridos fueron
aquellos de los sectores que en otra época constituían el llamado pueblo de
Chávez: “con hambre y sin empleo; con Chávez me restreo”. Enseguida saltó la
plana mayor oficialista a cantar fraude. Ahora, en medio de este concierto o en
medio de este “lamento de cornudos”, el único de esa banda que ha sido sensato,
ha sido Francisco Arias Cárdenas, quien los ha llamado a que abran los ojos.
Que lo único que les queda es negociar su salida. Sobre todo, porque no tienen
plata; para responderle al país, y lo que van a recibir, se llevará a cabo bajo
las condiciones, que le ha puesto el mundo occidental a esta tiranía; sobre
todo, en lo relativo al tema de las inhabilitaciones, que propiciarían un cambio
de gobierno; de acuerdo a las expectativas, que abriga dicho mundo. Por
supuesto, eso representa la joya de la corona para el régimen, y quizás la ha
ratificado en la sentencia para negociar quién sabe qué.
Se filtraron las primarias
Enrique Meléndez
Se presentó y dijo, pero hemos andado por un largo y tortuoso camino en este proceso de las primarias. En efecto, cuando se anunció a comienzos de año, octubre se veía demasiado lejos. El espíritu del país entrañaba el más desalentador pesimismo. Nadie creía en nada. El proyecto de Juan Guaidó, que vino a representar el mismo fenómeno, que constituye hoy en día el de María Corina Machado, en su mejor momento, hizo aguas; su presidencia interina no pasó de ser una entelequia. De hecho, tuvo que salir del país, precisamente, valiéndose de una conferencia, que llevó a cabo Gustavo Petro en Colombia, a los fines de abordar el tema de la crisis humanitaria, que vive Venezuela, y donde concurrieron la mayor parte de los jefes de Estado de nuestra región; con la excepción del propio Nicolás Maduro, so pena de caer en manos de los cazarecompensas; constituyendo en ese medio un aguafiestas Guaidó, quien no era invitado, pero trató de ser el primer chicharrón en el escenario; luego éste pasó a los EEUU y a continuación vino el show del gobierno; tras la denuncia de que el tercio se había robado 19 mil millones de dólares; por lo que solicitaba su extradición. A rey muerto, reina puesta. Entonces aparece la figura de la señora Machado; a quien se veía como muy fuera de orden ante las circunstancias:
-No contamos contigo, María Corina-, se le decía cada vez que el G4, sobre todo, tomaba alguna decisión; donde salía a relucir una cierta capitulación, como lo que acaba de ocurrir en Barbados, a propósito del diálogo gobierno-oposición, y ella no estaba de acuerdo.
-Conmigo no cuenten-.
En su caso se observa un liderazgo que se ha venido construyendo a base de errores; que ella reconoce; pero que le han servido para madurar y ser más acertada a la hora de tomar algunas decisiones. Por supuesto, traía un acumulado; una trayectoria, y aquí es donde ella ha comenzado a cobrar, sostenida a base de firmezas; de diferenciarse del otro; que, para decirlo en criollo, están más rayados que una cebra en términos éticos, y que es lo que ha venido a configurar en estos instantes, lo que algunos columnistas llaman "un todos contra María Corina" (TOCOMA); porque no perdamos de vista, que fue por iniciativa de la oposición "Alacrana", que se trajo a colación el tema de su inhabilitación. ¿Está o no está inhabilitada? La señora Machado lo ha dicho bien claro:
-Yo no he recibido ninguna participación de ningún ente oficial, que me notifique, al respecto.
Lo acertado que fue la Comisión Nacional de Primarias estriba en el hecho, de que no se circunscribió sólo a los precandidatos habilitados, sino que admitió a todo el mundo; lo cual dejaba desarmado al régimen, si se toma en cuenta que, lo más probable era que inhabilitara al ganador de las primarias; bajo la excusa de que no fue arbitrado el proceso por el CNE, hipotéticamente hablando, y al estarlo ya la señora Machado el régimen queda con el juego trancado. No hay que pasar por alto que en Barinas, al saberse que Freddy Superlano había resultado ganador de las elecciones a la gobernación de dicho estado; entre gallos y medianoche fue inhabilitado; mientras que la elección en sí le da legitimidad de origen al nuevo liderazgo, que se impone a partir de allí, si se tiene presente que habla la voluntad general de un país. Además, el gobierno no encuentra en la oposición una figura, que pudiera escamotearles los votos a la señora Machado; es decir, la virtual ganadora de este proceso; si es que se da; puesto que a la hora de escribir estas líneas se habla de planes de Diosdado Cabello de abortarlo. En una forma solapada el régimen ha venido obligando a ciertos lugares, que se habían prestado como centros de votación, a desistir de esta cooperación: colegios, centros sociales, casas de familia; aparte de que como un efecto dominó, han venido renunciando autoridades de las comisiones electorales regionales y locales a nivel nacional, bajo presión; encima de que muy poca gente ha ubicado su centro de votación, porque todos los buscadores electrónicos, que se han dispuesto, para uno averiguarlo, han sido bloqueados. El hecho es que el gobierno está enfotado en su circunstancia; como cadena que se le ha enrollado en sus pies, puesto que estas primarias se le han filtrado por los palos; a pesar de todos los intentos por detenerlas.
Por lo demás, quedará muy truculenta la jugada, que acaba de hacer Henrique Capriles, de renunciar a última hora; uno diría al alimón o en complicidad con Manuel Rosales, quien le había ofrecido su apoyo, cuando se lanzó como precandidato, y quien acaba de manifestar su aspiración a lanzarse, sin haber participado en las primarias y, si se parte del hecho, de que el régimen no dejaría inscribirse a la señora Machado para la elección presidencial, Rosales vendría a ser el candidato de la oposición, tal como lo han venido revelando algunos comentaristas políticos; además del segundo que resulte de la elección, y que sería Carlos Prosperi, quien estaba en un tercer lugar, por detrás de Capriles, según algunas encuestas. Es decir, lo que quiere el régimen: un escenario que incite a la gente a no votar; puesto que ese escenario de una oposición dividida, además de Rosales y Prosperi, muchos otros candidatos, le permitiría a Nicolás Maduro imponerse. El hecho es que, para la celebración de las elecciones presidenciales falta un largo trecho todavía; donde está presente un nuevo liderazgo, al que el 80% de la población lo apoya: un contrapoder, que goza de una legitimidad de origen, puesto que está respaldado por la mayoría del país.
El discurso del odio
Enrique Meléndez
Aquí estamos como el caso del cuento, que relata Paulina Gamus en su último artículo, donde habla de un pueblo, donde no llovía, y así que el cura invitó a la población a salir a las calles, a rezarle a Dios, para que lloviera; a lo que todo el mundo le hizo caso, y en ese medio el único que salió con un paraguas fue un niño. Es decir, lo único que nos queda es la fe; tanto más cuando hay un gobierno, que se ha pronunciado, no a favor del pueblo palestino, en esta guerra Israel – Palestina, sino a favor de un grupo terrorista islámico, que ha llevado a cabo una acción, que ha indignado a la humanidad entera, sobre todo, porque se trata de un golpe bajo, en todo el sentido de la palabra: una bajeza; una masacre, como ha sido calificada. En efecto, en el mundo de hoy, donde han desaparecido las ideologías, está presente un espíritu maniqueo; el del bien y el del mal; es decir, hay una corriente de la humanidad, que se empeña en tener a la malignidad por razón; la escuela del diablo; vivir en las tinieblas: un eje representado por Rusia, Irán, Siria, Corea del Norte, Afganistán, China, Cuba, Nicaragua y Venezuela; cuyos regímenes de gobierno constituyen totalitarismos crueles y primitivos; donde ha desaparecido el estado de derecho, y priva la ley de la selva, esto es, del más fuerte; misóginos, en especial, Irán y Afganistán; de modo que aquí surge la pregunta: ¿qué se puede esperar de un gobierno, que se identifica con esta corriente?
Lo que decía Pascal: Dios es un sorteo. Aquí estamos en lo mismo, que es el sentido del artículo de la señora Gamus: María Corina Machado en las presentes circunstancias se trata de un sorteo; porque ese es el problema que se le plantea a Putin y compañía; cuya tesis política se basa en imponer dictaduras de viejo cuño; verdaderas barbaries, que se oponen a la corriente del progreso; que es lo que representa la señora Machado, y donde prevalece el culto al caudillo de turno; empezando por Putin, para terminar con Hugo Chávez, cuya adoración todavía perdura en las televisoras del Estado: vida y obra del "comandante eterno": el Chávez de la epopeya; el Chávez lírico (pletórico, el hombre), además del Chávez trágico, que es el más patético de todos. Entre tanto Maduro es presentado como su mampostería. Pero ese es el Chávez, al que toda Venezuela ya está consciente, de que es el autor de la situación de miseria, en la que se debate; donde los niveles de pobreza de su sociedad llegan a más de 90%, si es que partimos del hecho, de que el sueldo mínimo ya apenas alcanza a dos dólares. Lo que explica, a ese respecto, el surgimiento del fenómeno político, que ha venido a configurar la señora Machado, sobre todo, porque se trata de una líder; que tiene arrinconado al gobierno, no sólo por su presencia en las calles en forma de reto público; que ha venido a significar una especie de insurrección pacífica al estilo del Gandhi, sino también por su verbo implacable; que cualquiera no se atrevería a utilizar, y que lo hizo hasta con el propio Hugo Chávez.
Obsérvese si no está presente en la conciencia de esta gente el espíritu siniestro; pues hace unos meses atrás me hice eco de una denuncia, que me llegó, en lo particular, acerca del médico anestesiólogo José Alberto Villegas, quien le salvó la vida a Jesús Hidrobo Amoroso, alias, "El Duque"; cuando le efectuaba un procedimiento de injerto de cabello; ya que al serle suministrada la dosis de anestesia, que se requería, en ese sentido, entró en coma; a consecuencia de una reacción, que experimentó su organismo al contacto de la anestesia con una sustancia, que había en su sangre, y que había ingerido durante una celebración, a la cual había asistido días atrás, y si no es porque Villegas cuenta con equipos diseñados, especialmente, para asistir al paciente a la hora de un estado de coma, como en el que cayó Hidrobo; sin haberle advertido, previamente, a éste que había estado en dicha celebración; lo que hubiera implicado una posposición de dicho procedimiento de injerto, a la espera de la debida desintoxicación. ¿Cómo paga el diablo? De inmediato, el señor Elvis Amoroso, padre de "El Duke", siendo entonces Contralor General, acusó al médico, en cuestión, de intento de asesinato; en virtud de que su hijo a partir de allí permaneció por varios días en una clínica bajo estado de coma, y sigue preso Villegas; ya que cada vez que se convoca a una audiencia, para definir judicialmente su caso, el señor Amoroso exige estar presente; luego se tiene que levantar, porque el susodicho no comparece. ¿No es esta la justicia del yo "El Supremo"? Por algo se es presidente del CNE: el verdugo de las inhabilitaciones, se le dice en los bajos fondos, y si se trata de salvar la reputación de un hijo (cantante de salsa, el famoso Duke) se va a los extremos. ¿Las apariencias engañan?
Hay algo en lo que viene poniendo énfasis el gremio de abogados de este país: más del 90% de los jueces son transitorios. Esto significa que ellos dependen de la voluntad, de quien los ha llevado hasta allí; pues otra rana cantaría, si fueran electos por concursos de oposición; que es lo más opuesto a la libertad. En consecuencia, vivimos bajo un Estado de terror, y que se manifiesta en el hecho, de que en una forma sobrevenida se le aplica a la señora Machado la medida de inhabilitación; que yo la he llamado burocrática; si se toma en cuenta que fue anunciada, no por el señor Amoroso, entonces Contralor, sino por un funcionario de segunda línea y que, al final, terminó participando en el concurso, para ser rector del nuevo CNE. He allí el país de las nulidades engreídas y de las posiciones consagradas, como se viene diciendo desde el siglo XIX. ¿Qué nos queda? Apostar por la existencia de Dios, que es apoyar a la señora Machado.