REVOLUCIÓN Y DESAROLLO. Por: Sammy Landaeta Millán.
Siempre he tenido la curiosidad de saber como se percibe en esencia desde el exterior, el supuesto proceso revolucionario que vive Venezuela, con respecto al desarrollo integral del país. Quisiera tener la expresión viva de los inversionistas extranjeros cuando escuchan los calificativos presidenciales al referirse a la “revolución pacifica pero armada”. De hecho los dos vocablos son incongruentes ni las páginas de la historia de la era emancipadora, moderna y mucho menos en la época contemporánea permiten asociarlos porque no existe revolución pacífica y mucho menos si es armada.
La presencia de un posible escenario cataclismico, ha permitido que se halla incrementado el éxodo de venezolanos y extranjeros residentes en nuestra tierra, hacia diversos países de Europa, América y en general hacia otras latitudes porque temen que en nuestra patria se presente un desenlace fatal ante la crisis política que vive la Nación, agravada por la destrucción de las instituciones, el resquebrajamiento de la economía, ante la perdida de soberanía por la presencia de un gobierno autocrático con vicios totalitaristas que deteriora la democracia, amenaza la paz y pretende arrebatarnos de las manos la libertad.
Proyectarnos en esa forma hacia el futuro tratando de tener acceso a los rieles del desarrollo es utópico porque lamentablemente visualizamos que con la actual gestión gubernamental nos quedaremos en las viejas estaciones del ferrocarril cafetalero de los tiempos de la colonia, donde el régimen ha pretendido llevarnos por voluntad de la invasión sistemática castro comunista. Reconozco que hablar de desarrollo no es fácil, de hecho en el texto “Las condiciones culturales del Desarrollo económico”, su autor Mario Grondona señal que un país para pasar del subdesarrollo al desarrollo es como situar lo primero en la estación de salida y lo segundo en la estación de llegada, en síntesis, es un camino, una vía, es una dirección con el mismo sentido, pero lamentablemente en Venezuela parecería que la trayectoria es circular no visualizamos hacia donde vamos porque no lo sabemos en lo social, en lo político, en lo militar, en lo cultural y mucho menos en lo económico, somos un país sin rumbo, sin norte y sin guía.
Pero como el todopoderoso nos señaló que después de la tempestad viene la calma y después de la oscuridad renace la luz, es allí donde los Venezolanos debemos centrarnos, disponemos de un recurso fabuloso insertado en la constitución nacional vigente erróneamente llamada bolivariana, la cual nos da la alternativa real y cierta de salir de las incapacidades del mal gobernante mediante el referendo revocatorio presidencial.
Al materializarlo inicialmente, con el procedimiento de El Reafirmazo y ante el resultado favorable a los demandantes de más del 55% de las firmas de la solicitud revocatoria, la legitimidad del gobierno estaría cuestionada y en entredicho y el fantasma de Miraflores tendría dos opciones; la de desaparecer presentando su renuncia o la de atemorizar mediante la radicalización de su revolución convirtiéndola de pacifica en violenta.
De no darse ninguna de las situaciones anteriores, el país nacional debe proyectarse en el refrendo revocatorio para luego retornar al camino adecuado y esto ultimo requiere urgente salir del presidente porque avanzar hacia el desarrollo en un proceso de revolución es inviable para la Nación, de acuerdo con el siguiente postulado del padre de la patria:
Simón Bolívar.
Institucionalmente:
Sammy Jesús Landaeta Millán.
Coronel Aviación.
CIV-3.441.697
Email: sammylan@yahoo.es
Twitter: @ProtestaMilitar
Caracas, 29 de Octubre de 2003.