30 de NOVIEMBRE Y SU
TRASCENDENCIA CONSTITUCIONAL
Son muchas las veces
que en los últimos años me he referido a esta memorable fecha y asimismo son
innumerables los compatriotas que han manifestado su reconocimiento al
innegable valor de ese insigne margariteño,
JÓVITO VILLALBA, que al lado de otros valientes de todo el país, se lanzaron a la lucha, con fe de victoria porque sabían que en esta contienda civil, tenían
el arma más poderosa: La palabra y los
mejores venezolanos estaban de su lado, el Dr. Ignacio Luis Arcaya, Don
Mario Briceño Iragorry, entre muchos otros. Es verdad que no fue fácil, porque
había presencia militar en las calles y la vida era un simple blanco de las
balas asesinas de los esbirros del
perezjimenismo.
No era fácil asumir
la conducción de un movimiento, para enfrentar a un gobierno militar,
dictatorial y asesino. Las cárceles estaban ahítas de intelectuales, de
trabajadores, de dirigentes políticos y de estudiantes; ya comenzaba el miedo
en Caracas y las primeras gotas de sangre testimoniaban que había un pueblo que
estaba dispuesto a la lucha. Era indispensable entonces, organizar aquella
rebeldía; hacía falta un venezolano ejemplar y un partido político sin máculas
de colaboracionismo, con regímenes pasados; aquel hombre debía ser UN LÍDER, que fuese capaz de tener las
dos virtudes: admirado y obedecido y que
además no tuviera rivalidad, ni dentro, ni fuera del país; un líder de calle
pero también del claustro universitario, un hombre de talento de garbo y de
donaire; un mago de la palabra articulada pero también de la palabra escrita y
finalmente, debía ser un hombre de historia, pero de historia de sacrificios y
de victorias y ese hombre fue Don JÓVITO
VILLALBA.
Allí, a su lado testimoniando los hechos, estaba su gesto varonil
del 28, cuando fue la cabeza visible de aquel primer movimiento civil contra el
gomecismo y fue también linterna y fuste, cuando hizo retroceder al Presidente
López Contreras, quien aceptó sus peticiones, cumpliéndolas a cabalidad.
Años
más tarde, el Presidente López, reconocería que había terminado su mandato
gracias a la generosidad de Villalba y hubo paz en Venezuela, hasta el punto,
que el Presidente López rebaja su mandato de siete a cinco años y en sana
administración, entrega el poder al Presidente Medina, que resultó el mejor gobierno constitucional que hasta
la fecha ha tenido Venezuela, pero un golpe cívico-militar de los chavistas
de aquel tiempo, desbarató el hilo constitucional y de nuevo la anarquía reinó
en Venezuela. El caldo de cultivo estaba listo para el saqueo, la corrupción y
la apropiación de la riqueza nacional.
Hoy, a tantos años de
aquel triunfo civil del 52, hay que destacar que por primera vez, se impone en
el país la tesis de Villalba, de que la
unidad nacional es indispensable para el triunfo de los pueblos, pero no la
unidad de los partidos, sino la unidad de todos, de los gremios, sindicatos,
estudiantes y que no tiene ningún parecido, con esta mal llamada Mesa de la
Unidad Democrática, que apropiándose de la tesis de Jóvito, nos presenta este
parapeto que llaman Unidad Nacional, cuando en efecto, es una simple unión de Partidos,
pero además, es una unión censitaria, porque para formar parte de ella, y
aspirar a representar a una comunidad,
se debe pertenecer a uno de los partidos de la llamada Mesa de la unidad y no
solo eso, sino que además, el partido postulante, debe tener los votos
suficientes para respaldar la petición, es decir, hay que tener votos previos y
mucho dinero para la campaña.
Así pues, ésta mal llamada unidad nacional es
un plagio de aquella unidad del 52. La MUD es un acuerdo entre Partidos; podrá
ser una unión, que es un término del Derecho, pero jamás una UNIDAD, porque esta no necesita para
existir, acuerdos entre partes. LA
UNIDAD, es un término de la sicología, es un sentimiento, un acto de la emoción popular,
cuando los pueblos deciden asumir el liderazgo y enceguecidos por un
sentimiento indescriptible, o cargan al líder sobre sus hombros, o lo apartan y
siguen solos en pos de su objetivo.
Finalmente
debo referirme al 30 DE NOVIEMBRE Y SU
TRASCENDENCIA CONSTITUCIONAL; la tarjeta de U.R.D., se presenta como el Partido de la Unidad Nacional y la Integración
Republicana. ¿Y esto que significa? Pues sencillamente, que todas las FUERZAS
VIVAS de la nación, estén representadas en lo posible, por todos los
organismos de representación popular, es decir, los gremios, los intelectuales, las fuerzas
sindicales, las Academias, las Universidades, etc., etc. y esto debe ser una
disposición Constitucional, porque de no ser así, estaremos asistiendo al
bochornoso espectáculo de la hegemonía de una agrupación política, en
detrimento de la otras entidades partidistas que no podrán evitar la
formación de una sola voz, que hará
nugatoria la existencia de los tres poderes fundamentales, que son la razón y
vida de los regímenes democráticos. Igualmente, la Integración Republicana, es
el amparo de un régimen democrático. No es posible que un Presidente de la República,
que resultara ganador de un proceso electoral, por la menor diferencia, se
convierta en tirano de los perdedores y se apropie de todas las decisiones
fundamentales de la República.
Asimismo, no debería
ser, que aquel partido que arropara con una mayoría aplastante, se apropiara de
todas las decisiones que en materia de gobernabilidad deben realizarse en la
patria. No, democracia es la convivencia de todos, no la supremacía del
vencedor en detrimento de las mayorías, propongo que por la vía de una reforma
constitucional se busque el equilibrio de las
fuerzas fundamentales del país, estableciendo por ejemplo, que ningún
partido pueda tener más del 30 por ciento de los diputados que conforman la
Asamblea, y por tal decisión surgirán, por lo menos cuatro grupos, tres grupos
de 30 por ciento y uno de 10 por ciento. Finalmente, deben establecerse
condiciones mínimas, pero significativas, no solo para el Presidente de la
República, sino también para todos los cargos de representación popular y de
ejercicio ejecutivo.
Para
concluir, debo solicitar la opinión de los hombres y mujeres que piensan y les
duele este país para que estudien la posibilidad no solo de la doble vuelta
para la selección del Presidente, sino que además, ésta se haga casi
obligatoria, elevando al 55 por ciento la cifra para la designación inmediata.
Esta proposición se formula por las características especiales que he venido
observando en el pueblo venezolano y en sus dirigentes políticos.
REMISIÓN: Nelson Maica C.
IMAGEN: Cortesía de LAS VERDADES DE MIGUEL/ Edición 520: La celada a Villalba