IORFAN: Algunas consideraciones históricas.
REMISIÓN: Por bondad, y cortesía de Moises Brunstein.
IORFAN: Algunas consideraciones históricas.
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El precio de un juez
Enrique Meléndez: Periodista, Escritor y Reportero, venezolano, Licenciado en Comunicación Social y Filosofía, en la Universidad Central de Venezuela; con estudios de posgrado en el Instituto de Altos Estudios de la América Latina de la Universidad de La Sorbona, París III, de Francia, Columnista del Semanario La Razón, en Venezuela, y autor de un diario político-filosófico, titulado: "Diario de la Quinta República: cronología de la destrucción de Venezuela", cuyo primer volumen está publicado en la biblioteca virtual de Amazon.
¡EL LÍDER ERES TÚ!
Enrique Prieto Silva
Miércoles 17 de noviembre de 2022
Indiscutiblemente, el factor de perturbación en Venezuela es la falta de un liderazgo claro y capaz de orientar la política nacional hacia el deseo de todos: "lograr un régimen de gobierno que respete el mandato constitucional y logre volver la paz". ¡Si, así de simple!, a pesar de los malos augurios y los entrabadores tanto dentro como fuera del país que insisten en la radicalización de "sacar al régimen", sin querer darse cuenta que el régimen que tenemos es producto de la desidia de quienes insisten en pedir medidas para atacar al gobierno, que lo que hacen es destruir el país. Ya los que vivimos en esta tierra de gracia y nunca hemos pensado abandonarla, tenemos que sufrir las inclemencias de falta de algunos elementos esenciales que se encuentran en las secuelas de las medidas.
En nuestro caso, tenemos productos que generamos en empresas de Estados Unidos y no podemos beneficiarnos de ellos porque las medidas no permiten envíos al país. Igualmente, es imposible hacer transacciones bancarias porque hay muchas restricciones. Hay también productores que no pueden incrementar su producción porque son atacados como "colaboracionistas" y son mal vistos por la comunidad de los incrédulos o tontos útiles; a los que se suman los chavistas antimaduristas que siguen el juego a esos opositores.
Se sabe, sin duda alguna, como lo hemos dicho, que Venezuela vive una tragedia en la que todos somos actores, aunque muchos creían que sólo eran espectadores imparciales, con el derecho constitucional de sentirla y sufrirla como simples seres humanos, con derechos sin deberes. Se auto nominaban sufridores del pueblo en masa dispuestos al sacrificio por un ideal que desconocían y confundieron con el pensamiento mesiánico de un líder emulador del Padre de la Patria; líder, quien solo sigue un libreto extraído de mal interpretadas páginas de la historia. Toda una realidad indiscutible, pero a esa realidad muchos de estos líderes se fueron al exterior por su propia voluntad y sin ton ni son se unieron a la diáspora creciente que ya había fraguado un gentilicio antichavista y anti régimen abominable, lo que los ubicó con razón y derecho en los lideres antirrevolucionarios, aunque muchos de ellos auparon las pandillas de los colectivos que patrocinaron el enjambre avispona identificado con el "rojo rojito" de la revolución.
Revisamos la crítica situación económica del país, y percibimos que ella es el reflejo de la maligna idea propugnada por muchos de "bloquear a Maduro", sin darse cuenta que no es Maduro quien recibe la malignidad de la miseria, sino somos los venezolanos que vivimos en esta tierra de gracia. Por ejemplo, JOSÉ María Nogueroles, presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela afirmó que Venezuela no cuenta con crédito en ninguna parte del mundo. Estimó el decano de la banca venezolana, que en el mercado local circulan poco más de 2.500 millones de dólares y advirtió que una economía dolarizada «ayudaría a paliar estas dificultades transitorias que tenemos»; pero pensamos nosotros que eso sería conveniente y sabemos que el régimen no ha procedido por la malicia desde el exterior de bloquear la economía venezolana, lo que nos conduce al hambre y la miseria, y pudiera ser tarde cuando cesen estas malignidades.
Nosotros seguimos insistiendo en tratar de convencer a los connacionales en el exterior de que cesen en el ataque contra el gobierno venezolano y se inmiscuyan en el grupo que intenta recuperar la unidad democrática opositora para lograr su cambio en los venideros procesos electorales en marcha. Ya quedó clara nuestra insistencia de que optar por la fuerza interna o externa para recuperar la democracia es un suicidio.
Vamos a referirnos a uno solo de los opositores en el exterior, el colega Humberto González Briceño, cuya prosa en reciente artículo dice: "La política emprendida por la falsa oposición venezolana y el interinato de Guaidó parece buscar varios objetivos, pero ninguno de ellos se plantea o conduce a sacar al chavismo del poder. Por el contrario, si algo parece asegurado es el atornillamiento del régimen chavista gracias precisamente a una postura entreguista y colaboracionista auspiciada por los partidos del G4 y ejercitada por el hamponato interino. Esta postura se desagrega en tres componentes fundamentales: Las elecciones, las negociaciones con el chavismo y el manejo de los activos de Venezuela en el exterior." ¿Entonces?. Concluimos en que no hay forma ni nadie con buenas intenciones. Aquí pregunto a González Briceño y a muchos otros compañeros de la Oposición. ¿Qué hacemos o podemos hacer para volver a la democracia y recuperar a nuestra Venezuela democrática sin guerra?
Antes alertamos a los coterráneos que están fuera del país y no tiene medidas persecutorias legales o políticas, que vayan pensando en regresar para que se incorporen al trabajo fecundo y a la preparación de los venideros procesos electorales. Deben dejar de lado su discurso de ataque a Chávez y al chavismo que ya no existen y enrolarse para ¡Volver a Venezuela!; como dice Pérez Bonalde en ¿Vuelta a la Patria! "…Ya la vista columbra/las riberas bordadas de palmares/y una brisa cargada con la esencia/de violetas silvestres y azahares,/en mi memoria alumbra/el recuerdo feliz de mi inocencia,/…" .
¡Volver a Venezuela!: Llevo tu luz y tu aroma en mi piel/y el cuatro en el corazón/Llevo en mi sangre la espuma del mar/y tu horizonte en mis ojos…
¿Qué hacemos?, ¡El líder eres tu!
@Enriqueprietos
Nov 15, 2022 | Actualizado hace 14 horas
¿Por qué Pdvsa, autorizada por su accionista, adquirió refinerías en el exterior? ¿Por qué vendió su participación accionaria en nueve refinerías en Europa y cinco en los Estados Unidos? ¿Por qué no construyó más refinerías en Venezuela? ¿Por qué adquirió acciones en refinerías en Cuba, República Dominicana y Jamaica? ¿Es importante mantener las tres refinerías de Citgo? ¿Por qué algunos dirigentes de oposición no les importa que los acreedores se puedan apropiar de Citgo?
Refinar no es el mejor negocio. Es más rentable producir y exportar el petróleo, sin complicarse con manejar refinerías que son costosas de mantener, tienen riesgo de accidentes, el control ambiental es estricto y el margen de ganancia es a veces muy estrecho e incluso negativo. El problema se presenta cuando se producen grandes cantidades de petróleo pesado, de menor demanda. Esto fue lo que previó la Pdvsa meritocrática cuando el accionista aprobó sus planes para llegar a producir hasta seis millones de barriles por día, gran parte de petróleo pesado. La idea era comprar mercado para tener acceso a los grandes consumidores. Para ello, se adquirieron refinerías operativas en condiciones ventajosas. Eran necesarias para cuando aumentara la producción.
Recordemos que el presidente Hugo Chávez ofreció que, para fines del 2012, estaría operando una refinería en Barinas y otra en Cabruta, y que para el 2015 estaría lista una en Caripito. Se quedaron en promesas y, probablemente, algunos se beneficiaron de los desembolsos iniciales. Ninguna tenía justificación económica, pero el populismo de Chávez y la alcahuetería de Rafael Ramírez Carreño las promovieron.
La venta de refinerías en Europa y en Estados Unidos fue para ayudar el flujo de caja de Pdvsa y para gastos del gobierno, así como por considerarlas no estratégicas. En cambio, sí consideraron importante adquirir unas en Cuba, República Dominicana y Jamaica, que perdimos porque esos países consideraron que Pdvsa no había cumplido con el suministro de petróleo.
Nos queda el complejo de Citgo, integrado por las refinerías de Lake Charles, con capacidad de procesar 425.000 barriles de petróleo por día (b/d), Corpus Christi, con capacidad de 157.000 b/d y Lemont, con capacidad de 167.000 b/d; además, cuenta con 38 terminales, seis oleoductos, tres plantas mezcladoras de lubricantes y suministra combustibles a 4.300 estaciones de servicios privadas. Cuenta con unos 3300 trabajadores.
De la reciente conferencia organizada por Venámerica -VAPA, Horacio Medina, presidente ad hoc de Pdvsa, extraemos la siguiente información:
Citgo obtuvo una ganancia neta de unos dos mil ocho millones de dólares (US$ 2008) en estos tres primeros trimestres, con estimación de que puede llegar a los dos mil quinientos millones de dólares (US$ 2500) al cierre del año. Estas ganancias extraordinarias se deben a la recuperación de la economía mundial, al cierre de algunas refinerías y a las restricciones en las compras a Rusia por su invasión a Ucrania. Sin embargo, la empresa estaba preparada para aprovechar esta oportunidad, al operar con eficiencia y eficacia.
El gobierno usurpador de Maduro obligó a Citgo a endeudarse para que le entregara un dividendo ficticio de dos mil doscientos millones de dólares (US$ 2200) y a comprar volúmenes de petróleo no justificados, para enviar dinero a su gobierno. Chávez y Maduro son responsables de una serie de demandas ante los tribunales de Estados Unidos.
La petrolera ConocoPhillips reclama compensación por mil doscientos millones de dólares (US$ 1200) por la absurda expropiación de sus derechos de producción en el campo Corocoro. La empresa minera Crystallex quebró y vendió sus derechos a un fondo de inversiones, el cual demandó por 990 millones de dólares. Cabe hacer notar, como ha dicho Horacio Medina, que esa empresa canadiense no cumplió con sus compromisos de inversión; el gobierno venezolano ha podido demandarla con argumentos válidos, pero Chávez cometió el exabrupto de expropiarla en una de sus tantas peroratas.
La otra demanda importante es la de portadores de Bonos 2020, por unos mil novecientos veintisiete millones de dólares (US$ 1927), que fueron emitidos ilegalmente al no ser aprobados por la Asamblea Nacional del 2015 y respaldados por el 50,1 por ciento de Citgo Holding.
Una demanda de mayor magnitud es la que reclama ConocoPhillips por la expropiación de sus derechos en la Faja del Orinoco, por ochomil quinientos millones de dólares (US$ 8500). Para la defensa de este caso, así como para la de otros activos en Portugal, Francia, Paraguay y en el Caribe, la Comisión de Finanzas de la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional 2015, en manos de la oposición, no ha aprobado el presupuesto, a pesar de las reiteradas solicitudes fundamentadas del doctor Enrique Sánchez Falcón, Procurador del gobierno interino.
A los abogados se les debe tres millones de dólares desde el año 2021. ¿A qué se debe que los integrantes de esa comisión ni siquiera responden las comunicaciones? ¿Pleitos internos? ¿Deseo que fracase el esfuerzo realizado para evitar perder valiosos activos? ¿Ignorancia de la importancia de Citgo?
Citgo, con sus tres refinerías, es vital para contribuir a reactivar nuestra economía cuando recuperemos la democracia. Desde luego existe riesgo de perderla en los tribunales, pero que esa pérdida se pueda deber a negligencia en cancelar honorarios de los abogados sería imperdonable. Ojalá recapaciten.
Eddie A. Ramírez S.
Elecciones, la peor de las opciones
Por: Humberto González Briceño
Lobbies internacionales y redes de operadores se han activado en una masiva campaña para avalar las negociaciones entre la falsa oposición y el régimen chavista, pero sobre todo para exagerar las bondades que tendría la participación de la falsa oposición en el fraude electoral que prepara el régimen para el 2023. Con la apariencia de análisis objetivos circulan documentos que pretenden justificar la participación electoral como la única e irreversible vía para enfrentar al chavismo en Venezuela. Lo que en realidad buscan estas piezas de propaganda política es preparar el ambiente para la nueva etapa que viene en Venezuela definida por la cohabitación formal entre la falsa oposición y el régimen chavista con la bendición del gobierno norteamericano de Joe Biden.
Uno de estos documentos fue publicado hace unos días por Mark Feierstein en World Politics Review donde despliega los argumentos centrales de esta campaña que también son repetidos por otros grupos de opinión y presión interesados en influir en la política venezolana favoreciendo al régimen chavista. Primero hay que tomar en cuenta que el World Politics Review no es una entidad neutra que opina desde lo abstracto. El WPR como cualquier otra organización tiene intereses y agenda que ubica en posturas de izquierda y favorables en sus análisis a la política exterior del gobierno de Joe Biden tal como los clasifica la página Media Bias/Fact Check.
No es de extrañar entonces que el último artículo de Mark Feierstein en World Politics Review haya sido titulado "Las elecciones son aún la mejor esperanza para la oposición venezolana". El referido artículo básicamente repite las mismas consignas ya conocidas de invocar las negociaciones y las elecciones como la única vía posible para tratar con el chavismo, aunque quizás para salvar la credibilidad de los editores se repite varias veces la cautela que no hay ninguna garantía de que aun perdiendo esas elecciones el chavismo entregaría el poder pacíficamente. Sin embargo, el artículo contiene algunos elementos que vale la pena recuperar para contextualizarlos y aplicarlos a la misma realidad que deliberadamente se intenta ignorar.
Feierstein inicia revelando las verdaderas razones que han obligado al gobierno de Joe Biden a ceder frente al chavismo. "Encarando un creciente flujo de migrantes a través de la frontera sur de los Estados Unidos y un aumento en los precios de la energía, el gobierno de Biden aceleró en los últimos meses su diplomacia discreta con Venezuela". El masivo flujo de migrantes venezolanos hacia los Estados Unidos es el resultado del descalabro institucional en Venezuela y la percepción de una política de fronteras abiertas sin límites a quienes abandonan Venezuela. El problema es que esa política nunca existió y la demagogia del gobierno de Biden y los demócratas logró colapsar los trámites migratorios al no tener la capacidad de procesar literalmente millones de solicitudes de asilo.
Los compromisos de los Estados Unidos en la guerra de Ucrania con Rusia y la puja con los países árabes y la OPEP han obligado a los EEUU a buscar proveedores de petróleo más confiables para controlar el incremento de los precios de la energía doméstica sobre todo en la antesala de la época de invierno. Esto los ha llevado a flexibilizar su posición frente al régimen chavista que encontrándose en una posición privilegiada estará complacido en venderle petróleo barato a los otrora infames imperialistas del norte. En suma, la incapacidad para absorber la creciente presión migratoria de venezolanos y la urgencia de asegurar suministro confiable de petróleo son las razones y no otras detrás del giro de los Estados Unidos frente al chavismo.
El artículo de Feierstein le hace una apología a la opción electoral como la más conveniente a la oposición venezolana citando las transiciones de Nicaragua (Violeta Chamorro) y Chile (Patricio Aylwin) como ejemplos exitosos de opciones electorales. El "análisis" de Feierstein cae en la simplificación de extrapolar dos procesos políticos totalmente diferentes que no es posible compararlos con el chavismo. Feierstein al igual que otros "analistas" cometen el error de tratar la corrección a la situación venezolana como un cambio de gobierno por la vía electoral y no un cambio de régimen político. Por eso en su propio artículo Feierstein tiene que admitir repetidas veces que aun así no hay garantías para una salida y todo dependerá de la voluntad de Nicolás Maduro y el chavismo en ceder el poder si admitieran perderlo por vía electoral.
Una de las diferencias entre los procesos de Nicaragua y Chile con Venezuela es que en aquellos existían sectores fuertes dentro de las fuerzas armadas que presionaron por una salida institucional y la transición. En la realidad ni en Nicaragua ni en Chile se dieron cambios de régimen político porque existía un factor de poder esencial al Estado, sus Fuerzas Armadas, que actuaba como garante del proceso y la institucionalidad. Ese no es el caso de Venezuela donde las Fuerzas Militares son el brazo armado e ideologizados del Estado chavista.
El otro ejemplo que cita Feierstein es el caso de la Asamblea Nacional del 2015 que le fue reconocida nominalmente a la falsa oposición por el chavismo. El argumento aquí se centra en razonar que dadas unas elecciones libres si es posible ganarle al chavismo y que es preferible esta táctica a la abstención que le cedería espacios al chavismo. Olvida Feierstein mencionar que con la misma prontitud que el chavismo reconoció a la Asamblea del 2015 de igual forma procedieron a anularla vía Tribunal Supremo de Justicia y sustituirla por una fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente. Entonces de nada vale ir a contarse con el chavismo sin garantías, pero sobre todo en un contexto donde ellos definen una legalidad y unas reglas de juego a su medida. Pero Feierstein es incapaz de ver lo obvio porque sigue atrapado en la inoperante concepción del mero cambio de gobierno por vía electoral y no la del cambio total de régimen político.
Quizás para animar un poco el apático ambiente electoral Feierstein se atreve a asegurar que la mayoría de los venezolanos apoya ir a elecciones y respalda la política de Joe Biden en buscar una negociación con el chavismo. La base de la aseveración es una encuesta realizada por el propio Feierstein con rigor científico desconocido. La mejor encuesta es la constatación de la realidad sin filtros. Los niveles de abstención han aumentado dramáticamente en los últimos años, y seguirán aumentando, ante el convencimiento mayoritario de que votar es hacerle el juego al régimen chavista. Convendría a Feierstein preguntarse ¿si los venezolanos están tan entusiastas y deseosos frente a la opción electoral por que en lugar de quedarse en Venezuela esperando por las elecciones prefieren huir masivamente del país?
El artículo de Mark Feierstein hace otra importante revelación. "Las elecciones son aún la mejor esperanza para la oposición venezolana". Es lo mejor, lo único quizás, que le queda a una falsa oposición obligada a entregar el interinato a regañadientes y desesperada por entrar formalmente a cohabitar con el régimen chavista como la oposición oficialista. Para ellos la ceremonia electoral del 2023 es la mejor esperanza de seguir parasitando la política. Para el resto de los venezolanos las elecciones son la peor de las opciones porque nos condenan a seguir viviendo en el engaño y la ilusión de que el chavismo algún día se desprenderá del poder en forma voluntaria y pacífica.- @humbertotweets