Nota: Al no tener ninguna respuesta de la correspondencia anterior decido disponer de recursos - junto con mis familiares - y pagar la edición de una carta abierta al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la cual fue publicada en la pagina D-3 del cuerpo D, del Diario El NACIONAL, el día 7 de octubre de 2000, la cual se expone a continuación:
SR. HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS.
COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL.
PALACIO DE MIRAFLORES
CARACAS.
COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL.
PALACIO DE MIRAFLORES
CARACAS.
Con mucho dolor y tristeza se dirige a usted un oficial de la FAN, con la finalidad de manifestar su descontento y desacuerdo por la forma como se han venido realizando los ascensos en los dos últimos procesos, que usted como Presidente de la República ha aprobado, lo cual motivo mi solicitud de pase a retiro, como medida de protesta por dignidad y respeto hacia mi persona debido al trato que hemos sido objeto oficiales honestos, sinceros, patriotas y trabajadores y que en el caso particular a pesar de haberme dirigido por medios impresos, televisivos, radiofónicos y a través de una exposición de motivos sometida al Jefe de la Casa Militar el día 20 de Agosto del 2000 no he podido entrevistarme con usted ni he recibido ninguna respuesta satisfactoria y convincente.
Señor Comandante en Jefe, el día 21 de Septiembre del 2000 asistí a una entrevista con el Comandante General de la Aviación G/D (AV) ARTURO JOSE GARCIA, y en su exposición me expresó: “ Que yo no fui ascendido porque me faltó consenso del cuerpo de generales y además soy muy directo con mis expresiones” Ante la primera situación (falta de consenso), no puede haberlo, si quienes deciden son los Generales producto de la continuidad de aquellos que yo había señalado en tiempo atrás en situaciones de dolo en la nómina de tropa, responsables por la muerte de pilotos activos conduciendo aeronaves, intoxicados con alto grado de alcohol en su organismo, corrupción administrativa en unidades, helicópteros caídos por complicidad en adquisición de repuestos descartados en otros países, reclamo por el uso de uniformes de oficiales esposas de generales, por mi exigencia de justicia al alto mando por los ascensos de suboficiales que resultaron afectados por las deficiencias del sistema de calificaciones en la FAV y por la utilización de la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda en espectáculos públicos inconvenientes para las Fuerzas Armadas Nacionales.
Con relación al segundo planteamiento expreso, que mucho antes de su golpe de estado yo vengo denunciando situaciones que estaban y están pasando en la FAV, de hecho Señor Comandante en Jefe, yo fui transferido a la frontera como medida de castigo por mis actuaciones institucionales y en ese sentido nuevamente expongo, respetuosamente no hay ser más sincero y directo que usted para decir las cosas y llamarlas por su nombre, al que es ladrón se le llama ladrón, y al que es desleal se le llama traidor. Y en relación con todo lo anterior quisiera preguntarle:
¿No fue eso parte de la situación que lo llevó a usted a pensar y ejecutar un intento de golpe de estado?
¿Dónde quedamos los oficiales honestos, trabajadores y leales a la patria que seguimos pensando en esos mismos ideales que lo motivaron a usted a insurgir en ese momento?
¿Qué piensa usted de eso como Presidente de la Revolución?
Para su conocimiento he sido un oficial ubicado en el primer tercio de mi promoción y ascendí normal desde subteniente hasta coronel, grado en el cuál inexplicablemente perdí el potencial y me sobrepasan oficiales que estaban debajo de mí, en las resoluciones de ascensos a Mayor, Teniente Coronel y Coronel.
Otra consideración para no ascender es por ser piloto de helicóptero que tienen la última prioridad con respecto a los de caza, casa militar, transporte y oficiales logísticos producto de la cadena de complicidades de adquisiciones en la FAV. De allí mi preocupación por el futuro de la especialidad de helicóptero en la FAV, ya que ellos también insurgieron íntegramente en la intentona de golpe del 27 de Noviembre de 1992 y se sienten hoy, abandonados, defraudados y sin norte.
Otro acontecimiento lo constituye el total desacuerdo con la opinión dada por el ciudadano G/D (GN) Gerardo Briceño García, Comandante de la Guardia Nacional en documento escrito sobre el accidente que el pasado 16 de Enero del 2000 sufrí en San José de Guanipa Estado Anzoátegui, cumpliendo órdenes estrictamente presidenciales, porque se trataba de damnificados que no estaban censados y no habían recibido atención alguna, y ellos se comunicaron con la Base Aérea Teniente Luis del Valle García de Barcelona, pidiendo colaboración a su comandante que en ese momento era yo, y en cuyo accidente estuvo en peligro mi vida, resultando severamente lesionada mis dos piernas.
Dicha respuesta manifiesta que trato de indicar que el accidente quedó impune y por otra parte se concluye que no existen fundamentos para ninguna reclamación.
Mi pregunta es Sr. Comandante en Jefe:
¿Era necesario perder mis dos piernas o morir para optar ascenso al grado inmediato superior post mortem y mi ataúd ser envuelto con el pabellón nacional para reconocer mis méritos y rendirme los honores correspondientes de acuerdo con la constitución y las leyes de la República Bolivariana de Venezuela?
¿Considera usted que no debo sentirme vulnerado por el incumplimiento del juramento sagrado del militar de defender la patria y sus instituciones hasta perder la vida si fuese necesario y no abandonar jamás a vuestros superiores? Y en torno a esto pregunto: ¿Será que a los superiores se les permite abandonar a sus subalternos?
Manifiesto mi desacuerdo ante la llamada que se me hizo para presentar la prueba física necesaria para el proceso de ascensos, dicho requisito no lo había cumplido por estar de reposo relativo atendiendo mis funciones en la Base Aérea y asistiendo a mis terapias respectivas, no obstante acudí al llamado y pese al reposo obtuve la calificación de 99 puntos. Ese día con mucha pena y dolor escuché sus palabras en la explanada bolivariana del Fuerte Tiuna, que todos los oficiales queríamos ascender a general, mi pregunta es: ¿No era esa su meta cuando usted ingresó a la Academia Militar, en el mismo año que yo a la Escuela de Aviación Militar?
Veo con tristeza que día a día se siguen realizando actos en los cuales usted se involucra y los mismos no tienen la base fundamental para enaltecer a los homenajeados como lo es el reconocimiento a los pilotos de helicópteros el día 05 de Julio, los mismos se sienten vulnerados ya que se está cometiendo lo mismo que en el pasado, ya que sobre la base del amiguismo, compadrazgo e impunidad se toman las decisiones como la relacionada en torno a los accidentes ocurridos en Vargas, los responsables búsquelos entre los tres Generales incapaces que atendían la línea de vuelo.
En fin, se suscribe de usted un oficial que su persona y la Fuerza Aérea conocen particular y profesionalmente y que su única intención es expresar con detenimiento los señalamientos sobre lo que sucede en la Fuerza Armada Nacional, persuadido de que su actitud permitirá que brille el mérito, la honestidad, la verdad y se implante la justicia, valores que caracterizan al líder militar y que son condiciones intrínsecas de un Comandante en Jefe que enmarca su actuación, fuera de los parámetros expresados por el padre de la patria en el siguiente precepto:
Cita: “Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria.”
Simón Bolívar
Simón Bolívar
Sammy Jesús Landaeta Millán
Coronel Aviación
C.I. 3.441.697
Coronel Aviación
C.I. 3.441.697
Correo: sammylan@yahoo.es
PD: Sr. Presidente siempre en las películas vaqueras, los bandidos atracan, asaltan, violan, matan y mienten pero al final son reducidos por una persona que imparte el orden y la justicia.
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NOTA: La presente publicación, fue entregada personalmente, en su Despacho, en el Palacio de Miraflores, al Jefe de la Casa Militar, G/B (Ej.) Rafael Martínez Morales, el 20 de Agosto de 2000.
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NOTA: La presente publicación, fue entregada personalmente, en su Despacho, en el Palacio de Miraflores, al Jefe de la Casa Militar, G/B (Ej.) Rafael Martínez Morales, el 20 de Agosto de 2000.