MILITARES EN POLITICA. Por: Sammy Landaeta Millán.
Ciertas personas de la sociedad venezolana aún tienen la idea, de que una gran mayoría de los profesionales de las Fuerzas Armada Nacionales que salimos de la institución, en disidencia con el sistema de gobierno, lo hicimos porque nos movió el querer estar en funciones públicas por medio de la actividad política. En lo que a mi persona concierne, no tengo ninguna aspiración política, hasta que no salgamos del régimen que nos oprime y podamos devolver la institucionalidad a la Fuerzas Armadas Nacionales. Parto del principio de que particularmente a mi persona le quedan 5 años de servicio en la FAN, para los cual sigo a la disposición del país y estoy dispuesto a poner todo de si, para contribuir a solventar el problema de "bochinche político" dentro de la organización castrense y en tal sentido he sentado posición en cuatro aspectos que deben evaluarse e instrumentarse: 1) Sacar a las FAN del debate político. 2) Suspender total o parcialmente el voto militar. 3) Devolver a los militares a sus cuarteles y 4) Elegir verdaderamente a las autoridades.
En relación con el último aspecto ya tenemos una nefasta experiencia con la inclusión de militares en el campo político. En su mayoría concurrieron al llamado del pretendido proceso revolucionario por su participación en dos intentonas golpistas con el saldo de muertos heridos y deterioro generalizado. Otros aprovecharon la confusión y se solidarizaron con el “proyecto” de Chávez y se enrumbaron en la aventura revolucionaria, entre ellos algunos que fueron dados de baja por falta de idoneidad profesional, dolo, alcoholismo y otros. El caso más patético está en el Tcnel (Av.) Néstor León Heredia, oficial originario del Ejército y cambiado a la Aviación, donde fue separado del servicio activo por trafico, robo de armas y proyectiles. Para colmo, la “revolución bonita” lo llevó a ser diputado y además presidente de la comisión de Seguridad y Defensa de la Asamblea Nacional. Para esto debe existir un elemento regulador que impida que personas de dudosa reputación ingresen a cargos de elección popular. ¿Con que moral pueden detentar esos cargos públicos?.
Para nadie es un secreto que la profesión militar, en el desgobierno de Hugo Chávez se ha venido a descrédito y eso hay que entenderlo. Chávez, aún proviniendo del seno militar tiene madera de politiquero (manipulador, fantasioso y mentiroso), pero aunque él diga que es una soldado de corazón, nadie puede creérselo porque ha deteriorado una institución con tal de conseguir su propósito político particular, respaldado por el Comunismo internacional. Pasados siete años, podemos hacer un balance simple de la situación. Mientras en el desgobierno del usurpador de la presidencia Hugo Chávez Frías se lanzó una estrategia de estructurar la política colocando “subalternos al poder” para satisfacer las necesidades de resarcir el sacrificio de los tenientes, capitanes y mayores que acompañaron los intentos de golpe de Estado del 4F y 27N. En la oposición ocurrió un caso diferente, los lideres de la disidencia militar trataron de establecer en la unión cívico militar del frente opositor de la sociedad civil, una jerarquizacion de la política, estructurada desde los grados de general de división o vicealmirante, generales de brigada o contralmirante y coroneles o capitanes de navío y así sucesivamente. La situación de disidencia colocaba al general de división en el mismo plano que al soldado raso y los grandes jerarcas no entendieron eso. Si el principio anterior, se mantiene para estructurar organizaciones de militares en retiro o movimientos políticos que apoyen a una general candidato a la Asamblea Nacional, a las Gobernaciones de Estado o a la Presidencia de la República estará condenados al fracaso porque se interpretaría una forma mas de “acuartelar la política” o “jerarquizar militarmente los estratos políticos”, la cual seria un craso y nuevo error de los militares retirados que desde la oposición, aspiren a ocupar cargos y cumplir funciones públicas. Por otra parte, la sociedad democrática se siente defraudada no solo por lo políticos, sino también por los militares que desde el mismo 11 de Abril del 2002 no supieron asumir las responsabilidad de la conducción temporal de un país ante el caos general de una matanza colectiva de personas y la renuncia del actual usurpador.
Con el lanzamiento del Cnel (AV) Pedro Soto Fuentes a la Gobernación del Estado Aragua quedó demostrado que el gobierno controla los cargos de elección popular desde el ilegal Consejo Nacional Electoral. Se dió el caso que en ciertos centros, Soto no saco ni un voto aún cuando en esas mesas habían sufragados sus hijos y familiares. Que más ejemplo quieren los militares que se lanzan a la política, si en lo sucesivo no se elegirá a nadie
La presencia del G/D (GN) Carlos Alfonso Martínez en la política demuestra que está en la actitud correcta para buscar la salida democrática del país, pero él no debe olvidarse que estamos en un régimen autoritario, militarista, totalitario y Castro Comunista. En su decisión, hay tres detalles fundamentales que resaltar: Primero, se le atribuye que dijo "Altamira fue un error" y eso le quita popularidad en sus seguidores. Segundo, afirmó ante los medios que Chávez había ganado limpiamente el referendo revocatorio y eso el resta credibilidad y tercero una gran mayoría de venezolanos nos sentimos defraudados, vulnerados y mancillados después de poner tanto esfuerzo en marchas, protestas, reuniones, mítines y vigilias para que una personalidad de la talla del oprimido general, salga a la palestra política, arremeta contra la sociedad que le apoyó y como complemento ahora se le señale de haber sido instrumento de una conversación con Hugo Chávez en Miraflores, para garantizar su libertad y quizás para “negociar”su elección popular a una cargo en la Asamblea Nacional. ¿ De ser así. En quién creeremos?
Considero conveniente resaltar la opinión del G/D (GN) Felipe Rodríguez en torno a la pretendida intención de algunos estratos, que se orientan en legalizar el régimen y oxigenar la vieja política, sugiriendo la inclusión de presos y perseguidos políticos en formulas electorales: “No sé si otros lo harán, pero Felipe Rodríguez no nació para jugar ese triste papel y bautizaría esta jugarreta de los partidos políticos de oposición sin temor a equivocarme, como “la CONDONIZACION de los Prisioneros Políticos del País. Sobran los comentarios”.
El momento político que vivimos en el país nos llama a todos los venezolanos a la reflexión, porque el demente que usurpa la presidencia en cualquier momento se va y no se trata de que los militares asuman las función política y menos la función pública, ni tampoco de que regresen al poder Acción Democrática y Copey o que asuman los nuevos políticos que ya se han rendido al los pies del autócrata.
La necesidad perentoria está en ponerle orden al país, desde todo punto de vista, social, político, económico, militar, petrolero y eso no es materia de los militares.
La solución estaría en concertar un acuerdo de sectores para lograr una reconstrucción del país, derivada del deterioro general que nos legará la gestión nefasta de Hugo Chávez quien como funcionario ilegitimo e ilegal que ostenta la presidencia, confundió “gestión publica” con “gestión de comando.”
Cita: “La mejor política es la rectitud”.
Simón Bolívar.
Sammy Jesús Landaeta Millán.
Coronel Aviación.
CIV-3.441.697
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Twitter: @ProtestaMilitar
Caracas, 30 de Agosto de 2005.