El que pega primero pega dos veces. La oposición democrática de Venezuela ante la eventual intención de participar en las elecciones presidenciales de Diciembre de 2006, está en deber de armonizar las opiniones de los diferentes sectores, que se mantienen ante la disyuntiva de asistir o no a procesos electorales, y sentar una posición nacional, que concrete la UNIDAD del amplio sector que adversa al bandidaje revolucionario.
En el 85% de los electores, que no asistieron al proceso del 4 de Diciembre de 2005, se contabiliza una “mayoría significativa,” pero su esencia esta plagada de una “lamentable dispersión” y hay que sacarle provecho a sus mas destacadas coincidencias: a) Que el país no debe concurrir a elección alguna sin la garantía de trasparencia y respeto del carácter secreto como derecho universal del voto. b) Que se realice una auditoria por conteo manual de resultados y c) Que las aspiraciones del “posible candidato único” este acorde con los intereses generales del bienestar de los todos venezolanos.
También se hace preciso recordar que el Dr. Tulio Álvarez ha sido la persona que más ha expresado verdades poderosas, antes, durante y después de la madrugada del 16 de Agosto del 2004. A él se le debe prestar atención, es necesario escucharle sus planteamientos y aquellos que no adoptaron ninguna posición porque el cansancio, los vapores etílicos, el virtual triunfalismo y los acuerdos previos no lo permitieron actuar, ahora tienen que despojarse de esa carga lastre y colocar por delante los intereses de Venezuela, porque si no, el pueblo va a salir a defender su libertad, sin dirigentes, ni partidos políticos.
En términos de contienda, hasta hoy la oposición se transformó en el sector que lanzó el primer golpe, y en lo sucesivo debemos dar la segunda pegada.. Debemos apreciar que el desgobierno no pierde tiempo y además tiene el dinero del Estado, controla medios radiales y televisivos de amplia difusión y empresas trasnacionales que se encargan de “ vender las bondades de la democracia y la libertad que se vive en Venezuela.” Ya en voz del propio usurpador de la presidencia de la republica Hugo Rafael Chávez Frías, se convocó a la unidad: “Solo unidos podemos alcanzar el desarrollo.” “Todos cabemos aquí en Venezuela.” “Esta patria es de todos.” Si caemos de nuevo en su manipulación, colocaremos la otra mejilla y viviéremos subyugados al Comunismo al menos por la primera mitad del presente siglo. A esa situación trascendental nos enfrentamos.
Sabemos que la pretendida revolución bolivariana luego de 7 años de ineficiencia, miseria, hambre y corrupción no garantiza la democracia y la libertad en la Nación. Se cercenan conculcan y amordazan los derechos fundamentales de los ciudadanos y los altos funcionarios actúan como operadores políticos. El Fiscal General de la Republica, Julián Isaías Rodríguez puntualiza: “Prohibido hablar del testigo del caso Anderson,” para justificar su “amante acusación” contra supuestos actores intelectuales del asesinato del fiscal persecutor y extorsionador. Por su parte, el Presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sentencia en forma cínica: “Aquí no hay perseguidos políticos.”
Según esto ultimo, en la mente del máximo jefe del TSJ no existen los nombres de: Néstor González González, Patricia Poleo, Carlos Fernández, Juan Fernández, Horacio Medina, Edgard Rasquin , Edgar Quijano, Edgard Paredes y tantos otros que le negaron al régimen sus anhelos de tenerlos presos en Venezuela, para que su condición de “perseguidos” existiera y no fueran ignorados, en la “memoria de la justicia revolucionaria”sino catalogados como “presos comunes” del proceso.
Mucho menos debe conocer porque están detenidos o condenados, presos como Lázaro Forero, Henry Vivas, Iván Simonovis, Felipe Rodríguez, Carlos Ortega, Usón Ramírez, Ovidio Poggiolli, tres oficiales miembros de la Familia Faria, y tantos otros encarcelados en Venezuela y los tenientes José Antonio Colina y Germán Varela en Estados Unidos. Debe desconocer cuales son los nombres de los distintos oficiales que se encuentran en el exilio y bajo régimen de presentación en los tribunales nacionales, por los pronunciamientos de la Plaza Francia de Altamira. No debe tener ni idea de que bajo régimen de presentación de los tribunales de Coro Esta Falcón, se encuentran una serie de personas que defendieron sus derechos durante el desalojo forzado de las residencias petroleras de Campo Medico y Los Semerucos. Debe haber echado al olvido los nombres de las personas que durante mas de un año tuvieron encarceladas en el Estado Táchira y no recordar el nombre del General Carlos Alfonso Martínez, quien cumplió presidio en la cárcel de Ramo Verde. Ni remotamente, debe conocer el nombre del teniente activo del ejército venezolano, Edmelcar Hosmel Delgado Sánchez, asilado político en la Republica Oriental de Uruguay.
Quizás cuando el TSJ en la actual presidencia de Omar Mora Díaz, revocó la sentencia que absolvió a los militares por los sucesos del 11 de Abril de 2002, para satisfacer los deseos reprimidos del régimen, estos deberían haber permanecido en Venezuela para que el desgobierno los encarcelara. Tuviéramos a los almirantes Héctor Ramírez Pérez, Danielle Comisso Urdaneta y el General (Av.) Pedro Pereira Olivares en un celda común, a la orden del autócrata y las acciones de persecución y detención de personas por razones políticas no fuesen desestimados por el propio presidente del TSJ. La situación fuese de tal magnitud que el régimen tuviese la presión de la oposición abogando por los derechos fundamentales de los detenidos, los extremistas revolucionarios exigiendo “paredón para los golpistas” y quizás un sector de las FAN a la expectativa, porque estarían viéndose aun más, en su propio espejo. Estamos consientes que el 11 de Abril del 2002 la versión histórica revolucionaria del régimen, convirtió el autogolpe en golpe de Estado, hoy soy de la opinión temeraria de que el Dr. Pedro Carmona Estanga se apresuró en salir del país. Debería estar preso en Venezuela para que el régimen tuviera una “presión dominante” al tenerlo encarcelado.
Con esto no se trata de establecer responsabilidades, ni buscar jerarquizar a quienes afecto o quienes han aportado mas sacrificios o perdidas para salir de este régimen oprobioso. De lo que verdaderamente se trata es de comprender que estamos en el deber de conformar un verdadero estado de la unión entre todos los venezolanos. Consiente estamos que llevamos una cruz, bien sea en el hombro derecho o izquierdo o en mayor grado horizontalmente sobre nuestras espaldas que nos dobla y nos hace aproximar al suelo. Esto nos permite conservar en nuestra mentes y en nuestros corazones que las cruces que llevamos, una significativa mayoría de los venezolanos, nos es para formar una gran cementerio, sino estructurar, consolidar y fortalecer una gran Cruzada por la Libertad.
Dicha cruzada por la libertad, nos convoca hoy a buscar la salida que verdaderamente necesita Venezuela y execrar las pretensiones de colonialismo social que nos trata de inculcar la ideología del Socialismo Castro Comunista, para quedar en condiciones de proyectarnos hacia la “justicia imparcial” y decir en lo sucesivo: Esta prohibido confundir “justicia” con “perdón” o con “amiguismo, familiaridad, solidaridad u omisión ” que propicien nuevamente la “impunidad.” Necesitamos simplemente, mas temprano que tarde, que se aplique la justicia contra los que han pretendido arrebatarnos la patria.
Cita: “Que se haga justicia y que ésta se imparta si la tengo. Si no la tengo, recibiré tranquilo el fallo de los tribunales”
Simón Bolívar.
Simón Bolívar.
Coronel Sammy Landaeta Millán
Caracas, 24 de Enero de 2006
Caracas, 24 de Enero de 2006