FIESTA DE LA TRINIDAD. Por: Coronel Sammy Landaeta Millán.
Llegamos al final de campaña electoral por la presidencia de la República en Venezuela. Los partidarios del candidato oficialista, cifran sus esperanzas por reafirmar su mayoría, mediante el culto a una “personalidad” y otros, que apostamos por el triunfo opositor, celebraremos el evento como una fiesta aniversaria de la Trinidad.
El ente electoral, haciendo gala de su disfraz revolucionario de poder del Estado, prepara el cierre de campaña con la exhibición de un espectáculo público que consolida una suntuosa difusión por “hacer democracia.” Alli, no se repara en esencia, el ejercicio obsceno de ocho años del desgobierno de Hugo Chávez, que lo menos que ha hecho, es tratar de conservar la Democracia. En justicia, deberían reconocer que el candidato por la legitimación de la usurpación de poder del Estado, goza de una grosera lujosa, fastuosa, pomposa y opulenta campaña que raya en el “ventajismo político.” El uso indiscriminado de los recursos del Estado, medios de comunicación al servicio del desgobierno, vallas y propaganda alusivas lo demuestran, a la vez que anuncian un “inevitable” triunfo revolucionario, lo cual es un manejo indecente, que pretende estimularse también, con una convocatoria oficial del CNE a la “fiesta electoral.”
Por su parte la oposición otorga su confianza al triunfo de Manuel Rosales, ante la imposición atroz del bandidaje de un sector de la izquierda, que dilapida los recursos del Estado, que complementa el saqueo por el regalo aproximado de 36 mil millones de dólares para amparar, financiar y contribuir con el comunismo en el ámbito mundial. Lo que es más inaudito es la pretensión de imponer una “divinidad” en cada tercio de la imagen del iluminado del ejecutivo, conduciéndolo a consolidar una figura ideal del Candidato-Presidente-Militar, que en concordancia con el periodista, Nelson Bocaranda la calificamos como una “trinidad” impositiva-indecente-peligrosa.
Recordemos que la locura revolucionaria diseñó su consolidación en la trilogía Ceressoleana de Caudillo-Ejercito-Pueblo, que desvirtuó un posible ejercicio democrático, en un pretendido proceso de revolución. El desgobierno de Hugo Chávez al no constituir un elemento de confianza en el país, acentuó diversas trincas en el dia a dia de sus conciudadanos. Estas se materializaron en el deterioro de la salud-la seguridad-la educación, como también en el incremento del hambre-la miseria-el desempleo y la violación de los Derechos Humanos. Todo esto, han sido factor decisivo para la entronización de un nuevo socialismo, sobre la base del atropello-la persecución-la cárcel. Y como si fuera poco, reforzado por la intimidación-el temor-la muerte.
Se acentuaron las denominaciones de Camarada-Comunista-Chavísta, para dar fuerza a la implantación de Castro Comunismo en Venezuela. Se utilizaron medios represivos que materializaron el atropello-el desasosiego- la desesperación, por obra y gracia de la DIM-DISIP-GN. No contentos con esto, se sometió a los dueños de empresas a la presión del SENIAT-INCE-INDECU y trataron de inculcarnos nociones de camaradería en la terna Castro-Hussein-Ahmadinejad, que vulnera la esencia de la patria-pueblo-territorio. Desaparecieron las tripartitas para la discusión de las contrataciones colectivas de los obreros y empleados. Se sustituyeron por el terceto de Maria Cristina Iglesias-Aristóbulo Istúriz-José Vicente Rangél que negaron las posibilidades de encuentro desgobierno y trabajadores. En el pueblo se acentuó la tragedia-damnificados-desalojos y se cernió la espada de Damocles en la trivialidad del CNE-MAQUINAS-FRAUDE.
Lo anterior contrasta con otras situaciones muy peculiares. Tal es el caso de quien se conduce como primer magistrado, quien obvia su abandono del cargo, pero a la vista de todos, consolida un personal triunvirato revolucionario al ostentar el poder, Renunciado-Revocado-Usurpado. Por otra parte, no podemos dar por descontado que el país sufragó por Hugo Chávez para combatir el trinomio corrupción-desempleo-miseria, hoy incrementado en forma desmedida. En el presente, la mayoría soberana evidencia que el país nacional nunca sufragó por un proceso revolucionario, por el socialismo del siglo XXI o por el Castro comunismo y se dispuso a buscarle solución inmediata.
Cuando todo parecía perdido aparecieron ante la nefasta acción del desgobierno un conjunto de hombres en contraposición a la tonada revolucionaria del “Cam-bur-pin-tón. Gobierno Bolivariano.” Indudablemente, la concertación Julio-Teodoro-Manuel, imprimió una ordenación similar a los cantos gregorianos, que normalizaron los ánimos, sensibilizaron las mentes, sumaron voluntades y fundieron ideas de innumerables organizaciones, para consolidar la candidatura unitaria, del Gobernador del Zulia, Manuel Rosales y concretar la acción de “la mayoría” contra “la satrapía.”
En poco tiempo, en oposición al Comunismo-la esclavitud- la entrega de la Patria, surgieron otras opciones: El cambio-la esperanza-mi negra. Las propuestas sociales de entregar los recursos provenientes del petróleo directamente a las personas de clase media y desposeídas, ha sembrado un incentivo general por la adjudicación de empleos fijos, pensiones dignas, benéficos de cesta ticket y bono recreacional. Pero esto acentuó la imposición-la amenaza-el chantaje del desgobierno en los empleados públicos, para tratar de desvirtuar la decisión soberana de un pueblo, que esta dispuesto a sufragar mayoritariamente por la recuperación de las nociones de País-Estado-Nación. Razón que conlleva, a la luz del triunfo opositor, al Pueblo-Rosales-la FAN como los protagonistas en un escenario posible, que marque “el cobro” de la voluntad popular.
Finalmente, el desgobierno no consolidó el desprestigio-atropello-pérdida de fe en la Iglesia Católica. Hoy invocamos la intervención de la Santísima Virgen Maria en sus advocaciones de Coromoto-Chinita-Del Valle, porque se cumpla una jornada electoral en un ambiente de celebración pacifica. Con igual vehemencia acudimos al amparo de la Santísima TRINIDAD, naturaleza única en las tres divinas personas: Padre-Hijo-Espíritu Santo que indudablemente será la luz celestial que nos conducirá, al sufragio-la vigilancia- la defensa del voto, para salir de la oscuridad de la trilogía macabra del Chavísmo-Castrismo-Comunismo y desechar el manejo autocrático-suntuoso-indecente, del Estado. En conclusión el triunfo de Manuel Rosales permitirá recuperar la Paz, la Democracia y la Libertad. Trinidad que en pocos días, festejaremos en Venezuela.
Cita: “La fiesta de la Trinidad que se haga todos los años con la misma decencia que se ha acostumbrado antes, porque yo no quiero lujo en nada, pero tampoco indecencia.”
Simón Bolívar.
Sammy Jesús Landaeta Millán.
Coronel Aviación.
CIV-3.441.697
Email: sammylan@yahoo.es
Caracas, 29 de Noviembre de 2006