La salida de José Vicente Rangel Vale de la vicepresidencia ejecutiva de la república bolivariana de Venezuela, no es muy acertada para el proceso revolucionario. Rangél como guerrillero y audaz periodista, prestado a la política, podría sortear y regular ciertas actitudes de Hugo Chávez como pretendido caudillo y dueño de la Nación. Hoy estimamos que la situación autocrática, militarista y tiránica se agudizará porque “el paciente” no le hará caso al Doctor y quizás el Psiquiatra tratará de emularlo.
Hugo Chávez en el presente, lejos de derrochar el intenso “amor” que días atrás pregonaba, como candidato por la re-usurpación del poder del Estado, ahora lo hace con muestras de autocratísmo, pero se le complicó la situación al reconocer al Dr. Jorge Rodríguez los “favores recibidos” y consolidó su agradecimiento a “las jorgitas” del CNE, por su legitimación. El hecho esta, en que reasumió el poder por el voto popular de mas de 7 millones de electores, que nadie los ve en la calle gritando: “Viva Chávez.” Pero que salieron de las máquinas electorales, en forma “transparente.” Esta razón nos permite seguir insistiendo en denunciar, que en Venezuela, HUBO UN FRAUDE ELECTORAL ATROZ planteamiento temerario que los afectos y simpatizantes del chavísmo, toman como básico para calificarnos como: “locos.” ¡Lo seguimos siendo!
Ellos aseguran que Chávez ganó limpiamente, pero obvian que se le otorgó una patente de corzo innecesaria y de un zarpazo borraron el abandono del cargo, la renuncia, la revocatoria, la usurpación, el regalo de los recursos del Estado y el atropello a los Derechos Humanos. Votaron por Hugo Chávez, por su reelección y creyeron en su revolución. Hoy evidencian que no es así. Impulsaron el “Socialismo del Siglo XXI” y contribuyeron a sostener un Socialismo Utópico que descansa sobre la base del revanchismo, la barbarie, la delincuencia, el bandolerismo que amenaza y sucumbe a la Patria en la desgracia. Pero ya es tarde no hay oportunidad para arrepentimientos, a todos les indicamos que pese a eso, aún existe, la posibilidad de seguir combatiendo el Comunismo y debemos hacerlo para lograr la libertad de la Nación.
Pretender hacer una nueva ordenación territorial es inaudito. La eliminación de ciertas Alcaldías, Municipios o fusión de Estados torna la situación muy peligrosa porque refleja una organización política del Estado, altamente dictatorial. Pero lo más incongruente es observar que la FAN, antiguas apolíticas y no deliberantes se adosan a un instrumento regulado por un ministerio del poder popular para la defensa. Dejaron de ser “Fuerzas” para convertirse en “Fuerza” y “Nacionales” para establecerlas como “Nacional” y ahora se le sustituye este adjetivo por “Bolivariana” para exclusivamente responder a la orden y discreción del orate que ellos mismos, desde el Fuerte Tiuna, estabilizaron en Miraflores el 3 Dic 2006, para fortalecerle su pretendida monarquía socialista, bolivariana y revolucionaria. ¡Resuelvan el problema: Traidores!
Se vislumbran instrumentos de poder cívico militar, socialista, comunista, para arremeter contra opositores, porque se les acabo el amor. Fue solamente un disfraz electoral y los incautos cayeron. Ojalá el psiquiatra pueda controlar a tiempo la esquizofrenia y logre aconsejar adecuadamente a que se oiga algunos argumentos que esgrimen los autodenominados “Marxistas Bolivarianos,” quienes no admiten que haya “revolucionarios” dueños de tres bancos, propietarios o socios mayoritarios de grandes empresas. Critican a aquellos que vivían en sectores populares y ahora residen como vecinos de los aborrecidos y repudiados oligarcas.
Denuncian que ciertos dirigentes de barrios, ahora ostentan lujos pent house y otros que odian a ultranza al Imperio norteamericano tienen sus haberes en dólares, pasan vacaciones en Disney World y son accionistas de prestigiosos resorts. Lo más insólito es que a muchos “revolucionarios” se les olvidó, que antes vivían en cuartos alquilados, en diversas parroquias de Caracas y todavía algunos conocen, a José Albornoz.
El extraordinario exceso socialista revolucionario y bolivariano de Hugo Chávez y sus allegados es comparable con la “casa de locos.” Pero también se desconoce el origen incierto de aquel que en diversas ocasiones pierde la razón y no se compagina con el benefactor de los pueblos de Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Cuba, Estados Unidos, Nicaragua y otros, en perjuicio del patrimonio de los venezolanos. Muchas veces da vergüenza su comportamiento como lo fue en el caso de su actitud grosera y ofensiva para con la Iglesia Católica y el Secretario General de la OEA.
Lo cierto es, que su juicio disparatado e imprudente desentona con el amor frenesí de épocas recientes, cuando aspiraba a la reelección, pero si se relaciona con la noción locuaz del partido único, la ley habilitante, la re-nacionalización de empresas y la reglamentación del espacio radioeléctrico Estadal. Ojalá que esto no sea la excusa necesaria para poner en ejecución el tradicional juego “rojo o piragua," que pregonan “los fariseos revolucionarios,” en contra de opositores, porque puede convertirse en un peligroso baño de sangre, donde faltarán camiones para recoger los muertos en Venezuela. La indigestión revolucionaria puede ser letal, porque “por ahora” visualizamos que puede resultar peor el remedio, que la enfermedad. La razón es muy simple; el loco y el loquero no puedan controlar a lo interno, “la locura revolucionaria.”
A veces evidenciamos que Hugo Chávez se nos muestra como “loco de remate” o “loco de atar.” En su descargo, fuera del ambiente político “el amor es loco” y lo muestran “sumamente alegre” o por el contrario se volvió “loco de contento, ” por su reelección. Él no debe descartar que necesitará mucho de su vicepresidente y más aún del psiquiatra, máximo si insiste en conducirse como un jibarito, que “viene loco de contento, con su cargamento” para la ciudad, el país, el pueblo, la patria, la nación, el Estado y quizás para la América Latina.
Simón Bolívar
Coronel (AV) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 16 de Enero de 2007
Caracas, 16 de Enero de 2007