El vuelo entre Teherán y Ereván se estrelló a los 16 minutos del despegue tras incendiarse el motor izquierdo
VÍCTOR J. BARREIRA | MADRID
Irán sufrió ayer el peor accidente aéreo de los últimos años. El vuelo de la compañía ruso-iraní Caspian Airlines que unía Teherán con Ereván, capital de Armenia, se estrelló en las proximidades de la ciudad de Qazvin 16 minutos después de haber despegado. Reza Jafarzadeh, portavoz de la Organización de Aviación de Irán, confirmó en la televisión estatal que no había supervivientes.
El comandante de la policía local, Massoud Jafarinasab, declaró a la agencia oficial Fars que «el Tupolev ha sido totalmente destruido y los cadáveres, desafortunadamente, están completamente calcinados». Un miembro de protección civil señaló que «ha sido un gran desastre, las piezas del avión están esparcidas en una área de más de 200 metros». Por su parte, Sirous Saberi, vicegobernador de la provincia de Qazvin, confirmó que el Tupolev sufrió problemas técnicos e intentó un aterrizaje de emergencia, «desafortunadamente el avión se incendió en el aire y se estrelló». Un testigo precisó que pudo ver cómo «el incendio se inició en el motor izquierdo» de la nave.
Desde Ereván, ciudad de destino del vuelo, en cuyo aeropuerto se congregaron los familiares de las vícitmas, Arlen Davudyan, representante de Caspian Airlines en Armenia, confirmó que «en el vuelo había 151 adultos, 2 niños de 6 y 11 años, y 15 miembros de la tripulación».
Dayudan señaló que entre 20 y 25 pasajeros eran pertenecientes a la comunidad armenia de Irán, integrada por cerca de 100.000 habitantes, la mayor parte de los cuales recurre frecuentemente a este vuelo para visitar a sus familiares. Asimismo, la embaja de Georgia en Ereván hizo público que un funcionario y la mujer de su embajador en Teherán estaban a bordo del avión siniestrado.
De nuevo un Tupolev
El accidente de ayer es el tercero que protagoniza un Tupolev 154 en territorio iraní desde 2002. En aquel año, un avión de Iran Air Tour se estrelló cerca de la ciudad occidental de Khorramabad. Murieron sus 118 pasajeros.
La segunda tragedia llegó en septiembre del año 2006. De nuevo un avión de la compañía Iran Air Tou, de nuevo un Tupolev 154, se estrelló causando la muerte de 29 personas, tras incendiarse en el aterrizaje sobre el aeropuerto de la ciudad de Mashhad.
Sin embargo, el mayor desastre aéreo de Irán no estuvo protagonizado por ese modelo. El 19 de febrero de 2003 la ciudad de Shahdad fue testigo del accidente de un Ilyushin 76 en el que fallecieron 276 personas, todos ellos integrantes de los Guardianes de la Revolución, la élite militar y económica que sostiene al régimen teocrático.
La tragedia de ayer se suma a dos inquietantes meses para la seguridad aérea en los que han muerto 646 personas en cuatro accidentes diferentes. El 20 de mayo, un avión militar indonesio se estrelló en Madiun causando 98 víctimas mortales. El 1 de junio, el vuelo Río de Janeiro-París de Air France se estrelló en el Atlántico en circunstancias todavía por aclarar, dejando 228 muertos. El 30 de junio, un avión de la compañía Yemenia cayó también al mar, causando la muerte a 152 pasajeros. Solo se salvó una adolescente de 14 años. Con el de ayer, la escalofriante cifra de muertos por accidente aéreo deja el miedo en el cuerpo a miles de potenciales viajeros en todo el mundo.
Expertos en seguridad aérea señalan que la República Islámica es uno de los países que registra una mayor siniestralidad. Eduardo Gavilán, vocal del Colegio Oficial de Pilotos, señala que «es muy pronto para conocer las causas del accidente, pero es muy probable que haya sido producido por las mismas causas que otros siniestros recientes. De ahí que sea muy importante acelerar las investigaciones para mejorar la prevención». Respecto a la antigüedad del aparato y su posible relación con el accidente, Gavilán afirmó que «la antigüedad no es un elemento determinante. Los factores fundamentales son las revisiones periódicas y la preparación de la tripulación, su formación es vital para resolver situaciones de emergencia».
Impacto de las sanciones
Ante los incidentes aéreos,las autoridades iraníes suelen echar mano del bloqueo económico que la comunidad internacional mantiene sobre Irán para justificar la antigüedad de las flotas de las compañías aéreas nacionales. El avión siniestrado fue construido en 1986 y Caspian airlines lo arrendó desde 1998. Irán carece de una industria de aviación nacional, por lo que depende de terceros países para modernizar su flota. Sin embargo, las sanciones comerciales vigentes desde 1979 han restringido el acceso a elementos de repuesto y a aviones más modernos, en particular, procedentes de compañías norteamericanas como Boeing. En 2005 la Organización Internacional de la Aviación Civil advirtió que estas restricciones ponen en peligro la vida de los civiles.
Caspian Airlines pasó en 2007 una auditoría sobre seguridad, realizada por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, que certificó que la aerolínea superaba los estándares de seguridad internacional, incluidos los procesos de mantenimiento. La compañía deberá renovar su certificación de seguridad a finales del mes de noviembre. La wempresa no está en la «Lista negra» elaborada por la Unión Europea de aerolíneas «inseguras».
Fuente:
http://www.abc.es/20090716/internacional-asia/cuarta-tragedia-aerea-meses-20090716.html
VÍCTOR J. BARREIRA | MADRID
Irán sufrió ayer el peor accidente aéreo de los últimos años. El vuelo de la compañía ruso-iraní Caspian Airlines que unía Teherán con Ereván, capital de Armenia, se estrelló en las proximidades de la ciudad de Qazvin 16 minutos después de haber despegado. Reza Jafarzadeh, portavoz de la Organización de Aviación de Irán, confirmó en la televisión estatal que no había supervivientes.
El comandante de la policía local, Massoud Jafarinasab, declaró a la agencia oficial Fars que «el Tupolev ha sido totalmente destruido y los cadáveres, desafortunadamente, están completamente calcinados». Un miembro de protección civil señaló que «ha sido un gran desastre, las piezas del avión están esparcidas en una área de más de 200 metros». Por su parte, Sirous Saberi, vicegobernador de la provincia de Qazvin, confirmó que el Tupolev sufrió problemas técnicos e intentó un aterrizaje de emergencia, «desafortunadamente el avión se incendió en el aire y se estrelló». Un testigo precisó que pudo ver cómo «el incendio se inició en el motor izquierdo» de la nave.
Desde Ereván, ciudad de destino del vuelo, en cuyo aeropuerto se congregaron los familiares de las vícitmas, Arlen Davudyan, representante de Caspian Airlines en Armenia, confirmó que «en el vuelo había 151 adultos, 2 niños de 6 y 11 años, y 15 miembros de la tripulación».
Dayudan señaló que entre 20 y 25 pasajeros eran pertenecientes a la comunidad armenia de Irán, integrada por cerca de 100.000 habitantes, la mayor parte de los cuales recurre frecuentemente a este vuelo para visitar a sus familiares. Asimismo, la embaja de Georgia en Ereván hizo público que un funcionario y la mujer de su embajador en Teherán estaban a bordo del avión siniestrado.
De nuevo un Tupolev
El accidente de ayer es el tercero que protagoniza un Tupolev 154 en territorio iraní desde 2002. En aquel año, un avión de Iran Air Tour se estrelló cerca de la ciudad occidental de Khorramabad. Murieron sus 118 pasajeros.
La segunda tragedia llegó en septiembre del año 2006. De nuevo un avión de la compañía Iran Air Tou, de nuevo un Tupolev 154, se estrelló causando la muerte de 29 personas, tras incendiarse en el aterrizaje sobre el aeropuerto de la ciudad de Mashhad.
Sin embargo, el mayor desastre aéreo de Irán no estuvo protagonizado por ese modelo. El 19 de febrero de 2003 la ciudad de Shahdad fue testigo del accidente de un Ilyushin 76 en el que fallecieron 276 personas, todos ellos integrantes de los Guardianes de la Revolución, la élite militar y económica que sostiene al régimen teocrático.
La tragedia de ayer se suma a dos inquietantes meses para la seguridad aérea en los que han muerto 646 personas en cuatro accidentes diferentes. El 20 de mayo, un avión militar indonesio se estrelló en Madiun causando 98 víctimas mortales. El 1 de junio, el vuelo Río de Janeiro-París de Air France se estrelló en el Atlántico en circunstancias todavía por aclarar, dejando 228 muertos. El 30 de junio, un avión de la compañía Yemenia cayó también al mar, causando la muerte a 152 pasajeros. Solo se salvó una adolescente de 14 años. Con el de ayer, la escalofriante cifra de muertos por accidente aéreo deja el miedo en el cuerpo a miles de potenciales viajeros en todo el mundo.
Expertos en seguridad aérea señalan que la República Islámica es uno de los países que registra una mayor siniestralidad. Eduardo Gavilán, vocal del Colegio Oficial de Pilotos, señala que «es muy pronto para conocer las causas del accidente, pero es muy probable que haya sido producido por las mismas causas que otros siniestros recientes. De ahí que sea muy importante acelerar las investigaciones para mejorar la prevención». Respecto a la antigüedad del aparato y su posible relación con el accidente, Gavilán afirmó que «la antigüedad no es un elemento determinante. Los factores fundamentales son las revisiones periódicas y la preparación de la tripulación, su formación es vital para resolver situaciones de emergencia».
Impacto de las sanciones
Ante los incidentes aéreos,las autoridades iraníes suelen echar mano del bloqueo económico que la comunidad internacional mantiene sobre Irán para justificar la antigüedad de las flotas de las compañías aéreas nacionales. El avión siniestrado fue construido en 1986 y Caspian airlines lo arrendó desde 1998. Irán carece de una industria de aviación nacional, por lo que depende de terceros países para modernizar su flota. Sin embargo, las sanciones comerciales vigentes desde 1979 han restringido el acceso a elementos de repuesto y a aviones más modernos, en particular, procedentes de compañías norteamericanas como Boeing. En 2005 la Organización Internacional de la Aviación Civil advirtió que estas restricciones ponen en peligro la vida de los civiles.
Caspian Airlines pasó en 2007 una auditoría sobre seguridad, realizada por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, que certificó que la aerolínea superaba los estándares de seguridad internacional, incluidos los procesos de mantenimiento. La compañía deberá renovar su certificación de seguridad a finales del mes de noviembre. La wempresa no está en la «Lista negra» elaborada por la Unión Europea de aerolíneas «inseguras».
Fuente:
http://www.abc.es/20090716/internacional-asia/cuarta-tragedia-aerea-meses-20090716.html