Foto: Diario Crítico de México
Hugo Chávez reconoció que se siente amenazado por el uso por tropas estadounidenses de bases militares en Colombia. A juicio del presidente venezolano, sería «el primer paso para una guerra en la región» y acusa a su homólogo Álvaro Uribe de «servir de peón del imperio».
Hugo Chávez reconoció que se siente amenazado por el uso por tropas estadounidenses de bases militares en Colombia. A juicio del presidente venezolano, sería «el primer paso para una guerra en la región» y acusa a su homólogo Álvaro Uribe de «servir de peón del imperio».
El mandatario convocó el miércoles una rueda de prensa con los corresponsales extranjeros para mostrar su coartada de que los lanzacohetes venezolanos, comprados a Suecia e incautados a las FARC, fueron robados. Chávez aseguró que Uribe denunció la incautación para «tapar el escándalo de la instalación de siete bases estadounidenses en su territorio», que reiteró que serían una amenaza para Venezuela.
El mandatario bolivariano consideró que «éste puede ser el primer paso hacia una guerra en la región porque EE.UU. es la nación más agresora del mundo». «Ellos dicen que tienen derecho, pero nosotros también tenemos porque nos sentimos amenazados con esa decisión», insistió.
Sin embargo, al mismo tiempo Chávez anunció que en breve viajará a Moscú para comprar «varios tanques rusos muy modernos, rápidos, que se esconden de noche, casi que vuelan».
Castro lo justifica
El ex presidente cubano Fidel Castro justificó ayer esta compra de armamento ruso. «Chávez no se arma contra Colombia sino contra el imperio estadounidense, que intentó derrocarlo ya y hoy pretende instalar en las proximidades de la frontera venezolana sus armas sofisticadas», aseguró en su artículo «Siete puñales en el corazón de América». El convaleciente dictador, que el día 13 cumple 83 años, considera estas instalaciones «siete puñales en el corazón de América» y un «dolor de cabeza» para cualquier gobierno de la región, «sea de izquierda, centro o derecha, aliado o no de EE.UU.».
Chávez ha ordenado la congelación de las relaciones diplomáticas y comerciales con Colombia. Ayer anunció que suspendió la compra de 10.000 coches colombianos. El año pasado el intercambio comercial fue de más de 7.000 millones de dólares.