"El presidente Hugo Chávez me prometió que en los próximos días llegaba a Perú su embajador", afirmó el jefe de la diplomacia peruana al Canal N de Lima tras un encuentro con el jefe de Estado venezolano en Quito durante le reciente cumbre de Unasur.
El gobierno de Caracas detuvo la llegada de su nuevo embajador a raíz de la decisión peruana de dar asilo al líder opositor venezolano Manuel Rosales a finales del pasado mes de abril, anotó el canciller.
Sin embargo, dijo que trató ese punto con Chávez en la capital ecuatoriana.
"Conversamos y me dijo que el tema del asilado no podía afectar las relaciones (bilaterales) y que va a ordenar la venida del embajador; ahora tenemos relaciones plenas nuevamente con Venezuela", precisó.
El canciller peruano refirió que el presidente Chávez había designado a "un historiador importante" para que reemplazara al diplomático Armando José Laguna, antes del incidente sobre Rosales.
Caracas informó en abril que el designado era el historiador Arístides Medina Rubio, pero se desconoce si ese nombramiento se mantiene en pie.
El gobierno peruano otorgó asilo al opositor Rosales el 27 de abril "por razones humanitarias" según dijo en aquella ocasión García Belaunde, señalando además que esperaba que esa decisión no alterara las relaciones bilaterales.
Rosales es el tercer opositor al gobierno del presidente Chávez que obtuvo asilo en Perú. En 2007 lo obtuvieron el dirigente sindical Carlos Ortega y Eduardo Lapi, ex gobernador del Estado de Yaracuy.
Respecto a otro caso que generó tensión bilateral, García Belaunde reveló a la AFP que el gobierno peruano no ha otorgado asilo al ex líder estudiantil opositor venezolano Nixon Moreno, cercano a Rosales. Esto niega informes de prensa difundidos en Caracas.
El canciller señaló que tenía "la información de que el señor Moreno se encuentra en Perú". A continuación señaló que "el gobierno peruano no le ha otorgado asilo. No hay tal cosa".
Moreno se refugió durante dos años en la Nunciatura en Caracas antes de salir de allí con rumbo desconocido.
La versión de que se otorgó asilo a Moreno en Perú es mal intencionada y estaría encaminada a frenar la decisión de Caracas de normalizar relaciones diplomáticas, dijo a la AFP otra fuente gubernamental peruana que requirió anonimato.
Las relaciones peruano-venezolanas han estado marcadas por un clima de frialdad en los últimos tiempos.
El pasado mes de marzo una comisión del Congreso emitió un informe que concluyó que hubo "injerencia de Venezuela en asuntos internos de Perú" a través de un programa de ayuda social.
Dicho informe, elaborado por congresistas conservadores y cuestionado por la oposición de izquierda, pedía el cierre de las casas del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) impulsada por Caracas.
Según el controvertido informe, esas casas instaladas en diversas partes del país fueron señaladas como "una especie de brazo empleado para la infiltración política" de parte de Venezuela y Bolivia.
Las fricciones entre Perú y Venezuela se remontan a la campaña electoral peruana de 2006 debido al apoyo que otorgó Chávez al líder del partido Nacionalista Ollanta Humala.
Esto motivó acusaciones de intromisión venezolana en asuntos propios de Perú y generó un intercambio de gruesos adjetivos entre el gobernante venezolano y el actual presidente Alan García, quien en ese entonces era candidato.