AGNESE MARRA
Entre aluviones de críticas llega este viernes a España el presidente venezolano, Hugo Chávez, para reunirse con el mandatario español, José Luis Rodríguez Zapatero. A pesar de que no se esperan acuerdos, esta reunión es una oportunidad para que España afiance sus relaciones con los países bolivarianos y recupere paulatinamente su papel mediador entre la UE y América Latina.
NUEVATRIBUNA.ES- 10.09.2009
Después de una semana de gira por Oriente Medio y Europa Oriental, Hugo Chávez llegará mañana a Madrid para reunirse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y para visitar a quien ya es su ‘amigo’ el rey Juan Carlos.
Como siempre sucede con el presidente bolivariano, su llegada viene cargada de polémica y las recomendaciones e indicaciones sobre cómo debe comportarse Zapatero vienen desde todos los sectores. Medios del grupo PRISA, de habitual tendencia progresista, insisten en que “España no recibirá a Chávez con los brazos abiertos”. Mientras, el Partido Popular exige que el presidente del Gobierno no sea “complaciente y laxo” con el venezolano ya que preside “un régimen antidemocrático”. Ya se sabe la arbitrariedad de la palabra ‘democracia’ en boca del Partido Popular.
Pero el mandatario latinoamericano presumiblemente llegará relajado y sordo ante tanta crítica. En su última gira por Oriente Medio y Europa sí le han recibido con lo brazos abiertos. En su visita a Irán, Ahmadineyad aseguró que “Irán y Venezuela comparten la importante misión de ayudar a las naciones revolucionarias oprimidas, y de extender el frente anti-imperialista a lo largo del planeta”, a lo que Chávez respondió que Irán era un “aliado estratégico firme, al que Venezuela apoya en cuestiones como su derecho a desarrollar la energía nuclear”.
Un día después el presidente venezolano llegó a Venecia para ver el estreno del documental que le ha dedicado el director Oliver Stone y que participaba en la sección oficial del Festival de cine. En la ciudad italiana, rodeado de estrellas del celuloide, se escucharon más aplausos que abucheos.
En su parada en Moscú las negociaciones también han dado sus frutos. Los ministerios de Defensa ruso y venezolano han firmado un acuerdo de cooperación en la esfera militar, pero no se ha suscrito ningún contrato para la compra de armamento. A su vez Medvédev confirmó los planes de crear un banco ruso-venezolano con un capital de 4.000 millones de dólares, que tendrá como fin primordial el financiamiento de proyectos conjuntos. Chávez se ha marchado contento y ha señalado que las “relaciones ruso-venezolanas son un ejemplo de que la época de la colonia ha pasado a la historia”.
TEMAS PENDIENTES EN ESPAÑA
No se esperan nuevos acuerdos de la reunión de mañana entre Zapatero y Chávez. En el pasado mes de julio el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ya medió suculentos negocios entre las empresas españolas y venezolanas. Sin embargo las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela a pesar de ser buenas, se deberían mejorar, aunque no le guste a la oposición y a otros lobbys informativos .
Se prevé que la futura presidencia de la Unión Europea que España ejercerá durante seis meses a partir del 1 de enero, sea uno de los temas fundamentales de la reunión. La consolidación de relaciones entre la UE y América Latina es una de las prioridades de Zapatero en la próxima presidencia europea ya que puede servir para que España vuelva a ocupar la posición relevante que tenía en el pasado y que actualmente ocupa Brasil con Lula Da silva, quien ha conseguido generar confianza entre el resto de mandatarios latinoamericanos y consolidarse como el líder indiscutible de la región.
Otro de los temas que presumiblemente se tratarán será el de las relaciones cada día más conflictivas entre Colombia y Venezuela. El pasado mes de abril, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, (con un gobierno que sí vulnera los derechos humanos pero que no incomoda tanto como el de Chávez) fue recibido por Zapatero y el rey Juan Carlos. Se espera que el mandatario español pueda mediar entre los dos presidentes latinoamericanos, que han roto relaciones desde que Uribe anunció el asentamiento de siete bases militares dentro de sus fronteras, un acuerdo que ha generado un arduo debate entre los líderes de la región.
Según Moncloa, al presidente del Gobierno también le interesa conocer la opinión de Chávez respecto a Oriente Próximo, después de las visitas del venezolano a países de la zona. Asimismo, fuentes del Gobierno han adelantado que Zapatero le preguntará a Chávez por su postura en materia de cambio climático de cara a la cumbre convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, para el próximo 22 de septiembre en Nueva York, y a la crucial conferencia en Copenhague en diciembre.
La visita de Chávez será la décima que realiza a España desde que llegó al poder en 1999. La última se produjo en julio de 2008. En aquella ocasión el presidente venezolano hizo escala en Palma de Mallorca para entrevistarse con el Rey Don Juan Carlos y zanjar así la polémica surgida en la Cumbre Iberoamericana del otoño de 2007 en Santiago, y posteriormente se trasladó a Madrid para ver a Zapatero.
Presumiblemente cualquier cosa que diga o haga Chávez será reprochado y Zapatero tendrá que usar sus artes diplomáticas para que le caigan las menos críticas posibles. Porque ya se sabe, todo el mundo desprecia al mandatario venezolano, pero cuando hay que llegar a Venezuela a firmar negocios petrolíferos millonarios la indignación que provoca Chávez se cambia por una sonrisa.