En un receso de la reunión que mantienen en Quito los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Carrizales dijo a la prensa que "ha habido resistencia de Colombia a dar información" sobre dicho convenio.
Según el vicepresidente venezolano, esta resistencia colombiana "genera preocupación sobre las verdaderas cláusulas y sobre la verdad del acuerdo".
Ese convenio entre Bogotá y Washington, que ambos aseguran servirá para combatir el terrorismo y el narcotráfico en Colombia, y que no supone una amenaza para los países de la región, ha creado preocupación en varios de sus vecinos.
De hecho, el encuentro de hoy del Consejo de Defensa de Unasur se planteó el mes pasado en la cumbre extraordinaria de jefes de Estado del organismo que se llevó a cabo en Bariloche (Argentina) para analizar este acuerdo y construir confianza en los aspectos militares entre los países miembros.
El pacto entre Colombia y Estados Unidos "no lo hemos visto ni completo ni incompleto; no hemos visto ni la letra grande ni la pequeña", insistió Carrizales, lo que, a su juicio, "genera preocupación sobre (...) la verdad de fondo que tiene ese acuerdo".
"Hemos planteado que el acuerdo significa un aumento de la capacidad estratégica de EE.UU." en el subcontinente, recordó.
"El resto de los países hemos estado de acuerdo en proporcionar toda la información militar a Unasur" porque "el armamentismo (en la región) es un argumento que se quiere poner para contrarrestar esta situación", añadió el ministro venezolano.
Colombia solicitó que en esta reunión de Unasur se analice no solo su convenio con Estados Unidos, sino todos los acuerdos militares de los distintos países entre ellos o con otros Estados fuera de la región.
En cualquier caso, Carrizales precisó que "el armamento de Venezuela es defensivo y no tiene ningún impedimiento en mostrar toda la información a Unasur".
Caracas firmó recientemente acuerdos con Rusia y otros países para proveer a sus Fuerzas Armadas de ingente material militar, como misiles y tanques, mientras que Brasil se dispone a hacer lo mismo con Francia, entre otros proveedores.
Por su parte, el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, consideró que estos asuntos, en medio de la reunión, "son divergencias propias de los pensamientos de las políticas de defensa que tienen las cancillerías de los países".
Por eso, apuntó, los representantes de cada país están trabajando para llegar "a convergencias en los textos".
Se refirió a la llamada carrera armamentística y aseguró que "es importante la transparencia en la compra de armamento de los países, y eso supone un salto en la región".
El jefe de la diplomacia ecuatoriana, anfitrión del encuentro, Fander Falconí, manifestó que no quería "adelantarse" a los temas en los que existen "disensos en estos momentos" porque se está haciendo un "tratamiento equilibrado" en la reunión.
"Hay voluntad de ir acercándonos en mecanismos de transparencia y verificación a través de los temas militares, que haya un procesamiento de la Unasur y que salga fortalecida", dijo Falconí, que afirmó que todos los cancilleres y ministros del bloque se han referido a eso.