Que unos médicos cubanos decidan fugarse a como diere lugar desde Venezuela o desde la propia isla, no es una noticia propiamente. Noticia de primera plana sería, no cabe duda, que un número de médicos de Estados Unidos decidiera irse para Cuba a ganar 20 dólares al mes. Eso sí sería una primicia mundial. Pero que los cubanos se vayan, es pan de cada día.
Y, además, ¿quién les puede quitar la razón, si están hasta la coronilla de ser explotados como seres humanos, de ser movidos como las piezas de un ajedrez implacable que los lleva y los trae, y que, en última instancia, los convierte en una versión diabólica de la antigua esclavitud? A los esclavos traídos de África en los siglos del dominio español se les explotaba y se les convertía en fuente de ingresos de sus dueños, los esclavistas. Aun cuando parezca arbitrario por lo monstruoso, con los médicos cubanos sucede algo muy semejante: son seres humanos de cuyo trabajo se nutre su propietario, el Estado totalitario de Cuba, que los utiliza y hace tratos y contratos a costa de ellos, y que le cobra en dólares a los otros países, como Venezuela, y le paga luego salarios de hambre a esos médicos.
El Gobierno cubano recibe, así ¡vaya indignidad! la maldita plusvalía del capitalismo. Nadie conoce las cláusulas del contrato de Cuba con Venezuela para traer los 30 y tantos mil médicos que según los gobiernos han venido a trabajar en la misión 'Barrio Adentro', inventada por Cuba. Pero las pocas informaciones que se han filtrado permiten pensar que es un jugoso negocio para el gobierno comunista.
Los médicos están sometidos a un régimen muy parecido al de 'libertad provisional'. Tienen que reportarse y son vigilados de modo permanente. No pueden salir de las ciudades a las cuales están destinados. Y, sin embargo, y por las deplorables condiciones a que están sometidos, los médicos hacen sobrehumanos esfuerzos para fugarse y buscar otros ámbitos, corriendo los más inverosímiles peligros y jugándose su libertad.
Algunos tienen éxito, como los siete que acaban de viajar a Miami. No sabemos cuál sea la actitud de Estados Unidos, pero es de esperar que predomine el buen juicio y la solidaridad y se les acoja como seres perseguidos. Según las fuentes, más de 200 han logrado escapar. ¿Cómo negarles su derecho de buscar una vida más humana? Si hubiera un poco de mayor sensibilidad en nuestros países y mayor grado de solidaridad, todas las naciones deberían decretar que los perseguidos o los disidentes de regímenes que usan a las personas como objetos de trueque, sean recibidos con todas las garantías.
Aquí los médicos cubanos cuentan con niveles de vida incomparables a los de la isla. Tienen la solidaridad de la gente en los barrios. Han tenido ocasión de observar y comprobar nuestro sistema democrático de vida y nuestras luchas por la libertad.
Merecen nuestro aprecio y gratitud por su trabajo, y la vez entendemos su fuga hacia la libertad.
Fuente: Cansados del paraiso. Medicos Fugados.
EL NACIONAL - SÁBADO 09 DE ENERO DE 2010
OPINIÓN/6 /El Editorial
Y, además, ¿quién les puede quitar la razón, si están hasta la coronilla de ser explotados como seres humanos, de ser movidos como las piezas de un ajedrez implacable que los lleva y los trae, y que, en última instancia, los convierte en una versión diabólica de la antigua esclavitud? A los esclavos traídos de África en los siglos del dominio español se les explotaba y se les convertía en fuente de ingresos de sus dueños, los esclavistas. Aun cuando parezca arbitrario por lo monstruoso, con los médicos cubanos sucede algo muy semejante: son seres humanos de cuyo trabajo se nutre su propietario, el Estado totalitario de Cuba, que los utiliza y hace tratos y contratos a costa de ellos, y que le cobra en dólares a los otros países, como Venezuela, y le paga luego salarios de hambre a esos médicos.
El Gobierno cubano recibe, así ¡vaya indignidad! la maldita plusvalía del capitalismo. Nadie conoce las cláusulas del contrato de Cuba con Venezuela para traer los 30 y tantos mil médicos que según los gobiernos han venido a trabajar en la misión 'Barrio Adentro', inventada por Cuba. Pero las pocas informaciones que se han filtrado permiten pensar que es un jugoso negocio para el gobierno comunista.
Los médicos están sometidos a un régimen muy parecido al de 'libertad provisional'. Tienen que reportarse y son vigilados de modo permanente. No pueden salir de las ciudades a las cuales están destinados. Y, sin embargo, y por las deplorables condiciones a que están sometidos, los médicos hacen sobrehumanos esfuerzos para fugarse y buscar otros ámbitos, corriendo los más inverosímiles peligros y jugándose su libertad.
Algunos tienen éxito, como los siete que acaban de viajar a Miami. No sabemos cuál sea la actitud de Estados Unidos, pero es de esperar que predomine el buen juicio y la solidaridad y se les acoja como seres perseguidos. Según las fuentes, más de 200 han logrado escapar. ¿Cómo negarles su derecho de buscar una vida más humana? Si hubiera un poco de mayor sensibilidad en nuestros países y mayor grado de solidaridad, todas las naciones deberían decretar que los perseguidos o los disidentes de regímenes que usan a las personas como objetos de trueque, sean recibidos con todas las garantías.
Aquí los médicos cubanos cuentan con niveles de vida incomparables a los de la isla. Tienen la solidaridad de la gente en los barrios. Han tenido ocasión de observar y comprobar nuestro sistema democrático de vida y nuestras luchas por la libertad.
Merecen nuestro aprecio y gratitud por su trabajo, y la vez entendemos su fuga hacia la libertad.
Fuente: Cansados del paraiso. Medicos Fugados.
EL NACIONAL - SÁBADO 09 DE ENERO DE 2010
OPINIÓN/6 /El Editorial