LA SEPTIMA TROMPETA
Por: Vinicio Guerrero Méndez
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios. (Apoc. 16:8-9a)
Podríamos dar cuenta que los factores que producen la ola de calor en el mundo son producto del llamado efecto Invernadero y Calentamiento Global. Mas yo pienso que la fe en el juicio final contradice, los sueños ingenuos de quienes ponen su confianza en el progreso de la ciencia y de la técnica, del que esperan la armonía y salvación de la humanidad.
La séptima trompeta representa los juicios de Dios sobre la tierra, es decir las siete copas de ira que preceden la segunda venida del Mesías en gloria y majestad. Podemos deducir que es un evento del futuro más allá de la época de Juan y que antes de tocarse será consumado el misterio de Dios con la predicación del Evangelio a nivel global (Apoc.10:7). Las cuatro primeras copas (Apoc.16:2-9), así como las cuatro primeras trompetas, caen sucesivamente sobre tierra, mar, ríos y sol.
Bajo la cuarta copa esta plaga afectará a todo el mundo, no sólo los días, que serán sumamente calurosos y causarán grandes fuegos, sino que las noches también serán terriblemente acaloradas. La cuarta copa, intensifica el calor solar.
En la medida en que se acerca el final de los tiempos, el poder del mal se exacerba contra Dios y contra la Iglesia (Mt 13,3-23; 2 Tes. 3,1-3; Ap 12,13-18...) El final de los tiempos, una lucha entre el reino de Dios y el reino del mundo o del diablo; estos dos reinos se enfrentan entre sí y, al presente, estos dos reinos se hallan juntos y entremezclados.
El Anticristo arrastra consigo a la perdición a los que se dejan llevar de sus promesas. El se alza contra todo lo que es de Dios y contra su culto, tratando de instalarse en el templo de Dios, proclamándose él mismo Dios (2 Tes. 2,4-10). El Apocalipsis nos lo describe vestido de jactancia, arrogante y blasfemo (Ap 13). Su verdadera esencia es el orgullo, la voluntad de poder y de dominio que se manifiesta en la violencia y la opresión, en el egoísmo, la envidia, el odio y la mentira (1 Jn 2,18-22; 2 Jn 7). Es hijo del Príncipe de este mundo, el Diablo, mentiroso y asesino desde el principio (Jn 8,44).
El juicio de Dios, que desde el cielo contempla a los hombres, es anunciado constantemente por los profetas. “He aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, y no les dejará ni raíz ni rama” (Malq 4,1). Una condenación rigurosa aguarda a los hipócritas (Mc 12,40p)
En este tiempo ya el Espíritu Santo no va a obrar con los hombres, pues el tiempo de gracia ha concluido. Ya nadie puede arrepentirse o convertirse, el propósito de las plagas es castigar preliminarmente a los hombres que han rechazado el último mensaje de misericordia del Señor, y han perseguido a los que Dios ha usado con la intención de hacerlos conocedores de sus verdades.
El fin del mundo es la prueba de que todas las cosas han llegado a su plena realización. Cuando el pecador ha reunido en sí gran número de obras malas y abundancia de pecados, toda esta cosecha de males al tiempo debido hierve para el suplicio y arde para la penas.
La oración! No la dejes nunca por nada. Ella da brillo a tus ojos, ardor a tu corazón, fuerza a tu voluntad. Persevera todos los días, sin desistir y Dios te escuchará.
Afectuosamente,Imperfecto.
VINICIO GUERRERO MENDEZ