Son transparentes, impolutos, resplandecen como el sol.
Los diamantes son para siempre, y si no que se lo digan a la top model
Naomi Campbell, que va a tener que declarar ante el Tribunal
internacional de La Haya sobre los crímenes cometidos en Sierra Leona,
por haber recibido un diamante de manos del ex presidente de Liberia,
Charles Taylor, al que se juzga por las muchas atrocidades perpetradas
en su nombre.
Charles no tenía ningún pudor ni para ordenar rebanarle
las orejas a sus adversarios políticos ni para pagar favores y comprar
armas con los mejores pendientes de diamantes. Una de esas codiciadas
piedras se cayó de la mano del dictador liberiano a la de Naomi Campbell
—blanco diamante, negra piel—, cuando este compraba armas para los
niños-soldado que se destripaban unos a otros en Sierra Leona. ¿Qué
armas le vendió Naomi al carnicero de Monrovia? ¿A qué olían esos
reflejos diamantinos teñidos de sangre? ¿Qué hizo con la piedra? Los
jueces tienen una batería de preguntas que hacer y Naomi una larga lista
de respuestas que aprenderse. La vida tiene recodos insospechados. Hay
quien se desayuna con diamantes y a otros se les indigestan.
La comparecencia de la modelo hará escuela en el
tribunal. En vez de escuálidos supervivientes de las matanzas, esta vez
llegará el glamour, aunque esté ya en franca decadencia. A la Campbell
le persigue su propia biografía y le quedan ya pocas comisarías,
juzgados u hospitales que conocer, así que de paso, verla en La Haya
hará que muchos curiosos acaben recordando lo que una década de guerras
destruyó en toda África Occidental, donde la sangre de los muertos se
seguía por los regueros de diamantes, directos a las mejores joyerías de
todo el planeta.
FUENTE: ABC.es
IMAGEN: ¿Están juntos Hugo Chávez y Naomi Campbell? // El País.com