Viernes 12 de noviembre de 2010
En 1941, cuando ya las cosas andaban
mál para la Alemania Nazi, Adolfo Hitler promovió a Herman Goehring a
Mariscal Supremo, Reichsmarschall, y lo designó como su sucesor y
alterno en el poder. Con la derrota nazi Goehring fue juzgado en
Nuremberg y sentenciado a morir en la horca. Se suicidó la noche
anterior ingiriendo una pastilla de cianuro. Semanas antes de huir en La
Vaca Sagrada Pérez Jiménez nombró al General Néstor Prato nada menos
que Ministro de Educación. Prato se fue para su casa.
Estos fueron ejemplos de pancadas de ahogado.
Así debe verse la promoción a General en jefe, título muy puteado en la Venezuela revolucionaria, del golpista e indiciado como narcófilo, Henry Rangel Silva. Quien lo promueve es un dictador y la razón de la promoción es un gesto agónico de desafío por parte de un régimen que se viene abajo estrepitosamente.
Sin embargo, el tal acto corrobora la naturaleza hamponil del régimen. La decisión del dictador confirma su malcriadez infantil. Como Insulza criticó la declaración golpista de Rangel Silva, Chávez la celebra por su “claridad estratégica” y procede a promover a Rangel Silva a General en Jefe. Con ello demuestra que no le importa un pito la reacción de los mismos venezolanos pero que no puede tolerar una crítica de alguien de afuera. Esto es típico del complejo de inferioridad que abruma al ignorante paracaidista. Si miillones de venezolanos protestan ello vale menos que una brevísima crítica de Perico de los Palotes, siempre y cuando sea hecha desde Washington.
Claro, lo dicho por Insulza es importante porque este caballero es Secretario General de una organización regional. Pero no es lo más severo que se ha dicho en torno a la gorilada de Rangel Silva. Léase la carta de Diego Arria al gorila o lo que dice Henry Ramos.
Chávez acaba de terminar de meter las cuatro patas en el pantano. Que puede hacer ahora el presidente de Colombia, Santos? Entregar a Makled a un régimen abiertamente golpista e ilegítimo? No puede.
Chávez acaba de decidir, con su pachotada, que Makled sea enviado a USA.
Estos fueron ejemplos de pancadas de ahogado.
Así debe verse la promoción a General en jefe, título muy puteado en la Venezuela revolucionaria, del golpista e indiciado como narcófilo, Henry Rangel Silva. Quien lo promueve es un dictador y la razón de la promoción es un gesto agónico de desafío por parte de un régimen que se viene abajo estrepitosamente.
Sin embargo, el tal acto corrobora la naturaleza hamponil del régimen. La decisión del dictador confirma su malcriadez infantil. Como Insulza criticó la declaración golpista de Rangel Silva, Chávez la celebra por su “claridad estratégica” y procede a promover a Rangel Silva a General en Jefe. Con ello demuestra que no le importa un pito la reacción de los mismos venezolanos pero que no puede tolerar una crítica de alguien de afuera. Esto es típico del complejo de inferioridad que abruma al ignorante paracaidista. Si miillones de venezolanos protestan ello vale menos que una brevísima crítica de Perico de los Palotes, siempre y cuando sea hecha desde Washington.
Claro, lo dicho por Insulza es importante porque este caballero es Secretario General de una organización regional. Pero no es lo más severo que se ha dicho en torno a la gorilada de Rangel Silva. Léase la carta de Diego Arria al gorila o lo que dice Henry Ramos.
Chávez acaba de terminar de meter las cuatro patas en el pantano. Que puede hacer ahora el presidente de Colombia, Santos? Entregar a Makled a un régimen abiertamente golpista e ilegítimo? No puede.
Chávez acaba de decidir, con su pachotada, que Makled sea enviado a USA.
Fuente: Las Armas de Coronel