Terremotos, tsunamis, desplazamiento del globo terráqueo, convulsiones cósmicas en el cielo...
Las
profecías de Jesús hablan de esto y de muchos otros sucesos. No son las
únicas profecías en el mundo que vaticinan estos desastres, pero
digamos que son para nosotros los occidentales las más inmediatas y las
más creíbles por la referencia histórica y religiosa que constituye
Jesucristo dentro de nuestra cultura religiosa heredera del pensamiento
judeo cristiano.
Antes de la crucifixión Jesús en parábolas
anuncio su muerte y resurrección a sus discípulos. Empleó una alegoría y
aludiendo el orgullo que los judíos sentían por su templo o catedral en
Jerusalén y les dijo que en un día derribaría el templo y que pasados
tres días lo reedificaría. Pero resulta que durante ese mismo dialogo
también les profetizo que [los ejércitos romanos] rodearían la ciudad
donde estaba construido el templo y que no quedaría piedra sobre piedra
cuando [Nerón] la sitiara [con sus huestes militares]. Pero allí no
termina el discurso de Jesús, puesto que a renglón seguido les mencionó
los sucesos que precederían el fin del mundo. De tal manera que esta
porción bíblica combina tres elementos diferentes en un mismo discurso
que podrían confundir al lector.
Si tomamos el cap 21 del evangelio de Lucas y sin
alterar su esencia agrupamos quirúrgicamente los textos 9,10,25,26 y 36
relacionados con el fin del mundo, obtendremos este resultado. Escuchen
lo que dijo Jesús: “Cuando
escuchen de guerras y de revoluciones no se desesperen. Es necesario
que eso suceda primero ante de que llegue el fin“. “Se levantará nación
contra nación y pueblo contra pueblo. Habrá grandes terremotos, hambre y
epidemias por todas partes, cosas espantosas y grandes señales en el
cielo“. “Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra
las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la
agitación del mar“. “Se desmayaran de terror los hombres, temerosos por
lo que va a suceder al mundo, porque los cuerpos celestes serán
sacudidos“. “Estén siempre vigilantes y oren para que puedan escapar de
todo lo que esta por suceder“.
carlosemendezs@yahoo.com
Los judíos estaban familiarizados con algunas de
estas figuras, ya que desde los profetas Isaías, (700 antes de Cristo)
manejaban esas mismas imágenes expectantes como una señal profética de
la llegada del Mesías que vendría a restaurarlos como nación. Por lo
cual yo supongo que el escritor del evangelio recogió las declaraciones
de Jesús en un mismo pergamino o el escribiente posteriormente las unió
en un mismo capitulo asumiendo que todas esas profecías se cumplirían en
un mismo periodo de tiempo. De allí que yo crea que puedan surgir
nuevos fenómenos naturales desconocidos por nosotros, que nos inviten a
revisar el texto bíblico para identificar otras señales. El mundo esta
en constante evolución aunque el hombre evolucionado siga siendo varón y
hembra y no descendiente de ningún animal.
Lo cierto de todo es que Jesús antes de ser
crucificado, muerto, sepultado y resucitado, como reza el credo, antes
de ascender al cielo se refirió a los eventos que con estupor nosotros
hoy día estamos presenciando, no como un castigo del cielo sino como una
señal de que la madre tierra nos esta devolviendo los mismos males que
nosotros los humanos le hemos ocasionado a la naturaleza. El Creador nos
puso en la tierra para que la fructificáramos y nos multiplicáramos, no
para que la destruyéramos ni nos matáramos unos a otros. Es probable
que estemos a tiempo de detener o posponer ese “juicio” si modificamos
nuestra manera de vivir y comenzamos a reparar los daños para evitar
otros mayores. Por lo tanto, me uno al coro de los que creen que este
siglo XXI tendrá que ser un mundo más espiritual o dejará de ser un
mundo habitable para convertirse en una masa de fuego incandescente o en
un témpano de hielo.
IMAGEN: PROFECÍAS SOBRE EL FIN DE LOS TIEMPOS