EL NAZARENO DE SAN PABLO
Una de las tradiciones
religiosas mas populares en Venezuela, es sin duda alguna, la veneración al
Nazareno de San Pablo.
Cuenta la historia que esta
imagen fue obra del escultor Felipe de
Ribas, utilizando para ello madera de pino de Flandes de Sevilla, España en el
siglo XVII y según la leyenda, al terminar el escultor su magnifica obra, el
Nazareno se le apareció y le dijo:…”Donde me has visto, que tan perfecto me has
hecho?”, el escultor impactado le responde:… “en mi corazón, Señor”. El manto
que viste la imagen es una túnica morada adornada con hilos de oro y perlas,
mostrando los símbolos de la pasión y muerte como son la copa, la cruz, la
corona de espinas, los tres clavos, el látigo con el cual fue azotado, la lanza
que atravesó su costado y hasta el hisopo con el cual le dieron el
vinagre. Esta obra representa a Cristo,
cargando la pesada cruz que le lleva al
Calvario para su crucifixión.
En Caracas, existía una
ermita conocida como la Capilla de San Pablo El Ermitaño. A la llegaba de Jesús Nazareno a Caracas fue llevado a esa
Capilla, en la cual se reunían los feligreses a
rendirle pleitesía a Santo, consagrado por Fray González de Acuña, el 4
de julio de 1674.
Cercana a la Capilla, había
una huerta plantada de limones, cuyas flores de azahar despedían una fragancia
que perfumaban el ambiente. En Venezuela se desató una terrible y grave
epidemia de peste conocida como vómito negro (escorbuto), que diezmaba a la
población; en vista de ello, los feligreses decidieron sacar a El Nazareno en procesión para orar y
pedir por la salud del pueblo. Al avanzar
la procesión, pasaron cerca de una tapia
bordeada de matas de limón y la corona de espinas del Santo se enredó en
su ramaje, cayendo muchos limones al
piso, los devotos gritaban…”milagro”… recogiendo esos maravillaos frutos, los
dieron a los enfermos, los cuales sanaron de inmediato.
Esta capilla fue destruida
por el terremoto de 1641, reconstruida
en 1666 con una Nave, Campanario y Altar Mayor consagrado al Santísimo
Sacramento, con altares dedicados a la Virgen de Copacabana, la Virgen del
Carmen, la Virgen de La Caridad, la Santísima Trinidad, las Animas del
Purgatorio, Nuestro Señor Crucificado y Jesús Nazareno.
Pero andando el tiempo,
entre los años de 1870 y 1880, el
General Antonio Guzmán Blanco, ordenó destruir la Capilla y en su lugar se
edificó el Teatro Nacional. Cuenta la
leyenda que estando el Presidente Guzmán Blanco en el palco presidencial, le
apareció El Nazareno y le preguntó…”donde está mi iglesia”? y el General al escuchar esa pregunta y viendo la tristeza
que afligía a su esposa doña Ana Teresa
Ibarra de Guzmán Blanco por la pérdida
de su sitio de oración, ordenó la
construcción de una basílica, a la cual y en honor a su esposa la llamo Santa Ana
y Santa Teresa, inaugurada el año de 1876, aún cuando su verdadera inauguración
fue el día 27 de abril de 1880, cuando fue trasladada a la Basílica de Santa Teresa la imagen de El
Nazareno, su hogar hasta nuestros días y donde los feligreses le rendimos la
pleitesía y veneración que merece nuestro milagroso NAZARENO DE SAN PABLO.
IMAGEN: La Cajita de Recuerdos