"PROHIBIDO FALLAR"
“Arriba Venezuela”, gritó eufórico el líder del cambio al encontrarse, cara a cara, con el país que expectante lo vio aparecer como abanderado del nuevo derrotero. “Yo les digo a todos: prohibido fallar”, dijo Henrique Capriles Radonski entre las primeras palabras que le escuchamos la noche del para siempre recordado 12-F de 2012, poco luego de conocerse el resultado de las primarias.
Prohibido fallar. Esa prohibición nos incumbe a todos: no puede fallar él, tampoco la Mesa de la Unidad y su liderazgo, ni podemos fallar nosotros, cada uno de nosotros en la instancia en la que nos movemos. Arrancó bien Capriles en su primer discurso: “Mi partido, se llama Venezuela”. Buena esa Henrique, entiendes con claridad que ya no te debes a la organización que ayudaste a formar y te sirvió de base inicial para llegar adonde hoy estás. Eso es inteligente, es lo que esperamos de ti.
“No quiero ser líder del mundo, quiero ser líder de Venezuela”. Otra atinada orientación para la actividad del próximo presidente. Queremos y necesitamos un presidente para Venezuela, alguien que dedique más tiempo al país que a cuidar su imagen y proyectar su liderazgo. Nuestros dólares deben ser siempre para nosotros, no para la siembra del socialismo del siglo XX en otras latitudes. Más que nunca necesitamos un presidente para Venezuela. Grande es la diferencia con el héroe del Museo Militar.
Impecable el acto improvisado en la pequeña tarima que ubicaron en Bello Monte, a la cual con generosidad Capriles Radonski invitó a subir a los otros candidatos, a quienes calificó de hermanos, confundiéndose los cinco en un fuerte abrazo que selló la unidad y el compromiso que es mayor hoy que ayer. Lo que escribo a continuación, sé que suena a manido y trillado, pero es verdad: todos ganamos el 12-F. Lo que más me alegra es que se hayan contado tres millones de votos, porque arrancamos no solo con un abanderado para el triunfo de octubre, sino con una fuerza indetenible -usted leyó bien- indetenible, si hacemos lo que corresponde hacer, si atendemos el llamado: prohibido fallar.
No fallaron los otros cuatro precandidatos en su primera presentación pública, luego del triunfo de todos en la noche del 12-F. “Trabajaré por el triunfo de mi pana”, le escuchamos decir a Pablo: “desde el Zulia te ayudaré a ser Presidente”. María Corina, luego de afirmar con razón “vencimos el miedo y la intimidación”, añadió “la lucha ahora se intensifica alrededor de un solo Comando, y se consolida alrededor de la unidad”. Diego Arria alerta: “A partir de ahora se verá si la unidad es de papel”, para añadir luego “Tengo que reconocer el triunfo excepcional de Henrique Capriles. Me sumo a la alegría y lo respaldo”. Pablo Medina, con su sencillez innata, reconoce que “más allá del resultado, la ganadora es la unidad. Este es un plebiscito contra el gobierno”. Ganamos el plebiscito.
Está prohibido errar; el peor error hoy sería la omisión, no hacer, dejar pasar. La candidatura de Henrique nos representa a todos, incluidos a quienes militando en el socialismo, entienden que ya el régimen se agotó. Incluye igualmente a quienes admirando en Chávez alguna virtud, perciben que fracasó su forma de gobernar, que el camino en esta hora no es la confrontación, sino la suma de voluntades.
Levanto la mirada al Cielo para darle gracias a Dios, al permitir que la unidad se imponga frente a las divergencias y diferencias. También pido al Señor bendiga sin límites al abanderado y a quienes hoy, junto a él, decidimos transitar el camino sin miedo y a paso firme. Que cada uno de nosotros entienda que debe hacer su tarea ahora, a menos de ocho meses del día en que el rumbo cambiará. Prohibido fallar.
PACIANO PADRÓN
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