QUE NO MUERA ANTES DEL SIETE
Por Carlos E Méndez
Febrero 23, 2012
No conviene que el candidato presidente muera antes del 7 de octubre próximo, porque los venezolanos estrenaríamos un breve sucesor que seguramente será más incompetente que el actual y, porque las presidenciales el gobierno las pospondría ahora cuando la oposición esta crecida, con la intención de darle tiempo al nuevo candidato oficialista a que se proyecte y explote los sentimientos de los venezolano con la muerte del caudillo.
Tampoco conviene que el presidente se muera antes de tiempo, porque después del siete tendrá que darnos cuenta a los venezolanos de todo cuanto él y sus ministros han hecho y deshecho durante su gestión. Seria muy fácil para sus ministros, jueces, diputados y demás colaboradores, echarle la culpa al muerto de todo lo malo que han hecho incluyendo los crímenes que el 11 de abril del 2002 se cometieron en sus narices frente a las puertas de Miraflores. La excusa de un supuesto intento de golpe no justifica que hayan masacrado con armas largas o cortas a diez y nueve compatriotas indefensos que se dirigían en una marcha pacifica hacia el palacio de gobierno a pedirle la renuncia al mandatario. Si a este hecho no menos importante le sumamos los más de 150.000 homicidios que se han registrado en el país y el despilfarro de 999 mil millones de petrodólares durante los doce años de desgobierno…
Aquellos ministros, jueces y diputados, que han abusado del poder que el presidente o el estado les confirió y que se han corrompido y enriquecido, son los primeros que están ligando que el presidente se muera para poder justificar su huida creyendo que sus fechorías expiran o que los muertos no tienen dolientes. Los lideres de oposición que han aparecido diciendo sin aclarar el por qué desean que el presidente se deje atender por los médicos en Venezuela o que viva muchos años mas, pecan de hipócritas ante los ojos de los seguidores del mandatario. Es preferible que se queden callados y no opinen al respecto, ya que todo ese boom de noticias confusas sobre la enfermedad y gravedad del presidente es también una manera del oficialismo secuestrar los espacios televisivos y radioeléctricos para hacer campaña a favor de su moribundo candidato: “Rey muerto, rey puesto“.
Otro beneficiario con la muerte del presidente, aunque parezca contradictorio, es el castrismo en Cuba. Porque, si bien es cierto que los Castros reciben diariamente 120.000 barriles de petróleo venezolano, no es menos cierto que Chávez debe tener varios compromisos secretos con estos bandidos para impulsar la revolución en el continente y acabar con el imperio, y por consiguiente debe haber abierto varias cuentas millonarias numeradas hasta en Suiza con los dineros de todos los venezolanos, cuyas claves también secretas deben conocer y manejar los Castros a su antojo, ya que Chávez no confía ni en su propia sombra sino en el malévolo de Fidel, quien sacrificó en el paredón a su amigo el General Ochoa para salvarle el pellejo al alcohólico de su hermano Raúl cuando la DEA descubrió que traficaba con drogas hacia EU a través de México. Tal vez confiar a ciegas en Fidel sea la peor desgracia de Chávez, aun mayor que la propia muerte que lo acecha.
“El hombre es como la hierba y su gloria como la flor; la hierba se seca y la flor se marchita”.