Por Carlos E Méndez
Mayo 22, 2012
El microchip con el registro del paciente, se lo van a implantar el la piel a partir del 2013 a todo ciudadano que acuda a los centros de salud pública en los E.U. Ese dispositivo que Obama anuncio al país, no le roba la libertad individual a la gente, ni siquiera la privacidad, ya que inicialmente el dispositivo no controla los movimientos del paciente, sino que registra su información médica y la pone al servicio de una central de salud o banco de datos que el centro vigila con fines exclusivamente sanitarios.
Con o sin microchip, en los Estados Unidos de Norteamérica, desde hace muchísimo tiempo toda persona está bajo la lupa o “bajo control“; si acaso, se salvan los inmigrantes que ingresan por los caminos verdes. El ID. o cédula de identidad, y el Driver License o licencia para conducir, posee una banda magnética que mantiene un registro permanente con toda la información personal, fotos y huellas del portador. También, el estado a través de las oficinas del tesoro, tiene acceso a las cuentas bancarias particulares y la potestad de intervenirlas si se produce una actividad sospechosa o el cuenta habiente resulta incurso en algún delito financiero. En fin, qué más comporta el microchip, que ya antes no hayan implementado los “gringos“?
La marca en el brazo o en la frente, no es monopolio de la bestia apocalíptica con su número 666 o con sus letras WWW. Junto a la cabala, la marca, era una practica común entre los antiguos la cual fue expandiéndose, aunque con otras tecnologías. Dios, recién la humanidad comenzó a migrar, marcó o tatuó a Caín con una señal en la frente para que fuera reconocido y respetado por los extranjeros. La circuncisión es otra marca que Dios le impone a los hebreos para poder reconocerlos como pueblo escogido y dignos de entrar en Su templo. Salomón en sus poemas le canta a su amada y le dice: “ponme como una marca [tatuaje] sobre tu brazo y como un sello en tu corazón.”
Con el microchip, el estado pretende eliminar el fraude y salvar la vida del paciente previniendo que otra persona con un diagnostico diferente lo suplante y tome su lugar en un hospital donde le pueden suministrar un tratamiento equivocado. En un futuro cuando las fronteras geográficas ya no cuenten, tal vez van a necesitar marcar a los ciudadanos de cada nación en el momento de su nacimiento para poder reconocerlos cuando crezcan. Pero aun así, eso no garantiza el éxito del dispositivo. Ya inventaran algo para borrar la marca o extraer el microchip, así como hoy en día se emplea el láser para extirpar lunares o eliminar arrugas o las manchas de la vejez. Es que, con tantos adelantos, será muy cuesta arriba mantener etiquetado a todo el mundo. Rostros, marcas y tatuajes veremos; más, corazones no sabremos.
Carlos E Méndez
~ El miedo tocó a la puerta; la fe abrió y no encontró a nadie ~
~ El miedo tocó a la puerta; la fe abrió y no encontró a nadie ~