CUANDO
DIOS HABLA
Vinicio Guerrero Méndez
«Dios dice que vas a morir, así que arregla todos tus
asuntos familiares más importantes».
(Isaías 38:2)
Nuevamente la biblia
no se queda callada. Nuestro lenguaje tiene un poder destructivo
increíble. Puede ser usado por Satanás para arruinar nuestras vidas y la vida
de los demás. Es preocupante estar cerca de una persona que habla
libremente de violencia verbal e incluso profiere maldiciones en contra los
demás. Las palabras que han dejado ya nuestras bocas, no pueden ser recuperadas.
Todos estos males tienen su asiento en la soberbia que no es más que un apetito
desordenado de grandeza pervertida.
Por cuestión de espacio solo me permitiré
algunos ejemplos de protagonistas en la biblia victimas de su soberbia.
Iniciando por Satanás cuando estaba en el
cielo como el Querubín protector fue derribado por la soberbia que entro en su
corazón (Ezequiel 28: 13-16; Isaías 14: 12-15).
El rey
Nabucodonosor, mientras daba un paseo por la
terraza del palacio real de Babilonia, exclamó:
¡Miren la gran Babilonia que he construido como capital del reino! ¡La he
construido con mi gran poder, para mi propia honra! No había terminado de hablar cuando, desde
el cielo, se escuchó una voz que decía:
Éste es el decreto en
cuanto a ti, rey Nabucodonosor. Tu autoridad real se te ha quitado. Serás
apartado de la gente y vivirás entre los animales salvajes; comerás pasto como
el ganado, y siete años transcurrirán hasta que reconozcas que el Altísimo es
el soberano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien él
quiere. Y al instante se cumplió lo anunciado
a Nabucodonosor. Lo separaron de la gente, y comió pasto como el ganado. Su
cuerpo se empapó con el rocío del cielo, y hasta el pelo y las uñas le
crecieron como plumas y garras de águila.
Pasado ese tiempo yo,
Nabucodonosor, elevé los ojos al cielo, y recobré el juicio. Entonces alabé al
Altísimo; honré y glorifiqué al que vive para siempre: Su
dominio es eterno; su
reino permanece para siempre. Ninguno de
los pueblos de la tierra merece ser tomado en cuenta. Dios
hace lo que quiere con
los poderes celestiales y
con los pueblos de la tierra. No
hay quien se oponga a su poder ni
quien le pida cuentas de sus actos.
Recobré el juicio, y
al momento me fueron devueltos la honra, el esplendor y la gloria de mi reino.
Mis consejeros y cortesanos vinieron a buscarme, y me fue devuelto el trono.
¡Llegué a ser más poderoso que antes! Por
eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque
siempre procede con rectitud y justicia, y es capaz de humillar a los
soberbios. (Daniel 4:30-37)
Holofernes general del ejercito asirio debido a su
soberbia fue decapitado por una mujer de nombre Judith creyente profundamente
en Dios para salvar a su pueblo de Israel (Judith 13:8-9)
También algunos antes de morir alcanzaron
a pedir misericordia: El rey Ezequías se enfermó
gravemente y estaba por morir. El profeta Isaías fue a visitarlo y le dijo: Dios
dice que vas a morir, así que arregla todos tus asuntos familiares más
importantes.
Entonces Ezequías volvió su cara hacia la pared y oró a Dios así: Dios mío, no te olvides de que yo siempre he sido sincero contigo, y te he agradado en todo. Luego Ezequías lloró con mucha tristeza. Dios le dijo a Isaías: Vuelve y dile al rey Ezequías, que yo, el Dios de su antepasado David, he escuchado su oración y he visto sus lágrimas. Dile que lo sanaré, y que voy a darle quince años más de vida. (Isaías 38)
Entonces Ezequías volvió su cara hacia la pared y oró a Dios así: Dios mío, no te olvides de que yo siempre he sido sincero contigo, y te he agradado en todo. Luego Ezequías lloró con mucha tristeza. Dios le dijo a Isaías: Vuelve y dile al rey Ezequías, que yo, el Dios de su antepasado David, he escuchado su oración y he visto sus lágrimas. Dile que lo sanaré, y que voy a darle quince años más de vida. (Isaías 38)
También hubo quienes dañados por su
soberbia no tuvieron la misma oportunidad y descendieron a la condenación
eterna: El rey Herodes fue comido por gusanos cuando aún estaba con vida
(Hechos 12: 22 – 24).
Jesús decía con bastante frecuencia a
sus discípulos "muchas cosas tengo todavía que decirles pero aún no pueden
comprenderlas, de modo que si cerramos nuestras mentes como los fanáticos, no
podremos conocer a Dios.
Es tiempo de sepultar tanta
ignorancia, de abandonar ideologías basura que solo obstaculizan el desarrollo.
Mi Señor es el principio y el fin, el
Padre de todo propósito bueno y perfecto. Con Dios todas las cosas son
posibles; el Creador eterno es la causa de las causas y solo a Él he de adorar.
Usted no forme parte de los que descienden a la condenación
eterna, sea inteligente, busque a Dios, pídale perdón y alcanzara misericordia.
La oración! No la dejes nunca por nada. Ella da brillo a
tus ojos, ardor a tu corazón, fuerza a tu voluntad. Persevera todos los días,
sin desistir y Dios te escuchará.
Afectuosamente,
Imperfecto.
VINICIO GUERRERO
MENDEZ