Las armas de la coerción.
Veneconomía opina
Este miércoles 13 de junio, el candidato-presidente Hugo Chávez anunció desde Fuerte Tiuna, la continuación de su carrera armamentista. En un vuelo rasante Chávez puso en el tapete el papel preponderante de lo militar en un ambiente de elecciones presidenciales, indicando a los jerarcas y a la tropa que "el 7 de octubre el pueblo decidirá y ustedes son parte del pueblo". Rematando que si la burguesía lograra "por alguna vía, pacífica o no, acceder de nuevo al poder, perderíamos la independencia que hemos logrado"…. Y advirtió que si eso pasara, "aquí está el pueblo para reconquistarla "democráticamente". Si se les ocurre por la fuerza, garantizamos la independencia como debe ser".
Luego, con un mensaje lleno de simbologías que hablaba de la fuerza de su "revolución pacífica pero armada", anunció: la elaboración de granadas que podrán ser lanzadas por los fusiles AK103; de fusiles "Catatumbo" con mira telescópica para francotiradores (lo que seguramente causó escalofríos a quienes vivieron el 11 de abril de 2002); de diversos vehículos militares y de una fábrica de pólvora que se levantará en Aragua. Además mostró el prototipo del avión sin tripulación "para reconocimiento", que se estaría fabricando en el país con apoyo iraní.
Este exhibicionismo militar de Chávez tendría dos destinatarios: 1) Los venezolanos, a quienes le muestra las garras para atemorizarlos de salir a las calles a reclamar derechos y exigir el cumplimiento de la Constitución y las leyes. 2) A los distintos países de la región, a quienes les dice que, gústeles o no, Venezuela seguirá aumentando su poderío militar, ya no sólo siendo el primer comprador de armas rusas, sino autoabasteciéndose con ayuda de Irán.
Además, despierta una nueva preocupación ¿A dónde irán a parar estas armas? ¿A los grupos narcoterroristas como las Farc? ¿A los pranes de las cárceles de Venezuela? o ¿a las escuelas de delincuentes, como las de La Piedrita?
Mientras el candidato-presidente "corazón de la patria" sigue malgastando los dineros de esa Patria, millones de venezolanos carcomen sus vidas entre la pobreza y el hambre, acudiendo a hospitales derruidos y sin dotación de equipos y medicinas, viviendo en sitios insalubres y azotados por una delincuencia desatada e impune.
FUENTE: NOTITARDE
IMAGEN: Hasta los Dientes. SEMANA