18 de diciembre de 2012. 20:50
Así cualquiera
José Vicente Carrasquero A.
Finaliza un evento electoral que no pudo mostrar
igualdad entre las fuerzas políticas participantes para realizar la promoción
de sus propuestas para los cargos de gobernador de estado que estaban en
competencia.
El chavismo se empeño en ganar en esos estados que
conforman el corredor de mayor población y contribución a la economía del país
que hasta el domingo estaban en poder de la oposición. Se convirtió en punto de
honor dejar a los adversarios fuera de juego y sin poder contar con vitrinas donde
desarrollar gestión y demostrar al país de lo que son capaces como alternativa
política.
Se valió el gobierno de una artimaña nunca antes vista
en la historia del país. Se dotó a los candidatos del PSUV en los estados
gobernados por la oposición con una capacidad de gestión que los hacía en la
práctica lucir como una administración paralela pero con más recursos y mayor
despliegue publicitario.
Es así como vimos a los candidatos de Zulia y Nueva
Esparta haciendo entrega de viviendas que evidentemente no fueron construidas
con los fondos de sus respectivas campañas. La cobertura de VTV nos permitió
ver al candidato oficialista en el estado Carabobo reiniciando las obras de
construcción del Metro de Valencia sin antes mencionar que la misma había sido
asumida por el gobierno nacional y abandonada a su suerte por muchos años. El
aspirante del estado Lara montaba operativos de seguridad para tratar de aparecer
como preocupado de una entidad a la que no le hizo menor caso en los cuatro
años anteriores. El candidato en Miranda no se quedó atrás y participó en las
inauguraciones de obras y servicios del Metro como parte de su campaña
electoral. Todo esto vino acompañado de regalos de toda clase de electro
domésticos.
Estos candidatos hicieron un uso abusivo de recursos
del estado venezolano para la promoción de sus campañas electorales sin que del
CNE saliera una advertencia oficial que al menos condenara semejante acto de
corrupción política que deja al ya olvidado caso de los jeeps como una mera
anécdota.
Solo dos gobernadores de la oposición pudieron
resistir los embates de la campaña electoral más abusiva en los anales de la
historia. Se empeñaron en defender sus obras de gobierno, hicieron el trabajo
de entusiasmar a sus electores para que ayudaran a sus estados a servir de
barrera a los proyectos socialistas que se nos vienen encima. Demostraron estos
dos gobernadores y sus electores que la posibilidad de combatir al gobierno y
sus abusos. Que se puede seguir adelante a pesar de que el árbitro no vea las
faltas que comete el contrario. Queda claro desde estos dos estados que un
poder usado corruptamente para tomar por asalto un territorio puede ser neutralizado
si sus líderes y su pueblo hacen el esfuerzo democrático de ejercer su voto.