Este gobierno forajido sabe que en cualquier momento 
Venezuela será declarada como un narcoestado. El caso de las 30 maletas 
que llegaron a París en un avión de Air France, con más de 1.000 kilos 
de cocaína, es un hallazgo más en la larga cadena de decomisos que ubica
 a nuestro país como puerto de exportación de la mayor cantidad de droga
 que entra en Europa.
Es una vergüenza que la policía francesa en 
colaboración con otras policías del mundo –ex profeso– haya excluido a 
los cuerpos de seguridad venezolanos para evitar que la operación fuera 
abortada. La seguridad del aeropuerto internacional de Maiquetía está en
 manos de miembros de la Fuerza Armada Bolivariana. Como nunca antes, un
 gobierno y una Fuerza Armada están tan comprometidos con el tráfico 
internacional de drogas.
El difunto Hugo Chávez facilitó las 
actividades de sus aliados de las FARC, no sólo en el tráfico de armas, 
sino también de drogas; por eso despojó a las gobernaciones y alcaldías 
del control de puertos y aeropuertos, para que la narcoguerrilla 
trabajara a su antojo reclutando a funcionarios, civiles y militares en 
el cartel.
Chávez siempre estuvo enterado de lo que hacían sus 
hombres y protegió a los llamados narcogenerales cuando el Departamento 
del Tesoro de Estados Unidos los implicó en actividades de narcotráfico:
 Henry Rangel Silva, para entonces ministro de la Defensa y actual 
gobernador del estado Trujillo; el comandante de la Guarnición de 
Maracay, general Clíver Alcalá Cordones, ascendido a mayor general, es 
hoy el comandante de la Región de Defensa Integral de Guayana; el 
director de la Oficina Nacional Antidrogas, general Néstor Reverol, fue 
designado presidente de Corpozulia, y el ex director de Inteligencia 
Militar, DIM, general Hugo –el Pollo– Carvajal es el director general 
de Contrainteligencia Militar. Seguirán blindados mientras Maduro 
subsista.
En el caso de la droga que viajaba en Air France no han 
caído los peces gordos, a menos que canten los investigados, entre ellos
 el jefe de seguridad del aeropuerto Simón Bolívar, teniente coronel 
Ernesto Mora Carvajal, sobrino del general Hugo Carvajal.
Tic tac
Desesperación presidencial: el
 sábado pasado Nicolás Maduro se reunió con el Alto Mando Militar en 
Fuerte Tiuna. Ante la situación planteada que ha creado dudas sobre su 
nacionalidad y los rumores de golpe, pretendió que le firmaran un 
documento en el cual la Fuerza Armada se comprometiera a no violar la 
Constitución Bolivariana. La solicitud creó malestar en los presentes, 
entre quienes estuvieron incluso los jefes de las guarniciones de los 
estados más importantes. Diosdado Cabello le sacó el cuerpo a la 
reunión.
A bajarse de la mula: Diosdado Cabello viajó a 
Moscú para ablandar a los rusos y que envíen los repuestos que mantienen
 parados en tierra más de once aviones Sukhoi. El envío fue suspendido 
por falta de pago.
Cosa más grande: la expulsión de los 
tres funcionarios de la  Embajada de Estados Unidos fue una 
recomendación de los cubanos que pretenden comercializar el petróleo 
venezolano en caso de que Estados Unidos decida no importar más el 
crudo, cansado de tantas acusaciones sin fundamento.
Churrasquería:
 entre los dueños de la churrasquería que funciona en el Círculo Militar
 de Maracay aparece la esposa del empresario bolivariano José Luis 
Santoro, socio con las notas estructuradas del Ministerio de Finanzas 
del ex gobernador de Aragua y ex ministro Rafael Isea. Santoro es 
directivo del Banco Peravia en República Dominicana, convertido en 
paraíso fiscal. Isea estuvo alojado en casa de Santoro cuando fue 
contactado por la DEA y trasladado como informante a Estados Unidos. 
FUENTE: El Nacional 





