RELIGION
O HECHICERIA
Vinicio Guerrero Méndez
No sea
hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, NI quien
practique adivinación, NI agorero, NI sortílego, ni hechicero, NI encantador,
NI mago, NI quien consulte los muertos. (Deuteronomio 18:10,11)
A través del tiempo nuestro
Señor concede a muchas personas dones
espirituales. Estos dones venidos del cielo son exclusivamente para llevarlos a
cabo en las necesidades del prójimo. Apóstoles, profetas, videntes, sanadores,
etc., han sido dotados de tales virtudes
sobre todo por su amistad con Dios. Cada uno de nosotros recibió su
propio don en la medida que Cristo los ha distribuido “Subiendo a lo alto llevaba cautivos y
repartió dones a los hombres” (efesios 4:8)
Sin embargo existe la controversia en torno a los milagros de
sanidades y exorcismo que realizaba Jesús y los cristianos primitivos como
agentes de Dios, ya que sus adversarios los acusaban de ser más bien
representantes de las fuerzas espirituales malignas.
Ya que en el Libro de los Hechos nos vamos a
encontrar con la magia espiritual, debo decirles unas palabras acerca de la
relación que existe entre religión y hechicería. Por lo general la religión
organizada se opone a las prácticas mágicas, y al mismo tiempo éstas son parte
esencial de la mayoría de las religiones paganas y están aceptadas por las
instituciones religiosas actuales. Los que las practican las consideran
religiosas, no mágicas o de hechicería. Sin embargo, todos esos poderes o
prácticas espirituales son de hechicería, aunque se den en un contexto
religioso. No resulta posible trazar líneas divisorias claras entre lo uno y lo
otro.
Jesús fue constantemente acusado de expulsar
demonios con el poder de Belcebú, el jefe de los demonios (Lucas 11:15); dicho
de otro modo, los letrados sostienen que las curaciones de Jesús son producto
de magia. A través de tal comparación
Jesús deja claro dos cosas, que su poder viene de Dios y que son los letrados
los verdaderos cómplices de Satanás.
Por Dios no puede estar con Satanás quien se apoya
en los instrumentos de nuestro Señor Jesucristo como su cruz, la corona, los
clavos, el agua y el vino, aceite de unción y el lavabo de los pies para la
sanación. ¿O es que Jesús sanaba y predecía con tabaco, cartas, velas u otro
tipo de material para la adivinación? Mas ¿cuánto era el costo por su consulta?
Aquel que piensa esto, está acudiendo a
la pedagogía de la calumnia y la difamación contra una virtud, facultad o
regalo de Dios a una persona. No se
hagan ilusiones, de Dios nadie se burla (Gálatas 6:7) Y SI piensan que tales
facultades que Dios concede es una
práctica de Satanás, entonces que el Señor se apiade del alma de los que
blasfeman como lo hicieron con Jesús nuestro Señor.
¡La
oración! No la dejes nunca por nada. Ella da brillo a tus ojos, ardor a tu
corazón, fuerza a tu voluntad. Persevera todos los días, sin desistir y Dios te
escuchará.
Afectuosamente,
Imperfecto.
VINICIO GUERRERO MENDEZ