Los
enemigos de la Fuerza Armada
La Fuerza Armada debe estar alerta porque está rodeada de enemigos
disfrazados de amigos que tienen la mala intención de eliminarla. Uno de esos
enemigos son los colectivos armados que actúan impunemente y obedecen órdenes
del régimen. Estos grupos paramilitares
fuertemente armados controlan varias zonas de Caracas y también tienen
presencia en la provincia. Han sido promovidos por el régimen y en general,
están subordinados al mismo, aunque a
veces algunos de sus integrantes deciden
actuar por cuenta propia. El oficialismo utiliza a estos colectivos para evitar
que lo acusen ante instancias
internacionales de violar los derechos
humanos. Recordemos el caso de la señora Maritza Ron, cuyos asesinos apenas
estuvieron unos meses presos.
Otro enemigo de la Fuerza Armada es
Nicolás Maduro, quien maquiavélicamente ha incorporado en su gabinete y en
cargos relacionados con la economía a numerosos generales. Al final, cuando sea
aún más evidente el fracaso de la política económica, será la institución
armada la señalada como culpable del
desastre.
Un tercer enemigo son algunos oficiales y efectivos de la Guardia Nacional
que reprimen las manifestaciones haciendo un uso abusivo de la fuerza, lo cual constituye una
violación a los derechos humanos. La Fuerza Armada tiene que tomar conciencia
de que su lealtad es con la Constitución
y no con el PSUV. Caso contrario, da pie a que algunos ciudadanos duden de la
pertinencia de contar con una Fuerza Armada, lo cual es inconveniente tomando
en cuenta la importancia de su papel.
Los últimos acontecimientos en
Táchira, Mérida, Valencia y Caracas en
contra de los estudiantes demuestran que
el régimen está dispuesto a no permitir las protestas de los ciudadanos ante la
inseguridad, escasez de productos y elevada inflación, entre otros aspectos.
Ordenar el enjuiciamiento de Leopoldo López y descalificar a María Corina
Machado y Antonio Ledezma por convocar a acciones pacíficas de calle, así como
el no suministro de papel para los periódicos y la orden de sacar de la
parrilla de TV a NT24 evidencian
que Maduro es enemigo de la libertad de
expresión. Intervenir conversaciones telefónicas privadas y hacer montajes,
como el que le hicieron al embajador Fernando Gerbasi es propio de un Estado
Forajido que se vale de la sumisión de jueces y fiscales para encarcelar a quienes
disienten. Ello debe preocupar a toda la
población sea o no partidaria del gobierno y sea cual sea su religión o profesión. Nuestro
sentido pésame a los familiares de los jóvenes asesinados cobardemente.
|No más
prisioneros políticos, ni exiliados!