Los Polítiqueros y el Ébola
Por Carlos E Méndez
Octubre 22, 2014
Por Carlos E Méndez
Octubre 22, 2014
La propagación del Ébola y otras epidemias no declaradas
como emergencia nacional por ciertos gobiernos irresponsables de la
región, está sirviendo de cortina de humo a los gobernantes de Cuba y
Venezuela para tapar los verdaderos males sociales que aquejan a sus
pobladores, por lo que, sin restarle importancia al tema del Ébola, en
lo que respecta a estos dos mandatarios, es más la bulla que la cabuya.
El virus del Ébola, para el que la ciencia médica aún no ha
descubierto un antídoto, es un virus mortal en mas del 60% de los
casos. En Sierra Leona, África, país con mas de 6 millones de habitantes
y con la tasa de pobreza más alta del planeta, es donde está localizado
el foco de la infección que amenaza con extenderse a otros países del
mismo continente e incluso del mundo. De tal manera que, el Ébola, no es
el virus chikungunya que azota a un pobre país rico de Latinoamérica
que además de éste atenuante se da el lujo de financiar a la fracasada y
empobrecedora revolución cubana.
Cuando se produjo la tragedia en el estado Vargas,
Venezuela, en Dic. de 1999, Fidel Castro le recomendó a su hijo
putativo, para entonces presidente de Venezuela, que rechazara la ayuda
humanitaria que le estaban ofreciendo los Estados Unidos y la Cruz Roja
internacional para socorrer a centenares de miles de venezolanos
adultos, jóvenes, y niños desaparecidos hasta ahora, que perdieron sus
familias, sus bienes y sus hogares durante la trágica Avalancha de
Vargas. Pues, bien, resulta qué ahora éste mismo dictador cubano y su
homólogo el ilegitimo de Venezuela, cuyas naciones están ancladas en la
miseria gracias al anacronismo ideológico de estos dos liliputienses que
pretenden ofrecerle ayuda sanitaria al Gulliver de America, quieren
aparecer ante el mundo como los paladines de la lucha contra la
inminente pandemia del Ébola, cuando que de todos es sabido y de los
alcahuetes de la ONU también, que éstos descarados en sus propios países
dejan morir a los enfermos por falta de insumos hospitalarios, de
instalaciones sanitarias adecuadas, y de personal médico capacitado.
Por cierto, Sierra Leona es un territorio diamantífero
amenazado no solo por el virus del Ébola, sino también por los cazadores
de fortuna de todos los tiempos, los mismos que por lucro otrora
trastornaron la vida, la flora y la fauna en la selva, en busca de
esclavos, de especies exóticas y de pieles y colmillos de animales
extintos y en extinción.