Cesar Guillén
Citterio
EL COMUNISMO,
RAICES DE UN FRACASO. (4)
Son
esencialmente las tesis expuestas en el contrato social de Rousseau; la obra
del barón de Montesquieu y el ensayo del abate Sieyés, las que le van a
suministrar la pólvora ideológica a ese conjunto de ideas incendiarias de
cambio, cargadas todas de un claro sentido de justicia, pero desafortunadamente
de un notable componente romántico y utópico.
Estos ideales
van a ser recogidos por un grupo de hombres ilustrados de su tiempo e
impulsados en medio de las circunstancias propicias del entorno donde Vivian y
que no era otro que la Francia decadente del feudalismo y el absolutismo real.
Este proceso
que va a estremecer los cimientos políticos y sociales conocidos, que va a
producir un cambio en la visión de la sociedad a partir de ese momento, y que
va a ser el más significativo punto de inflexión que haya experimentado la
humanidad, será conocido como “la Revolución Francesa”.
Es la
revolución Francesa, que con su cumulo de información y planteamientos
recogidos desde siglos por los grandes
pensadores y filósofos y en medio de la Francia del siglo 18, la que va a experimentar en la práctica, la aplicación
de tales teorías, y ensayar si realmente será posible el sueño de todos los
hombres de ser iguales, de tener plena justicia y gozar de una paz y una
abundancia eterna.
A partir de ese
importante acontecimiento histórico, surgirán las ideas marcadamente
ideologizadas y particularmente interpretadas a través de los siglos venideros
(una de las cuales será el marxismo) del pensamiento político y social del
mundo occidental moderno.
"Adhuc Stantes"
Cesar Guillencesarguillencittrerio@gmail.com